El Dominio Del Imperio [Monster Girl Stories] [+18]

Día 15: Lección no aprendida

-¡Ya no lo soporto! ¡En esta semana ha mordido a 3 clientas! Además, me ha causado muchos problemas como intento de violencia y ha insinuado a otros esclavos a revelarse ¡Merece un castigo!- Respondía con imponencia la joven lamia de escamas azules.

Había pasado más de dos meses desde el incidente del intento de escape masivo de los esclavos. Después de que Kobu había sido exprimido hasta casi morir como castigo por la insolencia de enfrentar a la reina, y lo habían torturado muchas veces en el ruedo como astillero de práctica, lo había mandado a varios burdeles humanos, con el fin de darle un propósito de esclavitud al joven malhechor. Una semana después de su llegada a "Lamia's home" (el último burdel disponible que alojaba a Luka) La lamia encargada del lugar, se quejaba de las acciones del castaño, cosa que realmente irrito a la reina. Estaba harta de las acciones de ese chico y solo se enfocaba en escuchar detalladamente.

-Lo tendrá joven lamia.- Pensó por unos instantes hasta que dio con el castigo ideal -Mañana, a medio día, llévelo a una celda de castigo, una parte donde no se puedan escuchar sus gritos, ahí le llevaré a sus verdugos que lo educaran para que no vuelva a causarle problemas .

-¿Verdugos? ¿Serán varios? Por favor su majestad, lo quiero vi...

-No se preocupe.- Interrumpió la majestuosa arpía - solo dele una buena cena para hoy y un desayuno ligero mañana, y ya verás. Las cosas mejorarán en tu burdel- concluyó.

La lamia asintió repetidamente, se inclinó en respeto a la Reina y se fue de los aposentos de esta.

Mientras el día transcurría lentamente, La reina arpía decidió llamar a los "verdugos" que tenía en mente para dialogar con ellos sobre el pequeño trabajo. Aquellos seres no dudaron en aceptar la oferta de su majestad.

Los gritos de amenazas por parte de Kobu le habían provocado un fuerte dolor de cabeza. Había seguido las instrucciones de la reina arpía justo como se le había dicho, ahora solo se encontraba sentada en la recepción de su establecimiento, mientras olfateaba un poco de su extracto de tomillo para aliviar su dolor de cabeza intenso.

Era justo medio día, cuando unos aleteos y unas risas se escucharon en la entrada de su burdel. Impaciente por saber quién era, la lamia se asomó, asombrándose por la Reina y sus acompañantes.

Aquellos demonios cuyas risas semejaban a las de hienas en celo, eran imposibles de confundir.

Súcubos inferiores.

Aquellos demonios de colores semi-oscuros característicos en toda su piel se reían sin parar, llevaban muy poca ropa, pues apenas cubrían sus partes intimas. Se notaba en el rubor de sus mejillas y en sus pupilas dilatadas que solo pensaban en cosas indecentes que ansiaban hacer a la víctima que ni siquiera conocían.

El dolor de cabeza en la lamia desapareció por completo y se mordió el labio inferior con algo de miedo. Inmediatamente, salió a recibir a la reina y a sus "invitadas", La conversación fue breve, pues la reina inmediatamente ordeno que llevara a los 5 súcubos con el esclavo rebelde.