Día 19: Chica Araña

488 27 15
                                    

Desde la separación de las especies vertebradas con las invertebradas, mi especie ha residido en los bosques del mundo.

Las habilidades biológicas y mentales de mi raza siempre han sido un beneficio de supervivencia, después de todo, las chicas arañas somos fuertes y astutas.

Me encontraba ya desde hace más de 5 años en ese hueco del enorme roble que llamaba mi hogar. ¡Es perfecto! Su altura me da la seguridad que necesito, mientras que al estar casi en medio del bosque, es fácil amplificar el rango de mis telarañas trampa, por lo que la comida casi siempre abundaba. Básicamente mi vida estaba más que resuelta. Ahora solo faltaba mi etapa reproductiva, la cual estaba a casi nada de entrar.

Un hilo que se encontraba amarrada en la entrada a mi cueva, comenzó a vibrar.

Eso significaba comida.

Me levanté algo perezosa con la intención de ir a recoger el animal pequeño animal que habría de quedar atrapado, Hasta que el hilo se rompió.

Nada había podido romper mis hebras filamentosas, siempre las hacía de un grosor en específico para poder amarrar a cualquier animal. Aun fueran animales grandes, siempre terminaban enredándose entre los demás hilos.

Otros hilos comenzaron a aflojarse, como si la tensión de ellos se rompiera en un frio instante.

Definitivamente eso no era un animal.

Rápidamente baje por otras hebras que se mantenían aun firmes y tensas. Lo que sea que este rompiendo mi preciosa telaraña lo pagaría muy caro.

Me detuve en silencio al escuchar voces humanas, y rápidamente me escabullí en un escondite cercano: Un árbol con hojas frondosas.

Busqué en silencio con la mirada desde mi escondite, hasta que lo vi casi a lo lejos.

Un chico de tez bronceada, un poco bajo de estatura, como de 1.60, de cabello oscuro como la noche, vestido como arquero con su arma guindada en su espalda, mientras que con una espada corta se abría paso entre mis telarañas.

Un arquero solitario no era fácil de ver y menos por estos rumbos del bosque. No pude evitar notar que de su mano izquierda guindaba un poco de mi telaraña.

Así es como se había liberado. Con una mugre espada.

Y no conforme con la posibilidad de irse después de romper mi hermoso hilo, seguía rompiéndola más a regañadientes.

- ¡Malditas telarañas! ¡Solo me estorban! – Maldijo en lo alto mientras continuaba avanzando.

No soportaría más.

Lance una esfera de telaraña hacia su tobillo derecho. Haciendo que se detuviera rápidamente.

Soltó su espada y rápidamente se posiciono dispuesto a lanzar una de sus afiladas flechas hacia la copa de los árboles.

Observo con determinación cada rincón a su alrededor sin dejar de apuntar. Sabía que era peligroso armado, después de todo, los arqueros de su especie son seres muy capaces. Pero no le daría la oportunidad de defenderse... o de huir.

-¡Muéstrate!- Ordeno.

¿¡Cómo se atreve!?

-No te tengo miedo- Menciono en un susurro casi inaudible, pero al estar cerca lo pude escuchar con claridad.

Comencé a enhebrar otra telaraña trampa entre mis manos, trataba de ser rápida y silenciosa, pero parece que fue suficiente para el humano, pues rápidamente apunto hacia mi dirección y de forma consecutiva lanzó dos de sus flechas.

El Dominio Del Imperio [Monster Girl Stories] [+18]Where stories live. Discover now