Capítulo 51: Miedo

421 79 4
                                    

Aquel viaje fue probablemente la cosa más incómoda que viví en toda mi vida. Ni siquiera me atreví a preguntar a dónde nos estábamos dirigiendo que, a estas alturas, pude ver que no se trataba de ningún restaurante. Cuando bajamos, sin embargo, Namjoon tenía un cigarrillo en su boca, intentando encenderlo y diciendo toscamente que su padre se tomó el día libre y decidió hacer una pequeña fiesta, la cita se había cancelado, pero que él quería que mi madre y yo estuviésemos ahí. 

Quería que yo estuviera cerca de Namjoon, así que por más que cuando entré e intenté mantener una distancia notoria, aquel viejo llegaba a juntarnos como si fuéramos un puto chicle.

Ahora estaba cerca de la barra libre medio coqueteándole al barista, con el segundo trago esa noche, mientras Namjoon no dejaba de mirarme.

—Eres mayor de edad, ¿verdad? —me preguntó

—¿Importa?

—Lo eres o no.

Esbocé una sonrisa, divertido por su preocupación. —Sí, lo soy. Tranquilo.

Así fue hasta que tuve el cuarto trago entre mis manos cuando las de él pasaron a quitármelo; su ceño estaba fruncido, probablemente algo irritado acerca de yo comportándome como un idiota en un lugar lleno de gente avergonzándolo.

Pensaba que mi suerte había sido grata hasta el momento, porque no tenía ni la más remota idea de dónde mi madre podría estar. Habitaba en mi mente todo el tiempo que si ella llegaba empeoraría la situación. No estaba lejos de ser lo acertado cuando se acercó a nosotros viendo aquella pequeña escena. Parecía furiosa. Cuando ella estuvo lo suficientemente cerca, tiró de la chaqueta que realmente pertenecía a Yoongi haciéndome tambalear hacia un lado; estaba un poco mareado. 

—Jimin, ¿me vas a explicar qué facha es esta? ¡Estás jodidamente avergonzándome! Quítate esa cosa ahora mismo.

Negué, negué muchas veces y la empujé lejos. No quería que la tocara, no esa prenda que emanaba el olor de Yoongi. Pensé que había podido percibirlo cuando caminó dos pasos hacia adelante olfateando.

—¿Y qué es esto? ¿Estás borracho?

—No... Estoy bien.

Ella tocó mi rostro como si estuviera preocupada, entristeciendo sus facciones.

—¡Dije que estoy bien! Joder-

—Estás arruinando esta oportunidad. Escucha: realmente no me importa que estés borracho, no me importa que estés en esa asquerosa chaqueta tres tallas más grande, ni siquiera me importa dónde es que la conseguiste, si solo vas y te tiras encima de este tipo. Acuéstate con él, engánchalo a ti, hay mucho dinero y prestigio involucrado. ¡Hemos dado con el pez gordo! Te digo, Jimin, es una increíble oportunidad, ellos incluso están hablando de esto yendo más allá. Podríamos irnos lejos de esta asquerosa ciudad, podría dejar a tu padre para que solo fuéramos nosotros si eso sucede. Estoy rogándotelo.

Me encontraba sorprendido, porque Namjoon estaba solo a una vaga distancia de nosotros y a ella aún así no le importaba. 

Realmente yo no quería irme de esta asquerosa ciudad ni acostarme con ese tipo. No quería nada más que estar con Yoongi, pagar su mierda, llevarme a Jihyun. Quería pensar que sería sencillo. No quería mentir más. Pero dije que sí.

Dije que sí y ella solo sonrió, haciendo que sus labios rosados por aquel labial arrugaran las esquinas de sus mejillas también maquilladas con un rubor fuerte. ¿Estaba mal si decía que quería unas cuantas pastillas?

Pero no las tenía, las había dejado. Yo me había ido de ese camino, no era más ese tipo. Estaba dejándolo, ya no las usaba. Quité de las manos de Namjoon el vaso de alcohol y me lo bebí de inmediato, sus ojos me miraron con curiosidad unos cuantos minutos antes de que mamá se fuera. No tenía pastillas, pero tenía toda una jodida barra abierta para mí.

DRAMA KING. ➸yoonminWhere stories live. Discover now