Italia

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Desde que estaba junto a su ardilla los meses pasaron rápidos, se encontraban por entrar al verano, su rubia acaba de ganar un mes de pasantía en Italia, en el restaurante de un gran chef, por lo que planeo tomarse todo el verano para acompañarla, no era que su sistema hubiera sufrido una actualización y el programa de celos ahora estuviera más activo que nunca, claro que no era eso, porque realmente necesita tomar unas vacaciones, tomó de nuevo las dirección de la empresa de su padre, lo significaba que estaba trabajando igual que ante, tener novia no le impedía hacerlo, sobre todo porque Nina pasaba de lunes a viernes en la universidad, los fines de semana él la visitaba para estar juntos o ella regresaba a Manhattan cuando los trabajos universitarios se lo permitían.

Cada fin de semana que volvían a encontrarse quería confesarle que aún seguían casados, pero siempre se detenía, debía encontrar el valor para decirle la verdad, aunque su amigo camilo lo animaba a que lo hiciera, borró completamente la idea después de tener una conversación con Mijaíl unos meses atrás.

<<<Flashback>>>

-Como he dicho no tengo ningún problema con que mi hija tenga una relación contigo, pero espero que permitas que termine sus estudios. -dijo Mijaíl.

-También quiero que termine sus estudios y que se desarrolle profesionalmente. -declaró con tono serio.

-Me alegra escucharlo. -declaró el ruso dándole una palmada en la espalda, antes de ser interrumpidos por su ardilla.

<<<Fin del Flashback>>

A pesar de la amenaza del ruso, necesitaba decirle la verdad a Nina porque estaba por cumplir un año de casados y está completamente seguro de que su ardilla se enojaría con él por tardar tanto en decírselo, miró su reloj dándose cuenta ya casi era de pasar por ella irían a comer hamburguesas al lugar preferido de la rubia, se dio prisa para terminar con lo que estaba haciendo.

(...)

-¡Permiso, voy pasando! -anunció mientras atravesaba el lobby de la empresa de su robot, el cuál era igual o más grande que la de su papá.

-Señorita, disculpé. -dijo sin aire el de seguridad deteniéndose frente al elevador donde la rubia se detuvo.

-Para ser de seguridad no tiene buena condición. -señaló sonriendo Nina.

-No puede entrar con patines. -declaró intentando recobrar el aliento, ignorando el comentario de la rubia.

-Claro que sí, ya estoy aquí. -oprimió el botón para que las puertas se abrieran.

-No, lo siento, no puedo dejarla seguir. -se interpuso en su camino.

-Es una mala idea hacer eso, con la condición de que tiene podría empujarlo y lastimarlo, hágase a un lado debo subir. -dijo sonriendo.

Estaba de buen humor porque pronto estaría disfrutando del verano en Italia con su témpano de hielo.

-Lo lamento, debe acompañarme. -la tomó del brazo.

-No puede tocarme. -señaló.

-Solo voy a acompañarla fuera del edificio. -la jaló.

-No quiero ir fuera del edificio, tengo una cita con el presidente de esta compañía.

-Lo dudo mucho, será mejor que no ponga resistencia, acompáñeme.

XANDRO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora