Capítulo 9 - Parte I

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Capítulo IX — Un Llanto que se Desvanece.

残音未了。

ADVERTENCIA: Este capítulo contiene elementos y temas de carácter maduro. Se recomienda la discreción de los lectores.

Las sombras de los árboles fuera de la ventana se balanceaban suavemente en el aire quieto de la primavera. Aunque todavía no era pleno verano, la falta de viento era suficiente para dificultar el sueño de aquellos que estaban llenos de pensamientos.

Un oscuro silencio cubría el Palacio de Datong en las horas previas al amanecer, la suave luz de la luna se abría paso en una pequeña habitación del patio interior e iluminaba una cama y el rostro sudoroso de la persona que yacía en ella.

Aunque todavía dormía, el rostro de Lu Cang se contorsionaba en una expresión desagradable y se revolvía inconscientemente en la cama, que obviamente debía ser cómoda.

"Jing... no..." Finalmente la pesadilla lo despertó y saltó violentamente de la cama con una mirada llena de pánico. Solo entonces se dio cuenta de que había llamado un nombre que no debería haber sido mencionado en su estado de desorientación.

Agradecido de que sólo fuera un sueño, Lu Cang respiró profundamente el aire fresco de la noche y trató de calmarse, luego se vistió con una fina prenda exterior y simplemente se levantó de la cama y se colocó frente a la ventana.

La luz de la luna no era muy brillante, y el elegante paisaje durante el día ahora parecía no ser más que una monótona sombra negra. Pensando en sus propios sentimientos confusos y caóticos durante el último medio mes, no pudo evitar soltar un largo suspiro.

Hacía medio mes que Xuanyuan Yongyi, antiguo príncipe de la Dinastía Datong, tío paterno y objeto de los sueños del propio emperador Jing Zong, había sido encarcelado en palacio acusado de traición. El emperador Jing Zong estuvo con él día y noche con el pretexto de interrogarlo, y aunque los rumores habían circulado por el palacio durante mucho tiempo, nadie se atrevía a desafiar al emperador. Sin embargo, Lu Cang; que había sido testigo de las relaciones amorosas entre los dos hombres, sabía en su corazón cómo estaban realmente pasando esas "sesiones de interrogatorio".

Los abrazos interminables, los besos, los susurros lascivos, las caricias, los orgasmos que eran una mezcla de dolor y placer... Aunque ya había pasado algún tiempo, Lu Cang seguía sintiendo que su cuerpo se calentaba al pensar en el tiempo que había pasado con Jing.

Pero no, nunca admitiría que el caos y la excitación del pasado habían provocado todo esto.

Cuando Lu Cang pensó que había estado tan intoxicado por la obsesión de Jing con él hace algún tiempo, la vergüenza lo consumía desde el fondo de su corazón, y no quería otra cosa que arrancar de la realidad todo este episodio lleno de horror, incluyendo su propia ignorancia y sus emociones unilaterales.

Tal vez al comienzo de su relación fue pasivo e incluso fue doloroso sufrir la tortura y humillación que le infligía Jing. Pero a medida que el rostro tan hermoso como el de una hada de Jing se hundía en su corazón, así como sus ocasionales muestras de ternura, Lu Cang finalmente comenzó a caer inconscientemente en su grácil y firme abrazo. Incluso empezó a deleitarse, como una mujer, en el hecho de que tenía el encanto necesario para atraer la atención de Jing durante mucho tiempo, imaginando que había factores emocionales detrás de la persecución del Jing y, al final, perdió por completo el estilo extravagante y orgulloso que alguna vez había tenido como rey bandido de una fortaleza. Desafortunadamente, su aura antes arrogante y dominante se redujo a un residuo polvoriento.

Pensando en esto, Lu Cang sintió que realmente debía estar agradecido con Xuanyuan Yongyi—— Aunque los ardientes sentimientos de Jing por ese hombre habían empujado a Lu Cang de un hermoso sueño al abismo de la desesperación, también podría decirse que al mismo tiempo lo había sacado de un pozo de perdición que estaba a punto de acabar con su vida——

El Dragón ColoridoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora