Capítulo 25

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Narrador

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Narrador

Londres

Al día siguiente

03:42 p.m.

¿Cuantas veces en la vida somos capaces de engañar?

El ser humano tiene una tremenda habilidad para poder mentir que podría ser considerada —en mi opinión— un maravilloso arte de crueldad hacia el prójimo, y al mismo tiempo, una excelente escapatoria de la triste realidad en la que nos vemos envueltos.

Es irónico. Somos tan hipócritas cuando de mentiras se trata porque... odiamos que nos mientan, pero nosotros mentimos a morir.

Luego está ese hecho... ese simple hecho de querer llegar a un punto en nuestra existencia donde no queremos ni verdades, ni mentiras, tan solo queremos ser libres. Donde no queremos creerle a nadie más que a nosotros mismos, donde nos damos cuenta que, en realidad, todos los que te lastiman o mienten pueden irse a la mierda.

Un círculo cercano de personas a las cuales realmente le importas. ¿has contado cuantos son? Puede que solo ocupes un par de dedos. En otros casos, puede que no necesites de ninguno. Daniela Rinaldi y María José Garzón lo sabían. Su círculo cercano era ellas dos y sus hijos. Nadie más.

La llegada a Londres fue rápida. No hubo contratiempos y tampoco ningún tipo de aviso más allá de no que se pronosticaba. Anna junto a Carlo y Harry en Rusia ya había atacado y hecho su parte del plan. La computadora central de Igor había sido intervenida por Gael desde Londres y todos los datos, información y contactos de la familia Petrov, ahora reposaban en los grandes almacenamientos virtuales de G-World.

— ¡Vaya! ¡Hasta que finalmente llegaron! –Sebastián recibe con una gran sonrisa a sus compañeros en la base de la FSM de Londres.

— No grites tanto por favor –Russo cargaba puestas unas gafas oscuras. La resaca estaba pasando factura.

Después de tener esos momentos apasionados junto a su esposa, se emborracharon disfrutando del tiempo libre sin Massimo.

— La fiesta estuvo muy buena, ¿no? –Ximello se acerca a Russo quien se sienta en una de las sillas en la mesa de la sala de reuniones —tanto que tienes chupetones por todas partes –le señala el cuello que rápidamente Russo se tapa con su chaqueta.

— Ya, ya... no molesten –Russo apoya su cabeza en la mesa sintiendo como el sueño le quiere ganar.

— Aquí también hubo fiesta, aunque no tan buena como la que tuvieron ustedes allá por lo que veo –Andrea junto a Mel llegan también a la sala e inmediatamente tratan de molestar a su compañera.

— Allá está Aida o Milán... -la voz adormilada de Russo se hace notar —¿Por qué no los molestan a ellos?

— Uy, uy, uy... -Mel se le acerca —mira esa confiancita, llamando por los nombres a la TC y al general.

OSCURA OBSESIÓN 2 | CACHÉ | +21 | TERMINADAWhere stories live. Discover now