Justicia De Dios(Sin Editar)

Prólogo💖

Sus ojos son dos tarros de miel que ansío probar

Elixir de vida las risas que de ella hago sonar

El anhelo fijo en sus ojos, ojos que hasta ahora me vuelven loco

Pues en ese par encuentro cómo viajar

A lugares que nunca me imaginé pisar

Como perderme, como imaginar

Ella es mi salvación y mi perdición

Esta claro que ella es única, la única pieza que hacía falta a mi corazón

La estudio con fascinación por ella me vuelvo científico por qué loco por ella ya estoy

¡Oh Dios mío cómo te doy gracias!

Gracias por ella.

Gracias por tan hermoso regalo divino que has permitido que este humilde pecador tenga. Rey, se nota que es tu hija está hermosa princesa.

Más que vana hermosura, es necesario que comprenda que su interior brilla más que cualquiera prenda, eso que bajo armaduras de fe y honor se esconde ese puro corazón que abrió su puerta y dejó pasar a su verdadero amor, y aunque suene tan simple y predecible, quiero que entienda y sea apacible, que sólo está gran verdad une nuestras vidas, que yo soy suyo y usted es mía.

Desconocido

El señor a su lado la miró con mejillas coloradas por la reciente declaración, aunque en el poema no había nombre, bien sabía que ella sospechaba que el único nombre que merecía estar ahí era el suyo:

Daniela.

El nombre que ese chico tenía tatuado en el corazón, la dueña de sus suspiros, la musa de su arte, la reina de sus días, la diosa de su adoración, la niña de sus ojos.

Observaba cada detalle de su rostro esperando una respuesta positiva por parte de ella, tal vez descifrar algo entre tanto silencio, pero lo único que observaba era la mirada evasiva de la chica frente a él y sus mejillas ligeramente sonrosadas.

Un manojo de nervios lo atacó sin piedad, y consideró el haber pensado las cosas mejor y no lanzarse de manera precipitada a algo tan delicado en la vida de Daniela.

Estrujó sus dedos obedeciendo a los nervios que lo doblegan, sudor caía a mares de su frente y pensó haber cometido un error.

Daniela, es tan misteriosa. Su silencio la atrapa, esa mirada perdida, ese semblante apacible y esos ojos que lo matan haciéndolo revivir con su sonrisa, ella es sublime seria, pero contenta es sensacional.

Él bien sabe que es un chica especial de la forma en que sólo ellos dos saben, y más que ellos dos, un sólo credo que los unió, el de Dios.

Para este chico, que ella llama señor, ella fue la esperanza resurgida de una nueva vida, una vida donde la soledad no existe, donde los pesares de la misma son menos amargos cuando estás en compañía, el más grande regalo que Dios ha dado a lo largo de su existencia y que no piensa descuidar, la alegría entre tanta congoja y la luz fuera de la penumbra.

Este chico ha dado un enorme sacrificio en amor de lo más grande, puro e inmaculado y Dios le ha devuelto lo que necesitaba antes que lo pidiese. Esta demostrado que Dios es misericordioso para con sus hijos, y recto para los que desobedecen.