Pensativo

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—Listo. —dijo Xandro subiendo a la camioneta.

—¿Cómo te fue? ¿sucede algo con el jeep? —preguntó Ares pues se dio cuenta que había ido al taller mecánico.

—No, está en perfecto estado, es otra cosa, nada de qué preocuparse. —respondió mirando al jeep estacionando frente a la farmacia— De hecho, allí está. —señaló, viendo a la rubia salir con una bolsa con medicamento en la mano— Puedes detenerte un segundo.

—Claro, supongo que esa es tu novia. —comentó Ares deteniéndose a un lado del jeep.

—Amiga. —lo corrigió Antes de bajar— Hola ardilla. —la saludó.

—Hola. —respondió con una sonrisa al verlo.

—¿Estás enferma? —se interesó.

—No ¿y tú? —respondió.

—Yo no soy el que trae medicamentos. —señaló la bolsa en su mano.

—¿Esto? Solo es una pastilla, nada grave. —le contó deteniéndose frente a él.

—Nada grave, si no estás enferma para que vas a tomar medicamento. —dijo impidiendo que abriera la puerta.

—Eres un robot metiche. —se burló, recibiendo una intensa mirada por parte del griego— Está bien, témpano de hielo. —dijo mientras se ponía de puntas para acercarse a él y murmurar en su oído— Son pastillas que debo tomar si no queremos tener bebés.

—Oh. —musitó.

—Ayer se nos olvidó el condón, no podemos arriesgarnos.

—Lo siento, debería ser más cuidadoso. —se disculpó.

—Debimos, no estabas jugando solo. —aceptó la parte de su culpa.

—¿Ya te la tomaste? —quiso asegurarse.

—Sí, por eso hay una botella de agua y la caja está vacía. —dijo mostrándoselo— Puedes respirar con calma, soy la que menos quiere tener hijos a esta edad. —dijo dándole un suave golpe en el abdomen— Ahora debo irme para seguir empacando mis cosas.

—Está bien, nos vemos para cenar. —le recordó.

—¿De qué hablas? No hemos quedado en ir a cenar. —comentó.

—Te dije, pero creo que aun seguías dormida, te invito a cenar ¿qué dices?

—Que me encantaría, pero tengo que trabajar por la tarde en la cafetería y por la noche en el bar y como hoy es mi último día trabajando de mesera no quiero llegar tarde ¿podríamos dejarlo para otro día? —le propuso.

—No me dijiste que ya ibas a dejar el trabajo.

—Se me pasó, pero necesito unos días libres para limpiar la cabaña y dejarla lista antes de entregarla a su dueña, además que aún no termino de empezar mis cosas, por lo que hoy es mi última noche en el bar y mañana mi última tarde en la cafetería, si quieres podríamos cenar el viernes. —le sugirió.

—El viernes entonces tienes una cita conmigo. —aceptó con una suave sonrisa.

—Muy bien, ahora quítate que necesito volver a la cabaña para terminar algunos pendientes. —dijo sonriendo, dándole de nuevo un suave golpe en el abdomen.

—Bien, te miró en el bar esta noche, dormimos juntos. —declaró antes de darle un beso casto, sin importarle que su hermano estuviera viéndolos.

—Está bien, pero no olvides los condones. —aceptó dejando que le abriera la puerta, para subir.

—Ardilla caliente. —murmuró acercando su rostro al de ella para besarla lentamente.

—Tu eres un Robot caliente, si sigues así vas a arruinar tu sistema central. —dijo riendo, dejando sus labios.

XANDRO Where stories live. Discover now