彡˚ ༘13¡✰

2.4K 226 20
                                    

Más comentan más actualizo 👀

Tan pronto como la gran bomba de sollozos explotó, con ella llegó una gran ola expansiva de feromonas tiernitas y suaves, el aroma a leche inundó a cada persona tomando posesión de cada rincón, sin dudas nadie había quedado fuera del show, betas, alfas y omegas estaban ahora atentos a lo que pasaba en medio de todo el lugar.

—Ya ya Jungkookie~ —la luna líder cargó sin ningún tipo de miedo o vergüenza a su cachorro, lo sostuvo con su brazo y con su mano libre intentó limpiar esas lágrimas, mientras el alfa líder intentaba quitar las manos de su cachorrito que cubrían su cara con fuertes gritos —Lo sentimos ¿si? Perdona a mamá Jungkookie, ya no lo haremos —pidió desesperado.

—Tendrás todo lo que tu quieras, pero deja de llorar kookie —el alfa por fin pudo ver esos ojos rojos y no pudo evitar acariciar esas mejillas húmedas —No nos gusta la idea, pero te dejaremos entrenar ¿Está bien? —

—¿E-En serio? —varios hipidos interrumpieron su charla, incluso su respiración debía normalizarse todavía por los fuertes gritos que había dado.

—Lo que tu quieras cachorrito, pídelo y lo tendrás, con moderacion—aclaró seokjin y le beso la mejilla dejándolo de nuevo en el suelo, viendo esos ojos irritados y mejillas sonrojadas por su culpa, al de nuevo, dejarse llevar por su sobreprotección. Le arregló el uniforme y con una última sonrisa se recostó por el hombro de su esposo, ambos con una sonrisa triste y mirada preocupada, pero que con satisfacción veían a ese niñito, antes, triste ahora saltar de felicidad con una gran sonrisa, ellos en su burbujita familiar arreglaban las cosas rápido como debe de ser. —Diviertete Jungkookie, pero con cuidado —

—Y tampoco escondas tus heridas, nosotros las trataremos — Jungkook los abrazó y con rapidez seco la poca humedad que quedaba en sus mejillas, el aroma a leche se calmó y en su cuerpo solo quedó ambos olores protectores.

Por fin.

Cuando la burbuja se reventó, notaron a toda la gente que los miraba, oficiales, directivos e incluso profesores de alto rango que de a poco se fueron acercando hasta tener una gran multitud atento al cachorro, sin dudas era una muy mala idea oler a cachorrito triste en un lugar lleno de omegas y alfas que pocas veces veían uno por sus largas horas de trabajo. Estaban todos con sus orejas lobunas al aire y ojos muy dilatados, mientras sus instintos protectores salían a flote a pesar de ser cachorro ajeno, la gente comenzó a movilizarse vigilando o buscando cualquier cosa peligrosa que pudiera molestar, o herir al menor, todo por mero instinto

Cosa que a los líderes no les agradó mucho, ver cómo esa gran multitud se encariñaba rápidamente con su cachorro era que tenía a ambos gruñendo.

Pero al menor parecía encantarle, disfrutó de las galletas que le habían acercado mientras dejaba que un fuerte alfa lo cargase como si nada, también le dieron un poco de leche en un vaso. Podía decir que comenzaba su época como Rey en ese lugar. Cuando se dispuso a echarse una siesta con la manta en los hombros que le había proporcionado un fuerte gruñido del líder resonó pero él no se inmutó de todas maneras no era para él, ambos padres se hicieron paso entre gruñidos y empujones hasta llegar a su bebé ya que todas esas personas habían formado una gran barrera al rededor del menor y obviamente los habían dejado fuera.

—¿Qué rayos les sucede? —la luna empujó de más a una Omega que igualmente le gruñó y se miraron mal por varios segundos.

—Intenta no lastimarlos, están bajo el trance del 'pequeño angelito' —el líder intentó tomar el cuerpo algo adormilado del menor, pero el alfa le gruñó, ambos más que territoriales y dispuesto a hacer todo por el cachorrito, pero gracias a la luna no pasó a mayores y el lider pudo perfumar al menor. —Deja ya de jugar cachorro, estás hipnotizando a todos con ese olor y tus ojitos bonitos —

—No quiero compartir a mí cachorrito con otras personas —se quejó la luna cosa que causó pequeñas carcajadas en el menor, esa magnífico sonido sumió a todos los demás adultos a emocionarse y dejar salir sus colas que se movían frenéticamente de un lado a otro, estaban a punto de transformarse, pero al parecer era más interesante ver al menor solo existir que eso. Cuando volvieron sus pies a tierra y seguido de toda esa gente llegó hasta el campo de nuevo con sus compañeros, ya de había imaginado sus caras de confusión, todavía más cuando el cachorro con solo pedir permiso para algo se lo daban sin dudar, había conseguido hasta una pista de obstáculos para él solo sin querer mientras todas esas personas esperaron pacientemente a que terminara para estar ahí y discutir por quién debía de hidratarlo, cuídalo y alimentarlo, discusión en la cual la Luna peleó casi con garras y dientes.

—¡Si terminamos, ya me voy! —se despidió al terminar de estirar, el profesor fue el único en contestarle aunque también tuviera los ojos dilatados y sus orejas al aire. Y lo más cómico fue cuando como si fuera un patito bebé con cada paso que daba, más gente se unía y lo seguís solo para vigilarlo y protegerlo, claro estaba que los líderes iban en frente de todo tomando cada uno las manitos del menor mientras intentaban ignorarlos.

—¿Hasta cuándo van a seguirnos? —el alfa gruñó todavía más, estaba con sus colmillos fuera al igual que sus orejas de la molestia.

—Llegaremos a casa y se irán, solo disfruta de la caminata —el Omega miraba la vegetación de alrededor intentando hacer lo dicho, no estar celoso en ese momento era muy difícil.

Para no decir imposible.

Al llegar a su cabaña, lugar que ningún intruso se dispuso a cruzar por las fuertes marcas de olor que rodeaban toda la estructura en forma territorial, cosas que fueron formadas desde el día uno por los padres, quienes con satisfacción y superioridad cerraron las puertas dejando a todos atrás, habían encerrado al pequeño entre esas paredes y sus abrazos.

—¡Ya ya, me asfixian! —se quejó inútilmente, ambos padres resfriegan sus mejillas con la de su hijo bañandolo en feromonas mientras lo abrazan fuertemente. —¡Papi, Mami suelten! —

—Deja a papi mimarte bebé —el alfa besó su mejilla y le siguió también el Omega, ambos besando simultáneamente sus mejillas algo gorditas sacándole una que otra risa, que fue un ataque de ternura al corazón de ambos. — Te queremos kookie —

—Te amamos —corrige seokjin.

—y yo a ustedes —

×|×|×|×

Tengo muchas historias por actualizar y muchas cosas que estudiar, aflojen eso de pedir que actualice todo y rápido 😾😿

Acá algo rápido para poder desaparecer unos días más kxndkxndk ¡Actualizo cuando puedo! O cuando me da la inspiración 😞😞

Tkm<3 bai 🌱

¡✰彡˚ ༘ ; ʙᴀʙʏ ᴀʟᴘʜᴀ 2 (ᴊᴋ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora