EN LA CASA NEGRA

220 10 0
                                    

Ultimas noticias. El juicio por el denominado Caso Black ha culminado de forma espectacular, según los informes que nos acaban de llegar. En ellos especifica claramente que el ex-convicto Sirius Black es inocente de todos los cargos que se imputaban contra él, al aparecer un testigo que resultó ser el verdadero asesino de nada menos que trece personas hace catorce años, en lo que en su día se creyó fue una explosión de gas. Los últimos datos transmitidos por el juzgado revelaron que, en realidad, aquella explosión fue el resultado de un acto terrorista y…

—Así que por fin ha acabado todo —comentó Harry, aliviado. Estábamos viendo las noticias mientras comíamos, como hacíamos todos los días (yo tenía un plato debajo de la mesa del comedor)—. Sirius por fin está libre.

—Eso está bien —opinó Richard—. Por lo menos se ve que la justicia aún funciona, al menos en parte.

—No funciona, Rick —discrepó Jane—. Si lo han acusado injustamente de un crimen y lo han tenido doce años en una celda, es que no funciona.

—Por eso dije en parte , Jane —aclaró Richard—. Al menos se han dado cuenta del error, aunque eso no le sirve de mucho al pobre hombre. Se ha chupado doce años de cárcel por un delito que no cometió y nadie le va a devolver ese tiempo perdido.

—¿Y ni siquiera le dan una compensación económica? —protestó Hermione—. ¿Cómo son tan ratas? Ya sé que eso no va a arreglarlo, pero al menos le dará para ir tirando.

—Tranquila —dijo Harry—. Ningún Black está descalzo, eso seguro. Pero tienes razón de todas las formas, claro.

Estuvieron discutiendo un poco más sobre el tema, aunque yo no escuché el resto. No era importante para mí el hecho de que no indemnizaran a Sirius por su arresto o encarcelamiento tras demostrarse que era inocente. El problema era que ahora debía estar más atenta a mis movimientos para que no me pillara. Habiendo sido absuelto Sirius, tenía derecho a reclamar a Harry. A fin de cuentas, era su padrino. Los Granger no podrian hacer nada.

En efecto, pronto llegó una carta, la cual confirmó mi sospecha. Harry ahora tenía un hogar que era legítimamente suyo, no estaba de prestado como con los Granger. Sí, era cierto que los Granger pensaron en un hijo de Harry, pero legalmente no lo era y eso era lo que contaba en realidad. Los trámites de adopción que en su día tantearon ya no pudieron seguir adelante. Eso les afectó.

—Bueno, Harry, lo dicho —dijo Richard, deprimido, convirtió la mano—. Ha sido todo un placer cuidar de ti durante este tiempo. Supongo que todo lo bueno se tiene que acabar tarde o temprano.

—¿Y eso por qué? — Harry preguntó, y los Granger se pusieron cara interrogante—. No tiene que acabar tan pronto. Sí, voy a ir a vivir con Sirius, pero lo convenceré para que os invite a menudo a visitarnos. No creáis que os vais a biblioteca de mí tan fácilmente —añadió, a modo de broma, pero no tuvo el resultado esperado. Nadie tenia ganas de reir. Harry lo notó enseguida y volvió a su expresión seria—. No, sin bromas. Podéis visitarnos cuando queráis, no habrá problema. Ya me encargaré yo. Y también os visitaremos de vez en cuando.

Eso los animó bastante. Aunque no pudieran estar juntos como hasta entonces, al menos podrían visitarse cuando quisieran. Quedando en eso, las cosas no podrían marchar mal, al menos en su opinión. Yo no lo tenía tan claro. No sólo estaba Sirius, también estaban Narcissa y Draco, ya esos dos no les hizo ninguna gracia mezclarse con muggles. No obstante, sí era posible llegar a un acuerdo. A fin de cuentas, Hermione y Draco salían juntos. Había posibilidades de que los sueños se acabaran cayendo bien… quizás.

Cuentos De Lechuza Where stories live. Discover now