Primera Vez

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-Sí y tú eres el plato principal. -declaró Xandro antes de besar su abdomen.

-Fuck... -gimió sintiendo un escalofrío recorrer su cuerpo provocando que toda su piel se erizará.

-Ahora lo hago. -murmuró sobre su piel con una sonrisa.

-Maldición, ya no volveré... ¿Qué haces? -preguntó sentándose cuando la tomó por detrás de las rodillas y la llevó hasta la orilla de la cama, mirándolo hincarse quedando entre sus piernas.

-Voy a hacer lo que acabas de pedirme. -respondió besando el comienzo de sus pechos, mientras sus grandes manos recorrían sus costados hasta llegar a la espalda y desabrochar el sostén.

-Demonios... -gimió cuando la lengua caliente del griego lamió su pezón el cual se erizo en cuanto se vio libre del encaje- Xandro...-lo llamó echando la cabeza hacia atrás, cuando sintió sus dientes mordiéndola suavemente- Yo... No volveré... -gimió apretando el borde de la cama con las manos sintiendo como succionaba con fuerza su pezón, provocando que se mojará y se notará en el encaje de sus bragas que aun las cubría- A ver de la misma forma...

-Hablas mucho también en esto. -dijo sonriendo, liberando su pezón completamente duro, para pasarse al otro.

-Lo siento... -murmuró llevando una de sus manos al cabello del griego.

-No me molesta. -habló sobre su piel.

-¿No? -inquirió sintiendo sus grandes manos recorrían su cuerpo.

-No. -respondió besando su abdomen, bajando, dejando un camino húmedo con su lengua, besó su vientre- Mi comida está jugosa y caliente. -dijo notando la humedad en el encaje que la cubría

-¡Xandro! -exclamó sintiendo como su cara empezaba arder.

-¿Por qué te da vergüenza? -cuestionó incorporándose para besarla lentamente- Así me gusta la comida. -dijo entre el beso, antes de que su lengua se enredara con la de ella, al tiempo que sus manos se deshacían de las bragas- ¿Dónde quedó la ardilla atrevida? -preguntó mirándola a los ojos.

-No soy tan atrevida en esto. -confesó.

-No eres virgen ¿Verdad? -inquirió viendo cómo de nuevo el rostro de la rubia se ponía rojo- ¿Eres virgen? -cuestionó.

-Bueno, depende a lo que te refieras con virgen, porque qué tu digas que católica soy, pues no. -bromeó, pasando sus manos por el cabello del griego.

-¿Has estado con alguien más Karenina? -preguntó con tono serio.

-Bueno he tenido un novio, y nos besábamos, nos tocábamos, pero hacerlo, hacerlo, pues no -respondió.

-Pero el primer día que nos conocimos me invitaste. -recordó mirándola.

-¿Qué con eso? -preguntó aun con las mejillas rojas.

-Pensé que tenías experiencia. -respondió pensativo.

-No del todo ¿Ya te arrepentiste? -quiso saber.

-No ¿Y tú? -inquirió y ella negó- En buen momento decides callarte, ardilla. -dijo antes de besarla suavemente.

-Quiero hacerlo contigo, no te detengas. -declaró mirando sus ojos, tomando su rostro con ambas manos.

XANDRO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora