Los años han pasado y en Kensington ha perdurado la paz y la tranquilidad, sin embargo, de entre las cenizas surgirá un nuevo enemigo -¿o varios?- que busca recuperar lo que "por ley" le pertenece.
¿Serán capaces Daniela y María José de darle frente...
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[N/A: Volvemos a encontrarnos en una final. Qué bonito. Me alegra mucho que hayas llegado hasta aquí y espero que hayas disfrutado de la lectura. Gracias por cada uno de tus comentarios, de tus votos y de las veces que compartiste mi historia. ¡Muchísimas gracias por tanto apoyo!
Les recomiendo leer este capítulo con la canción que les dejaré:]
Narrador
«Es mejor escribir para uno mismo y no encontrar público, que escribir para el público y no encontrarse uno mismo.» (Cyril Connolly)
Encontrarse con el final de una historia siempre tendrá dos caras de la moneda. Puede ser muy satisfactorio, como puede ser todo lo contrario, ser la cosa más dolorosa que podrías llegar a sentir y a vivir. Mucho más cuando sabes que es el final de algo que realmente no querías que se acabase.
Pero, así es la vida —como dirían en una canción—, es caprichosa y a veces de color rosa. Te quita y te pone, te sube y te baja. Somos como una marioneta ilusa que piensa que tiene el control sobre sus acciones y sus decisiones, pero en realidad, tan solo somos un conjunto de personas que va en bola hacia la dirección que nos toque, mientras esperamos tener la suerte de no estamparnos de lleno contra una pared de concreto y desintegrarnos.
Los finales y las despedidas, el hecho de cerrar una etapa de tu vida que fue tan importante para ti, que significó la existencia entera de todo y que de un momento a otro tengas que ponerle ese punto de culminación sabiendo que luego de eso, ya no habrá más letras, no habrá más historia. ¿puede haber algo más doloroso que eso? Seguro que sí, pero cada quien vive el dolor de distintas maneras.
¿Podría ser infinito? Me refiero a que, ¿puede ser infinita una historia?
No, en la vida nada es para siempre. Nada dura toda la vida. Pero, supongo que ese es el sentido completo de nuestra existencia. Saber resistir cada final que nos toque vivir, incluso si con cada uno se va gran parte de nuestra propia esencia.
¿Cuántos finales puede existir?
¿Cuántos tipos de finales podría haber?
Pueden existir los finales geográficos con sus mudanzas, dejar un sitio que reconocías como tuyo para entrar a uno nuevo donde poco a poco te vayas adaptando.
También están los generacionales con sus edades, ir quemando etapas según nuestro propio crecimiento natural, vivir los 10's los 20's, 30's, 40's... y así cada una de las décadas. Experimentar nuevas sensaciones con la llegada de cada nuevo año e ir abandonando las viejas a medida que vamos creciendo.
De igual forma no podemos olvidarnos de los finales sentimentales, ¿estarían de acuerdo en decir que estos son los más dolorosos?
Los finales sentimentales, no solo recaen en una relación amorosa que puedas tener con alguien. Son los finales donde existen despedidas sin retorno de personas de las cuales no querías despedirte. Son esos finales donde se da fin a una clase de sentimiento hacia alguien, puede ser con la llegada de la muerte y su forma trascendental de hacernos cambiar nuestra perspectiva de vida. O también, donde nos despedimos de un sentimiento enorme y que creíamos existiría de por vida. Estos finales son cruciales, representan un antes y un después en nuestra forma de ver la vida y también, en ocasiones, nos ayudan a mejorar como ser humano. A entender muchas cosas de nuestro entorno y a valorar cosas y personas que antes no valorábamos.
