we are jaune ᥫ᭡ | Jenlisa

Capítulo 21: Conejito de caramelo.

Los sueños eran mundos mágicos que no tenían límites, podían ser recuerdos o elefantes volando como un avión en plena tarde sobre el mar, tan fantásticos y diferentes. Rosie muchas veces soñaba cosas que veía en televisión, otras veces recuerdos, y rara vez alguno completamente alocado, como en ese momento en donde los límites no existían en su cabeza.

Se trataba de ella con un traje de capitán dirigiendo un enorme barco en forma de mariposa, sobre un histérico mar de gelatina sabor chicle, estaba bajo una tormenta de soda e intentaba salir de las olas que querían devorar su amado barco ¡Pero no lo permitiría! Su deber era cruzar el mar hasta llegar al castillo de los reyes girasoles para entregarles a su pequeño girasol. Sus manos hacían maniobras en el timón y aunque su sombrero tapara su vista al caerse, no perdía el rumbo.

Hasta que una enorme ola comenzó a seguirla para comérsela.

Intentó hacer que su barco mariposa volara pero fue imposible, la ola ya la tenía atrapada en su gelatinoso mar. Había fallado su misión.

A pesar de no haber momentos oscuros o rostros sin forma, le fue imposible no asustarse y despertar de golpe debido al impacto. Tanto su respiración como sus latidos estaban acelerados, cuando se percató de que nadie venía por ella para cargarla recordó que ya no estaba en casa, hizo una mueca con los labios viendo hacia su izquierda donde la castañita también empezaba a despertar estirando sus brazos.

-¡Buenos días Mano Rosie!- Saludó entusiasmada antes de colocarse sus lentes, sus ojos se veían más grandes y brillantes. -¿Tuviste sueños bonitos?

La azabache lo pensó un poquito antes de negar suavemente. Jisoo se bajó de su cama preocupada y se subió a la de la menor llamando su atención.

-Mi doctor dijo que cuando tuviera miedo hiciera esto- Los brazos de la castañita se cruzaron entre ellos para abrazarse así misma, dando leve palmadas en sus hombros y cerrando sus ojos. -También hay que imaginar cosas bonitas, es un abrazo mariposa, inténtalo Mano Rosie.

Rosie le prestó atención a Jisoo, imitando sus acciones dándose un abrazo e imaginando cosas bonitas, o bien personas. Imaginó que Jennie
era quien la abrazaba mientras le
cantaba una canción o que era Lisa tarareando ritmos. De solo pensarlo una sonrisa aparecía en sus labios, ahora se sentía más tranquila y reconfortada, hasta había olvidado su mal sueño.

-Ya no tengo miedo.- Dijo abriendo sus ojitos al igual que Jisoo.

-Eso quiere decir que eres valiente,
una vez mi doctor dijo que las personas que sienten miedo son valientes y fuertes.

-¿Qué es valente?

Se quedó un momento con su boquita abierta pensado en esa palabra, si bien la había escuchado muchas veces no sabía su significado ¿valiente está relacionado con un vals caliente? Era demasiado para la cabeza de Jisoo, no podía pensar más.

-Creo que es... ¿una persona fuerte?¡Bah! No importa, vamos a desayunar porque mi barriguita tiene hambre, mira- las manos de Soo levantaron su suéter a la altura de su pecho, mostrando su pancita, en ella había una carita pintada con color rojo y la pequeña la movía haciendo ruidos graciosos.

Rosie intentó tocarla con su dedito porque le daba curiosidad, pero Jisoo era muy sensible y con un toquecito ya se estaba partiendo en risas.

La burbuja de carcajadas tuvo que descender al suelo cuando una
cuidadora llegó hacia a ellos para
llevarlas a desayunar al mismo
comedor de la vez pasada, su mano
estuvo sostenida con la de la castaña
hasta sentarla junto a ella otra vez, viendo con curiosidad el pan dulce, la leche y el huevo, este no tenía la carita que ponía Nini, era simple y aburrido.