27. Cast away.

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Hola mis bonitos lectores~ Viernes igual a clases igual a mi cerebro necesita procastinar de vez en cuando, así que, acá me tienen. Estoy emocionada por las cosas que se vienen en el fic, este es el capítulo más tranquilo dentro de todo, el de mañana es más sanador y develador para el desarrollo de Eiji, pero hoy profundizamos un poco más la brecha. Friendly reminder de que en este fic promovemos sentir emociones y por ende, Eiji no solo tiene emociones "bonitas" igual es heavy darse cuenta de la brecha y su situación actual.

Espero que les guste~

Eiji se para frente al inmenso ventanal, hay una taza de café caliente pendiendo entre sus manos, no la bebe, está demasiado amarga puesto que Max se encargó de filtrar el café y aun así le es agradable sentir cómo el vaho cándido destila a través...

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Eiji se para frente al inmenso ventanal, hay una taza de café caliente pendiendo entre sus manos, no la bebe, está demasiado amarga puesto que Max se encargó de filtrar el café y aun así le es agradable sentir cómo el vaho cándido destila a través de su piel. Plic. Plic. Plac. Gotas iridiscentes aterrizan en el ventanal para deslizarse hacia el abismo de concreto (está tan alto que ni siquiera ve hacia a dónde caen), aun así, su aliento transparentado le da una pista del frío que tiene.

Debería ponerme algo más que la camisa de Ash, piensa.

Pero la camisa huele a Ash.

A gato doméstico. Cuerdas de guitarra. Y un poco de sol.

Eiji sonríe, hunde con vergüenza sus hombros bajo la camisa y permite que la esencia lo envuelva en la ternura de una manta, estos meses de gira se ha acostumbrado demasiado a Ash. Su olor. Su rostro adormilado al despertar. Sus jades reluciendo en el escenario. Su voz eufórica por la música. Su ceño fruncido mientras compone nuevas canciones. Cómo se acurruca para leer. Cómo aunque canta para miles de personas, se las ingenia para cantarle solo a él. Eiji se ha acostumbrado a una vida con Aslan.

Suspira.

Bebe un poco de café.

Quedan siete locaciones antes de volver a sus respectivas realidades. Ajenas. Apartadas. Una brecha.

—Somos de mundos diferentes, me dijiste una vez.

Pero, ¿es eso cierto? Tenemos piel y ojos de diferente color. Nacimos en países diferentes, pero somos pareja, ¿no es eso lo que cuenta?

Sea cual sea la respuesta, no quiere saberla.

—Acá estás. —Un par de brazos lo rodean, no es un toque posesivo ni demandante, de hecho es casi flojo y aún así, es capaz de darle una sensación de estabilidad que solo ha soñado—. ¿Qué haces acá tan tarde?

—No podía dormir. —Tararea, sus dedos golpetean la porcelana. Tap. Tap. Tap.

—¿Por qué no me despertaste para no dormir contigo entonces? —Eiji ahoga la risa, el tono del lince es trémulo e infantil, el sueño envuelve su voz igual que una funda de guitarra, es adorable, eso hace que su corazón salte de dicha.

—Tienes que dar un concierto mañana. —Y justo cuándo creía que su corazón no podía ir más rápido, Ash apoya su mentón encima de su hombro, cubriéndolo igual que un paraguas en plena tempestad.

Glimpse of us [Angstpril 2023]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora