Los años han pasado y en Kensington ha perdurado la paz y la tranquilidad, sin embargo, de entre las cenizas surgirá un nuevo enemigo -¿o varios?- que busca recuperar lo que "por ley" le pertenece.
¿Serán capaces Daniela y María José de darle frente...
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María José (LA BOSS)
Ámsterdam – Holanda
Al día siguiente
11:41 a.m.
El clima oceánico de Holanda, en específico de Ámsterdam, es algo que me recuerda mucho a Londres, tiene características similares, como, por ejemplo, el hecho de que es un país donde la lluvia prevalece la mayor parte del tiempo.
Las calles humedecidas, los vidrios empañados, los paraguas y los abrigos... todo se mezcla a la perfección en medio de todo el escenario que ahora recorro en la camioneta que conduce Ethan y que tiene como destino la casa de Franco Vitale.
He venido junto a mi esposa, Ava y Ethan a buscar a mis hijos, a Lía y a Massimo. Debemos moverlos de lugar y para ello debo hacerlo yo misma, no confío en nadie más en éste punto, no cuando se trata de la seguridad de ellos.
En Londres se quedaron Elena, Sharon y Mernes a cargo de la investigación de los que nos atacaron y también para conocer el paradero del equipo de la FSM perdido en Qatar.
Todo es una mierda actualmente.
Todo se complicó.
Por lo que es momento de darle play a mi plan para acabar de una vez por todas con los hermanos Petrov.
Volteo ligeramente mi cabeza para fijarme en el perfil de mi mujer, tiene su mirada perdida en las calles que pasamos, a pesar de tenerla justo a mi lado, sé que ahora mismo está a miles de kilómetros de mí. No sé qué me duele más, si el hecho de que no quiera verme, o que ni siquiera busca mi mano, mi piel, el contacto de nuestros cuerpos para calmar todas las angustias que nos arropan en estos momentos.
Sin embargo, quito mis ojos de ella cuando recuerdo lo que hizo y como su movimiento complicó toda esta historia.
Su sorpresiva benevolencia era algo que sinceramente no esperaba, nunca creía que ella pudiese perdonar a quienes la traicionaron. Aunque supongo que eso va de la mano con toda su palabrería de querer alejarse de toda esta vida de mafias y guerras.
Vuelvo a ver hacia la ventana fijándome en el camino, respiro hondo y trago el nudo en mi garganta. En este punto no sé si ya Daniela maneja la información de que sé lo que hizo aquel día con sus amiguitos. Pero, lo que sí sé es que me encargaré de borrar para siempre a esos dos, mucho más ahora que sé quiénes son realmente.
Me pregunto si ella lo sabía... me pregunto si ella cuando los liberó, sabía que Emma y Harry en realidad eran los hermanos de Irina Petrov.
— Ya llegamos –murmura Ava en el asiento de adelante, de reojo mi mujer se mueve y mira hacia el frente.
Llueve a cantaros, es pleno mediodía y el clima nublado hace parecer como si fuesen las ocho de la noche.
Dejan pasar a la camioneta, Ethan conduce hasta la entrada principal que está techada. Allí veo como están de pie un par de hombres con trajes grises y camisas azul oscuro.
