Capitulo 06👩‍🎓

50 18 1
                                    

El tiempo de Dios es perfecto.

Todo se va y llega a su debido momento

Canturreaba una canción en chino dentro de mi cabeza, la cual sonaba horrible:

"Como la flor, con tanto amor que me distes tú, se marchitó.

Me marcho hoy, yo sé perder

Ay, ay, ay como me duele"

Al observarme en el que espejo, era evidenciable mi desvelo, mi cara amarillenta, mis ojos enrojecidos e hinchados por mantener presas lágrimas duras de escapar aunque quieran, eso me enseñó la vida. La dura vida a la que nos enfrentamos que, a veces esperar lo peor resulta más lógico.

Al mover mi cuerpo era como una roca hundiéndose en la mar, mientras mi lengua se hallaba adormecida en mi cavidad oral, los ruidos extraños de la habitación del lado no me permitieron pegar pestaña, ese par de tórtolos no duermen en silencio, son raros, incluso cuando dejaron de hacer sonidos, ya el sueño había huido de mí, y aquí estaba desastrosamente mal, mi cabello hecho un nido de pájaros y soltando un largo bostezo, la migraña que es la única amiga que no me abandona ,está ahí, recordándome que es fiel a mí.

Recuerdo haber visto la hora y el reloj marcaba las cinco de la mañana ya debería salir a trabajar.

Pero el velo de la noche me hizo pensar cosas que ignoré por la adrenalina de lo acontecido.

No debo seguir trabajando en el restaurante resultaría peligroso porque deduzco que Beatriz sabe muy bien donde se localiza, fácil nos hallarían.

Mínimo nos tendríamos que ir del país donde ningún criminal nos persigue.

Pero con Emma disoluta de mí, y con una carrera que estudiar por delante tendré que usar otros métodos de evasión más prácticos que no me separen de mis metas.

Sin nisiquiera arreglarme un poco, solo me cambié de ropa, tomé mis cosas y me dirigía a la puerta del departamento.

Pasé por la amplia sala, con un sofá enorme que la atravesaba, al frente una televisión gigante y una consola de videojuegos, restos de empaques de frituras y comida chatarra que sé que le gusta a Emma y otra que supongo le gusta a Sam

Esta parejita se entretuvo con videojuegos toda la noche como desquiciados, gritando, pataleando, sonando terriblemente y sin cuidado las bolsas de las frituras como si jugar eso fuera la gran cosa. Sin dejarme dormir un poco, se escuchaba todo el ruido como si fuera dentro de la habitación donde dormí, no tuvieron infancia. Emma sabe que el ruido me altera poniendome de mal humor y aún así lo hacía

Y ahí estaba la recién nombrada.

Con un gran camisón sin forma que dejaba al descubierto sus largas piernas blanquecinas, debido al clima de acá, marcadas con minúsculas varices y celulitis como cualquiera mujer natural tiene, sus pezones son visibles a través de la tela gris, se mueve a través de la isla de la cocina preparando comida, detecta movimiento y se gira a verme, yo solo le dedicó una mirada sin expresión alguna para irme sin nisiquiera despedirme, a fin de cuentas ella dijo que no le importaba.

En cambio a Sam, cuando se giró hacia mí con la boca llena le dije:

-Muchas gracias, Señor Xiâo por permitirme pasar esta noche en su casa, Dios lo bendiga, pero ya es hora de que me retire-Coloqué mi peso hacía el frente y me despedí como tradicionalmente se hace en China.

El juntó sus manos imitando mi movimiento entre risas y balbuceando palabras inentendibles por la comida en la misma

Ni comer sabe.

Justicia De Dios(Sin Editar)Where stories live. Discover now