Capítulo 15

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10.Noviembre.

Mi vista había aumentado desde hacia mucho y realmente no me había detenido a contemplarlo. Veía como los pájaros revoloteaban entre las hojas verdes oscuras que bailan entre la brisa fresca de la noche, como los insectos de la noche caminaban, saltaban o volaban alrededor de mí, cada movimiento de sus diminutas alas podía ser contemplado por mí. Todo era increíble y los olores de la naturaleza entrando por mis fosas nasales era hermoso y cálido. La naturaleza era en estos momentos un símbolo importante para mí, me identificaba con ella, se veía débil y dulce pero nada ni nadie había podido hacer que ella no creciera más. Era un símbolo que me alentaba a seguir adelante pasara lo que pasara, y eso fue lo que decidí. Empezar de nuevo mi vida, disfrutando de las nuevas cosas que podía hacer y olvidando aquellas que en un momento fueron hermosas y ahora no son más que un vano recuerdo de dolor.

Tomé mi billetera y bajé al restaurante del pequeño hotel donde me había hospedado.

-Vengo en seguida hermoso. -expresé hacia Blake.

Tomé el ascensor junto a una pareja de extranjeros que no dejaban de besarse.

-Roma al revés significa la misma ruina- dije disgustada cuando las puertas se abrieron.

Saludé al recepcionista y seguí mi camino hacia el restaurante. Al entrar el aroma a hotcakes y waffles llegaron a mis fosas nasales; también el rico aroma del café hirviendo y de los tocinos friéndose en la freidora.

-Buen día, quiero unos pancakes, 2 huevos fritos con tocino y un par de tostadas.

-¿Algo Para tomar?

-Un vaso de zumo de naranja y otro de leche por favor. -El chico se sorprendió.

-¿Mesa para dos?

-No.

-De acuerdo, siga a la joven y le indicará donde puede sentarse.

Me senté en la mesa indicada cerca de la ventana. Tomé mi celular hasta que llegó un rato después todo lo que había pedido.

Comencé a atragantarme mi desayuno moderadamente, más de lo que hubiese querido tal vez, pues habían varias personas desayunando y no quería parecer desagradable. Aunque creo que si lo estaba siendo pues una chica al cabo de un rato se quedó mirando impresionada.

Al darme cuenta me sentí avergonzada y Mastiqué más despacio, también limpié con una servilleta mis labios. Ella seguía mirándome sin siquiera disimular.

Terminé de comer y la miré directo a los ojos retándola. Ella se encontraba a varias mesas de donde estaba.

Mi celular sonó anunciando un mensaje reciente.

"Comida rica en un restaurante muy popular aquí en el pueblo. ¿te apuntas?
Lukas"

Al terminar de leer subí el rostro y la chica misteriosa ya no estaba.
Le contesté aceptando a Lukas y subí a mi cuarto para ir a darle de comer a Blake.

Mientras se hacia la hora prudente para empezar a cambiarme, saqué a dar una vuelta a mi perro, más que todo realmente para ver si me encontraba de nuevo a la chica rara, más sin embargo no la encontré.

Cuando se hizo la hora, luego de bañarme y ver un poco que había en los canales de la televisión del hotel; me puse un polo blanco con jeans y un par de converse, me hice una coleta en el pelo y me dirigí hacia la dirección que había escrito Lukas.

-¡Por aquí Amy! -Gritó Lukas al verme llegar desorientada al restaurante. Sonreí al verlo.

-¿Como has estado? -Inquirí un poco más de cerca mientras me sentaba junto a él.

-Excelente. Hola amigo.- respondió acariciando a Blake. -Mike se ha quedado el día de hoy pero ya en la próxima se juntan. -Él lamió sus dedos y movió su cola.

-¿Qué van a comer? -la mesera había llegado, mirando a Lukas con ojos coquetos.

-¿Tú que quieres princesa? -Lo miré extrañada. ¿Princesa? ¿Desde cuándo?
De inmediato la chica me miró fastidiada, ya entendía el cambio de actitud de Lukas.

-Pues, unas pechugas rellenas con un servicio de papás rostizadas.

-¿Y tú, Lukas? -Volvió a mirarlo con una sonrisa de mapache y contoneando sus pechos que daban la impresión de que querían salirse de la estrecha camisa que tenía puesta.

-Lo mismo que a mi novia, gracias... Katy, puedes retirarte ya ordenamos... -Ella se alejó.

-Lo siento de verdad, esa chica no me ha quitado los ojos de encima desde que he llegado al pueblo, tenía que sacármela de encima de una vez por todas.

-Hey, tranquilo, me encanta gastarle bromas a la gente, llámame cuando quieras salir de otra chica, seré la novia perfecta no te preocupes. -Ambos reímos.

El teléfono de Lukas empezó a sonar.

-Es Tris. Vamos a hacer una vídeo llamada. -Esperamos que ella aceptara y luego me eché a un lado.

-¡Hola Tris hermosa, ¿Cómo te ha ido?

-Hola Luc, agotadisíma, trabajando duro todo el día ¡ah! Y contando los días para volver, ya será en un par de meses.

-Sí yo también los estoy contando... Oye te quiero presentar a una chica muy especial, te va a gustar ya verás. -La reacción de Tris no fue muy alegre por la supuesta chica especial. -Es hermosa, tiene una sonrisa espectacular y ¿qué crees? Se parece mucho a ti.

-Pues, ya quiero que me la presentes. -Dijo alzando los ojos. Se notaba que Lukas le gustaba. Me acerqué a éste y Tris me vio.

-¡Holaaaa! -Sonreí mientras lo decía.

-¡Amy! ¿Cómo..? ¿Cuándo...? ¿Qué haces ahí?

Sonreí. -Quize salir a dar una vuelta y pues me encontré con este personaje hace un par de días.

-¡Que bien! Te extraño mucho, estoy loca por llegar y abrazarte y salir a la plaza a ver chicos lindos! -Reímos pero Lukas no lo hizo.

-Hey hey, ¿para qué quieren ver a más chicos si aquí estoy yo? ¡Calmense chicas, hay Lukas para ambas! -Esta vez los tres reímos. -Bueno, ya viene la comida, te llamo en la noche Tris.

-Y yo te escribo luego, ¡Te quiero!

-¡Igual yo a ti! -Nos despedimos y empezamos a comer.


-¿Conoces de algún bosque no muy concurrido por aquí? Quiero tomarle unas cuantas fotos a Blake. -Le estaba mintiendo. Tenía varios días que no me transformaba y el dolor y la ansiedad se estaban haciendo evidentes. Necesitaba liberarme.

-Un amigo me habló de uno no muy lejos de aquí. Escribe la dirección. -Escribí lo que me había dicho y seguí comiendo.

Ni siquiera llegué a casa, seguí la dirección que Lukas me había dado. El dolor en mis huesos era insoportable.

Aparqué el auto, y empecé a correr a toda velocidad junto a Blake quien se había acostumbrado a esta rutina hacia ya bastante tiempo. No podía transformarme, no conocía el lugar y no me arriesgaría de esa manera.

Esquivaba árboles, saltaba ramas y me agachaba cuando habían ramas bajas. El aire puro inundaba mis pulmones y mi pelo volaba junto con las hojas que el viento se llevaba. Escuchaba las pisadas de mi perro quien fielmente me seguía de cerca. Luego de unos minutos finalmente mi ansiedad bajó y me detuve, le coloqué la correa a Blake que traía amarrada en mi cuerpo y empezamos a caminar.

Llegamos a la parte trasera de una casa de madera gracias a Blake quien decidió orinar justo en un árbol a pocos metros de ésta. Miré a Blake quien estaba olfateando la tierra y luego al gran árbol en el que se encontraban una series de letras, al mirar confusa más de cerca me di cuenta que eran nombres. Y uno de ellos era el mío.

Love, Blood & Wolfs.Where stories live. Discover now