Eminence of Alexia (The Eminence In Shadow)

Capítulo 36 - La Ciudad Sin Ley

"¡Bienvenidos!" Un hombre gritó con una gran sonrisa en su rostro. "¡Bienvenidos a la Ciudad sin ley! ¡La cloaca del mundo!"

Claire frunció el ceño. "¿Habla en serio o simplemente está loco?"

El hombre había saltado frente a ella mientras dirigía a cincuenta hombres armados hacia la base de la orden de caballeros. Ni siquiera una cuarta parte de ellos eran miembros de la orden de caballeros. Eran una fuerza multinacional formada por caballeros oscuros, mercenarios contratados y aventureros. Pero todos eran, con una notable excepción, gente con buena reputación como guerreros. La mayoría de la gente no se interpondría deliberadamente a este tipo de equipo.

Pero aquí había un hombre con un sombrero de copa de fieltro, chaqueta escarlata, camisa y pantalones dorados, agitando un bastón emplumado. Le recordó a Alexia a alguien a quien vería en un circo o en una pequeña feria... si alguna vez hubiera asistido a algo así. Antes de que Alexia pudiera dar su opinión, hubo algunos gritos más adelante.

"¡Oye! ¡Mi bolso se ha ido!"

"¡El mío también!"

"¡Oye! ¿A dónde fue mi espada?"

En el momento en que Alexia le dio la espalda a la dirección de esos gritos, ese llamativo showman no estaba a la vista, pero dio un disparo de despedida desde algún lugar entre la multitud. "¡Espero que sobrevivan a la experiencia!" Esto fue seguido por una risa burlona.

"Él no era ninguno de los dos", se quejó Alexia. "Era solo una distracción".

"Todos mantengan una mano en su bolso y la otra en su espada", gritó Claire.

Casi en cualquier otro lugar del mundo, los carteristas no se atreverían a tratar de atacar a un grupo de hombres bien armados. Normalmente estarían gritando por la guardia de la ciudad y corriendo entre la multitud para perseguir a los ladrones tontos.

Aquí, sin embargo, no había vigilancia de la ciudad, ni fuerza policial a la que recurrir. Y correr salvajemente a través de esta multitud probablemente solo conseguiría que le arrebataran muchos más bolsos. En esta ciudad, lo que pasaba por "orden" era mantenido por los tres señores del crimen que gobernaban aquí. Juggernaut el tirano, Yukime el espíritu zorro y Elizabeth la reina de sangre. Ellos y sus organizaciones tenían su base en las torres negras, blancas y carmesí respectivamente que se elevaban sobre las casuchas y chozas que componían el resto del paisaje. Solo un completo tonto acudiría a personas como ellos en busca de ayuda. Y mientras que las multitudes en la mayoría de las otras ciudades señalarían a los ladrones o tal vez incluso ayudarían a capturarlos, aquí ignoraron por completo lo que sucedió. Era mucho más probable que los lugareños cometieran más delitos que ayudaran a detenerlos.

Claire miró a su alrededor con desagrado. "Qué miserable colmena de escoria y villanía".

Alexia solo pudo asentir con la cabeza.

"No lo sé", dijo Poochie. "Al menos tienes que admirar las habilidades que tienen esos carteristas".

Ella y Claire se giraron para mirarlo.

"O no."

"No seas tan ingenuo, Cid. No debes respetar a las personas que son criminales solo porque son buenos en eso", Claire lo agarró del brazo derecho. Será mejor que te quedes cerca de mí, o también te robarán. Tal vez incluso te secuestren.

Alexia instantáneamente presionó su otro brazo contra su pecho. "Será mejor que te consideres afortunado de que esté aquí para cuidarte".

Claire le dio una mirada encapuchada que Alexia le devolvió con una sonrisa angelical mientras intentaba frotar sus tetas contra él.