Capitulo 04✝️

62 18 11
                                    

Eres escudo alrededor de mí

Nunca me imaginé nada igual.

No tolero ver como soy valorizada por un hombre, sólo por mi virginidad. Nunca un hombre se giró a mirarme, nunca un chico se interesó románticamente en mí. Sólo me hablaban para darme órdenes cuando trabajaba con mi padre o para hacerme preguntas cuando estaba en la escuela. Sólo era un bicho raro o la muñeca de porcelana a la que no le dirigían la palabras porque se podía quebrar.

Pero solo un hombre, del que no me enorgullezco, giró a verme porque soy virgen.

¿Acaso una mujer vale por ser virgen o no?¿Acaso una mujer es mejor que otra por ser virgen?

Ni una es mejor que la otra.

La mujeres debemos ser respetadas y valoradas por lo que somos, no por tener condiciones que nos "definen" o en las que nos categorizan, tomando y desechando, exaltando o inferiorizando.

Es igual a la acepción de personas.

Una persona rica o una pobre

Una persona blanca, negra o asiática.

Una mujer virgen o no.

Porque si es así para la mujer.

También debería ser para el hombre.

Emma cerró la puerta tras de mí, con una fuerza impactante. La pobre madera crujió dolorosa y el metal rechinó agudo.

Apretó los puños lanzándolos contra el aire, tomó una almohada y la apretaba contra su rostro sofocando un grito. Para luego, lanzarla al suelo, mover sus brazos de manera desordenada y agresiva y patalear presionando sus dientes y tensando la mandíbula.

Me sentí impotente ante la situación. Había sido una trampa perfecta en la que las víboras abrieran sus bocas y las ratoncitas murieran por ingenuas.

Miré a mi alrededor, con una migraña acentuada que no dejaba que mis pensamientos fluyeran con rapidez.

Estamos atrapadas, acorraladas contra nuestra voluntad, porque el "sí" fue para dar tiempo mientras ideamos un plan.

Yo me postré de rodillas en el suelo, impuse mis manos, las cuales temblaban a causa de todo lo que sentía, pero Dios es mi Pastor, en el cual confío sin titubear, así que inicié mi oración:

«Señor, oh Dios, tuyo es mi corazón y tuya mi alma, a ti te pertenezco, de ti soy. Aunque piedra sea atravesada en el camino, pasaré sobre ella, aunque muro se levante contra mí, en tu nombre lo derribare.
Aunque todos y todos estén contra mí, tú estaras conmigo. Contigo, todo lo puedo, tú eres mi fortaleza. Porque bajo tus alas me resguardas y en tu castillo me proteges. Pondrás a mis enemigos por estrado de mis pies.

Amén y Amén»

Abrí los ojos tratando de pensar en algo que funcionara, mire por encima de la cama, la mesa de noche, el suelo... Las maletas ¡Las maletas! ¡Eso es!. Encontré a Emma con la mirada,lucía preocupada, desesperada, viendo a todos lados, hasta que se centró en la puerta, pegando su oído contra ella.

-Las chicas cerraron las puertas de sus habitaciones, Beatriz se baña, es ahora o nunca- Sacó todas las gavetas y vacío la ropa sobre la cama.

Pensamos lo mismo.

Me uní, no me quedaré a ser esclava sexual de nadie. A vivir en carne propia como la carne que reservé tanto a Jehová es profanada, como se quebranta mi espíritu en la congoja de mi corazón.

Como un hombre me toca en contra de mi voluntad y a favor de la suya, a arruinar todo lo que me he esforzado en el Señor. A rendirme ante el adversario por miedo. Pero si tú, estás con Dios ¿Que has de temer?

Justicia De Dios(Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora