¡✰彡˚ ༘ ; ʙᴀʙʏ ᴀʟᴘʜᴀ 2 (ᴊᴋ)

彡˚ ༘24¡✰

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Su estancia en la manada ajena duró poco más luego de los encargos políticos, al emprender el viaje de regreso fue que jungkook se notó extraño, el aroma de los habitantes del norte se le habia pegado tanto en la piel que le molestaba; citricos que le hacian picar la nariz, nada parecido a los hogareños y dulces a los del sur, porque lo que lobo interior se la pasó chillando de incomodidad con eso tambien alterando a su madre que intentaba calmarlo con feromonas o ropa ya perfumada, pero nada parecía funcionar.

—¡Es muy molesto! —lloriquea mientras frota sus manos con la chaqueta de su padre e incluso deja descansar su nariz en el cuello de este, ya hace algunos kilómetros ambos adultos comenzaron a turnarse en cargarlo, pero nada parecía calmar su sensibilidad y ahora mucho menor su mal humor —¡Mami! —

—Lo se cachorro, estamos muy cerca, y cuando lleguemos te darás un gran baño refrescante ¿Está bien? — seokjin está en primera fila admirando esos enormes ojitos llorosos que lo miran algo adormilados, con la mejilla derecha totalmente aplastada en el hombro del alfa mayor, su nariz roja de tanta irritación y sus labios abultados sin poder evitar hacer lindos pucheros de suplica —¿Muy cansado bebé? — le acaricia el cabello y jungkook siente a los angeles preparados para acompañarlo en un descanso profundo.

¡Si no fuera por su maldita nariz!

La llegada al pueblo fue algo alocada, los habitantes se les abalanzaron muy felices por su regreso, uno que otro no dudó en mostrar su desagrado porque el pequeño cachorro dorado estuviera con olores distintos, pero más fueron las preguntas curiosas sobre su viaje y los asuntos de afuera, entre todo ese alboroto fue el menor quien debió lloriquear de nuevo para interrumpirlos y por fin llegar a la gran cabaña; techos altos y cada rincón con el olor a roble fresco que lo acompañó hasta el baño y le ayudo a sumergirse en una relajación cálida, con su padre masajeando su cuerpo cabelludo y su madre preparando una muda de ropa fresca que le abrazo tan bien y de sintió volar hasta la cama.

No cambiaría esa calidez por nada del mundo.

Es temprano todavía, la luz del sol pasa por las cortinas y se encuentra abrazado al torso del único omega esperando su perfume natural. Y es que entre ese nido y dos grandes cuerpos puede permitirse ser más cachorro que nunca ¿Cómo podría resistirse? 

Mucho más cuando su lobo pide por salir como nunca antes, tal vez hace mucho tiempo no se lo permite y por ello la sensibilidad, con cada minuto su lobito se desespera y él no sabe como calmarlo, lo siente lloriquear y entonces se anima a pegar su rostro al cuerpo de su madre que también está recostado y esté lo mira tan confundido que ya siente sus mejillas arder.

—¿Que le pasa a nuestro cachorro? —el lider kim se acerca liberando su aroma, por lo que incentiva a su omega a hacer lo mismo y él está en el medio, con ojos grandes y expectantes.

¿No parece esto un Deja Vu?

—Mami —con voz intantil disimula la desesperación —mami por favor~ kookie quiere leche —

Y como esperó, su rostro fue cubierto de besos y lindas caricias suaves mientras su madre lo impregna de olor bonito, su estómago gruñe y es entonces que el lider kim lo toma y salen de la cama para dejarle más espacio a un nido mas especial y grande, el omega corre de un lado a otro colocando cada prenda en su lugar.

—¿Quieres ir bebé? —y él asiente gustoso, porque ya no aguanta, extiende sus brazos esperando ser aceptado y sujeto muy bien, cuando por fin llega a la luna kim y estan ambos envueltos por los fuertes brazos del lider —Mira que bonito bebé~ —

El alfa mayor aprieta sus mejillas y él intenta zafarse ya que su madre ya está desprendiendo su camiseta, pero no puede por la fuerza puesta en su boca, lloriquea un poco cansado y solo lo escucha reír.

—Mamá te dará de comer jungkookie~ ¿Tienes hambre bonito? ¿Quieres leche de mami? —canturrea la luna.

Con esfuerzo logra liberar su mandíbula y gruñe pequeño ante lo insistente que está su padre por molestarlo, incluso abrazándolo para alejarlo, sus fuerzas no se comparan en nada y menos cuando él lo único que está pensando es el tomar el dulce y tibio nectar para dormir como un soberano.

—¡Papi! —es entonces que ya no aguanta y rompe en llanto, patea como puede y aunque es soltado ya no puede parar, está tan cansado que nisiquiera escucha los regaños de su madre hacia el otro alfa, solo se deja abrazar y guiar hasta que su boca por fin es llenada y el liquido tan aterciopelado le recoree la garganta y le hace suspirar, justo como lo recordaba, dulce, tierno y humedo por las lágrimas.

—Pobrecito bebé ~ —el omega seca sus lágrimas y puede ver a su padre alfa de reojo que le mira atento, a quien le frunce el ceño.

—¿Por qué miras a tu padre así? No sabía que eras un cachorrito tan llorón —la gran sonrisa que tiene le hace gruñir y es que a pesar de que esté tan somnoliento que está a punto de cerrar sus ojos no piensa dejar esa batalla como perdida —¿Vas a dormir con la lechita de mamá jungkookie? —

—Ya deja de molestar a mí bebé Nam —es turno del omega de defenderlo, pues jace mucho jungkook no se dejaba alimentar ¡Mucho menos se lo habia pedido!

—Es que nuestro cachorrito se ve muy adorable estando enojado —de los pies de la cama toma una gran manta para cubrirlos, la suave brisa que entra por la ventana es un perfecto complemento para el abrazo familiar que forman.

No necesita a nadie más, solo a esas dos personas que conforman su lugar seguro ♡

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Capítulo 24 para el día 24/12 :D

Esto cuenta como regalo de navidad jsjsjs

Este capítulo estaría terminando la historia, pero si digo que sacaré extras jamás lo hago, así que esperaré a sacar mas, igualmente muchas gracias por llegar hasta aquí.

¡Felices fiestas! ❤️🫂