Prólogo:

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-Quisiera tener mil años...Mil años que pudiera darte.

Pero ella no podría quedarse conmigo mil años. Sufría de cáncer y literalmente estaba muriendo frente a mis ojos.

Ella era lo último que me quedaba, la mujer que me había dado la vida se estaba alejando cada vez más de mí.

Y tal vez fue ahí, en esos recuerdos llenos de hospitales, paredes grises y medicamentos que toda mi sanidad murió. Ya de por sí había enloquecido porque sabía que si ella moría, no me quedaría nadie más. Pues mi padre había sido un completo idiota al que sólo había visto en fotografías y en persona sólo un par de veladas.

Siempre había habido algo raro en él, si lo pensaba en detalle.

Desaparecía en las noches y las únicas veces que lo vi solía llegar ataviado con una capa negra y una camisa de seda roja. Siempre pensé que me visitaba después de una fiesta de disfraces.

Antes de que mamá muriera, me dijo que había encontrado unas personas que se harían cargo de mí, porque..."Mi edad perfecta había llegado".

Así que, antes de que la gente de servicios sociales viniese a buscarme para tirarme a un orfanato y olvidarse por completo de mi existencia, me adentré en unos parajes conectados con el bosque y la naturaleza, hasta encontrar un viejo castillo señorial. Allí conocí a Harry y a los demás vampiros. Me dijeron que, ya que "mi edad perfecta había llegado", podía empezar a vivir como ellos.

Y así, me convertí en el líder del grupo.

Lo habíamos decidido así por mi increíble sentido del olfato, que era muy útil al localizar víctimas. Podía darme cuenta a miles de kilómetros de distancia de la calidad de la sangre en cuestión. "Hans el temible", que siempre te ayudaba a cazar de la mejor y más rápida manera posible.

En esa época sí disfrutaba del líquido vital.

Pero ahora Harry, yo y todos los que convivían en nuestro grupo habíamos despertado de un sueño tan profundo que parecía haber sido perpetuo y el mundo actual no era como lo que solíamos conocer. Todo había cambiado, y el placer que hace tantos años acostumbraba a sentir al alimentarme también lo había hecho.

Hans el temible.Where stories live. Discover now