Love, Blood & Wolfs.

Capítulo 3.

Narración: Jake.

-¡Por qué! ¡Por qué diablos!! - Decía mientras golpeaba inquieto una gran roca. Se rompió en pedazos y se esparcieron en la tierra.

-Tranquilo Jake. Hahahaha por las damas no se llora.- Jacob y sus idioteces. No fuera primo de Amy y lo hubiese ahorcado ahora mismo.

-No estoy llorando perro, aghhh. - Golpee otra roca.

-QUÉ ESTÁ PASANDO AQUÍ? - gritó enojado mi padre.

-Oh nada, que le rompieron el corazon a Jake y por eso él está rompiendo las rocas para que sientan el mismo dolor. - respondió Sam.

-Ha Ha Ha gran chiste Sam, cállate para no partirte en dos a ti también.

-Si? Por qué no vienes cachorrito? Sabes que no puedes contra mí. Por ser hijo del Alfa no eres más fuerte que los demás, sabes que te hago trizas en cualquier combate, tanto en humano como en lobo.....Pendejo- y escupió en dirección a mis pies. Ahora si que me va a ver ese maldito Callejero.

En ese momento sentí como la adrenalina subía por mi cuerpo, y mi respiración se entre cortaba. Me iba a transformar.

-JAKE, BASTA.

Habló mi padre con voz autoritaria de Alfa, y por más que quiera desobedecer no puedo.Sentí impotencia al no poder acabar con el estúpido de Sam solo porque mi padre lo protege. Nuestra manada lo recogió en el bosque, moribundo con una mordida del líder de su antigua manada en el lomo. Lo acogimos y le brindamos comida y un techo y la manada le brindó apoyo, como si fuera su familia desde siempre. Pero él siempre ha sido un mal agradecido, siempre se excluye de las actividades en familia como cazar juntos, ir a la playa, las reuniones y esas cosas. Sam siempre ha sido un tipo raro. Además el único que sabe porque lo desterraron de su antigua manada es el Alfa, mi padre.

Sentí como mis huesos se rompían y se volvio a acomodar. Grité. Ya habían pasado 2 meses desde mi primera transformación, pero seguía doliendo como la primera vez. El dolor solo se iría dentro de 3 meses más.Me transformé en un lobo descomunalmente grande, color blanco y gris, como todos los hijos legítimos de Alfas y salí corriendo hacía el bosque, mientras escuchaba a la manada llamándome.

-No quiero hablar con nadie en estos momentos. -Le dije a la manada en mis pensamientos.

***

Después de correr lejos de la manada y pensar como ese chupasangre besaba a Amy, cazé un ciervo y seguí caminando. Estaba por lugares desconocidos y El olor de humanos, más bien cazadores llegó a mi nariz. Desesperado por buscar donde esconderme, divisé una cueva a unos kilómetros. Corrí sin hacer mucho ruido y me recosté esperando que el olor se fuera.

No tenía problemas con matar al cazador, pero los lobos no somos así, por lo menos la manada dónde me encuentro. Para nosotros, los humanos son amigos, no comida. Nos alimentamos de animales, y tampoco es cierto que extinguimos las especies, cazamos en diferentes lugares, de modo que no vivimos comiéndonos los animales de un solo espacio. Además eso de comer humanos se lo dejo a los Vampiros.