Capítulo 7: Necesitamos hablar

8.8K 1K 127
                                    

Después de lo ocurrido con Yoongi, en serio pensé que no volveríamos a hablar. O que si lo hacíamos, el que iba a tener que acercarse a hablarle primero sería yo. No me esperé para nada, que a eso de terminar el tercer bloque de clases, él me buscara.

Yo había estado ordenando mis cosas rápidamente porque necesitaba recomponerme fumándome un cigarrillo; tenía unas ganas tremendas de mandar a la mierda a todo el que se me acercara porque estaba literalmente aburrido de todos los comentarios, chismes y ese tipo de cosas que se habían estado esparciendo por el instituto. Entonces, sentí que abrían la puerta del salón que ahora estaba vacío y la voz profunda de Yoongi solo dijo:

—Necesitamos hablar.

Y yo negué con la cabeza repetidas veces mientras ponía mi mochila sobre mi hombro, intentando ocultar un poco mi rostro; no quería mirarlo a la cara. Me dejó en ridículo, fue un idiota. Me rendí con él, nada me va a hacer cambiar de opinión.

—Dije: necesitamos hablar.

Sentí cómo se ponía cada vez más histérico, remarcando sus palabras, haciéndome entender que no le importaba lo que yo opinara, era una orden.

Fruncí el ceño. —Y yo dije que no, ¿o no te lo dejé lo suficientemente claro? Me importa una mierda lo que tengas por decir.

Lo miré por primera vez desde que entró al lugar; mis ojos lucían desafiantes sobre los de él que expresaban el mismo sentimiento.

—Eres un...

—¿Un qué? ¿Un idiota patético? ¿Un cobarde que está huyendo de ti porque lo estás atrapando con tus malditas redes? ¡Yo empecé con esta estupidez y yo decido cuándo se termina! ¿Y sabes cuándo lo hace? ¡Justo ahora! No quiero verte, no quiero escucharte, no quiero...

Y no pude decir nada más porque cuando me llega la sinceridad no puedo parar de abrir mi bocota y decir un centenar de cosas que realmente debí haberme guardado. Me apoyé en la mesa que estaba justo a mi lado mientras él me miraba con sus ojos fríos, sin importarle nada.

—No voy a disculparme por lo que te dije porque es cierto —habló, ignorando completamente el manojo de palabras que había soltado antes. Se acerca a mi cuerpo débil y toca mi mejilla con delicadeza—. Y no, Jiminie, tú no decides cuándo esto termina. Yo lo hago. Yo te diré cuándo es suficiente. Recién estamos empezando, ¿no crees que es muy pronto como para rendirse?

—Vas a matarme, Yoongi. Esto no es justo, yo no quiero... No, no, no, por favor...

Y nunca había rogado por algo, jamás, pero realmente deseaba alejarme de esto que estaba sintiendo. El juego solo es un juego si yo gano, y justo ahora, soy el perdedor. Así que solo quiero tomar marcha atrás.

—Tú comenzaste con esto, ¿no? ¿O es que acaso la pequeña perra manipuladora no calculó bien su jugada?

—Déjame.

—No quiero.

Suspiré resignado cuando fue hacia mi cuello y comenzó a dejar besos delicados. —No me voy a enamorar de ti.

—¿Eso es lo que piensas?

Asentí.

Él se separó de mí y me besó.

Sus labios se movieron contra los míos, mis ojos se abrieron de golpe para posteriormente cerrarse con cuidado. Me dejé llevar, ni siquiera sé por qué. Jadeé cuando mordisqueó fuertemente mi labio inferior metiendo su lengua, se sentía jodidamente bien.

«Oh, mierda...»




•     •     •




Él cumplió con su palabra. No iba a alejarse de mí por más que yo quisiera que se fuera. Yoongi se mantuvo allí, a mi lado, durante todas las horas del receso. Después, cuando me fui a casa, él seguía a mi lado como una sombra. Yo ni siquiera le hablaba porque no quería; estaba cansado, aturdido, decepcionado conmigo mismo.

Dongwon me había golpeado otra vez; me alejó del lado de Yoongi con la excusa de que debía hablar algo conmigo. Yo fui porque sinceramente me daba igual, sentía incluso que me hacía un favor golpeándome porque así no tendría que hacerlo yo mismo cuando llegara a casa. Estaba bien de todas formas, lo único que me fastidió es que golpeara mi cara porque es uno de los lugares más difíciles de esconder.

Yoongi lo notó. No dijo nada. Él no ha dicho nada desde el salón hace unas horas, hasta que, antes de que ambos tomáramos caminos separados, lo hizo.

—No deberías dejar que ese cabrón te golpee.

Yo me lo esperaba, o más o menos lo hacía, así que me tomé esto como una falsa preocupación que realmente no era más que lástima camuflada.

—Está bien, da igual. —le respondí con simpleza.

Él me envió una sonrisa irónica mirando hacia otro lado. —Ya he escuchado esa mierda antes. "Está bien", "no importa", ¿qué sigue? "Me lo merezco". ¿Es que acaso eres estúpido? —volvió a observarme— No está bien ni te lo mereces, nadie se merece ser golpeado. —su ceño se frunció, preocupado.

Yo me sorprendí bastante ante su actitud; quizá no estaba fingiendo después de todo.

—Si tú no te encargas de parar esto, Jimin, yo mismo voy a ir con ese hijo de puta, ¿entendido?

—Ya, déjalo. —rodé los ojos con fastidio.

—No. Dime que lo harás. Eso es un asco, dejar que te golpeen... Tú no deberías estar permitiendo eso, es estúpido. No importa qué tanto daño le hayas hecho, no tiene por qué ponerte un dedo encima.

—Sí tiene, yo le hice daño.

—Deja de defender lo que hace, estás actuando como un masoquista —miró hacia otro lado, demasiado enfadado como para topar sus ojos con los míos—. Ella es igual a ti. Probablemente acumulan tanto odio hacia sí mismos que piensan que lo merecen. Dejar que un imbécil les haga daño… Es un asco. Son unos idiotas.

No entendí quién se supone que era ella y por qué se parecía a mí. No supe el por qué de la repentina preocupación, una que siempre pensé sería ajena a Yoongi. Él era extraño, su personalidad es cambiante.

—Está bien, voy a hablar con Dongwon.

Asintió como si estuviera de acuerdo con mi respuesta. —Te diría que me lo prometas, pero las promesas son una mierda que todo el mundo rompe, así que está de más. Solo mantén tu palabra.

Seguimos caminando después de eso y nos separamos cuando llegamos a la esquina de la cuadra. Lo vi ir hacia el camino que llevaba al hospital. Pensé que tendría que ir yo también más tarde porque hace días que no veía a Jihyun, y lo extraño mucho, es mi hermano después de todo, mantener constante contacto con él por teléfono no era lo mismo que verlo.

Arreglé mi cabello mientras caminaba hacia casa, hoy iba a hacer una completa tortura porque mis dos padres estarían ahí después de un tiempo de no verles la cara. Un bonito reencuentro familiar. Sí, perfecto.










DRAMA KING. ➸yoonminWhere stories live. Discover now