Capítulo 36: Fruta podrida

497 95 1
                                    

Para ser perdonado siempre podrás rezar, hacer que la enfermedad se vaya lejos. Las luces me ciegan en el altar, ¿pagarías el precio? 




Después de haber ido a buscar un poco de ropa por la tarde y pasar por todo el drama que ocasionó mi parecencia allí más el llanto de Jihyun, sus palabras siendo arrastradas por su pequeña voz rogando porque no me fuera, yo estaba exhausto, rogando por regresar a casa y dormir todo el día. Pero no pude hacerlo. Cuando estuvimos ahí alguien vino a buscar a Yoongi diciendo que había una fiesta cerca en la cual, el probablemente nada más que otro bueno para nada con ganas de subir su popularidad, había decidió comprar grandes cantidades de droga y repartirlas de forma gratuita solo por asistir ahí.

Las personas con dinero generalmente lo derrochan de esta forma, más si solo se trata de adolescentes con esta estúpida necesidad de atención. Lo malo es que soy parte de ello también. 

Yo me colé diciendo que quería ir solo por el simple hecho de llevarle la contraria a Yoongi, cuya mirada se mantuvo sobre mí con el rostro lleno de un enfado permanente. Él no iba a armar lío ni decirme nada enfrente de ese chico, que justo ahora, parecía mi salvación. 

Cuando llegamos ahí, cerca de las once de la noche, yo estaba con un vaso de algún tipo de alcohol en la mano. Así, a medida que las horas pasaban, me encontraba más perdido e irremediablemente con el quinto vaso en mi mano. Veía a la gente ir y venir desde arriba de las escaleras, donde las habitaciones se encontraban; fue solo entonces cuando vi bajar a Yoongi de ellas después de haberlo perdido de vista apenas llegamos. 

Estaba mareado, pero no tanto así como para no poder caminar un poco aunque sea. No entendía por qué estaba tomando tanto tampoco pero, lo único que sé, es que mis ojos se mantenían pegados a Yoongi, e incluso cómo al llegar abajo subió su cremallera antes de irse con las manos en los bolsillos. Ladeé mi cabeza, siguiéndole, pero di dos pasos hacia atrás cuando vi que se acercaba a alguien que se me hacía sospechosamente conocido, y, sin querer, teniendo en contra la torpeza de mis actos, choqué con alguien que se encontraba a mis espaldas antes de que aquellos ojos se posaran sobre los míos.

Era Taehyung, y estaba ahí, viéndome con capricho mientras él y Yoongi mantenían una conversación que los llevó a caminar hacia dentro, donde se encontraba el jardín trasero; podía verse desde donde yo estaba. Sabía que quería que fuera allí, pero, tenía la sensación de que no sería una buena idea, sin embargo tomé lo que quedaba de mi vaso mientras me iba como si todo esto me importara una mierda; en definitiva lo hacía, lo que sea que fuese todo ese líquido que bebí me dio más valentía de la que antes habría tenido, sumando con ello esta forma indiferente, como si ser descubierto fuera la última de mis preocupaciones. 

Todo eso pasó casi de la forma más rápida e insensata posible. Yo me senté contra el vidrio que estaba medio abierto, justo donde la espalda de Yoongi se apoyaba, tan cansado que mi cabeza tuvo que apoyarse también a un lado para no caer en el intento. Sentí el humo de cigarrillo justo por encima de mi cabeza, sabía que era uno del tipo fuerte, ese que quedaba impregnado en tu ropa aun después una lavada. 

—Y entonces, ¿qué pasó con el viejo?

Fue lo que alcancé a escuchar con la voz de Taehyung. Sentí el humo impregnar mis fosas nasales otra vez con aquel molesto aroma. Tosí, fuerte, sin embargo ellos no miraron hacia mi dirección en ningún momento. Quise hacerles saber sobre mi presencia pero no podía levantarme, no sabía si se debía al cansancio o a los tragos que había bebido, quizá la mezcla de ambos. 

—Está muerto.

—¿Lo mataste? Y cómo es que estás tan tranquilo. Mírate esa cara, hasta parece que te da igual. —soltó una pequeña risa al final.

DRAMA KING. ➸yoonminWhere stories live. Discover now