El Sultán (KatsuDeku)

Capítulo 8. Verdad

La designada para dar el aviso del embarazo de Izuku fue la sultana Momo. Ella, muy feliz, visitó sus aposentos la mañana del tercer día después de la noticia, le dio la enhorabuena y le obsequio un amuleto contra el mal de ojo. Escribió en su presencia la carta para su majestad y la entregó personalmente a un mensajero del palacio.

Cuando la carta llegó, la guerra había terminado al fin, Katsuki era victorioso. Se anexaron al imperio el desierto de Sahali y el paso Tonne. Los soldados celebraron toda la noche y descansaron hasta tarde el día que el mensajero apareció.

Kirishima lo interceptó.

—Mi señor gran Visir, —dijo el mensajero mientras se inclinaba 90 grados ante el pelinegro y extendía el porta pergaminos de bronce que era exclusivo de la familia real. —He traído una carta muy importante del palacio para su majestad el sultán Katsuki.

Kirishima tomó el envase de las manos del mensajero y preguntó: —¿Quién la envía?

—Su majestad la sultana Momo. Me ha pedido comunicar que, si bien el mensaje no es urgente, se trata de una muy buena noticia.

—De acuerdo, yo la entregaré, ve a descansar.

El alfa siguió su camino hacia la casa de campaña de su majestad Katsuki, una vez adentro encontró a su majestad charlando animadamente con Sero, el capitán en jefe del ejército imperial. Apenas lo vieron entrar lo invitaron a unirse.

—¿Dónde estabas Kirishima? El sultán está de muy buen humor hoy.

Katsuki rio con ganas.

—Me encontré a un mensajero del palacio, trae una carta de la sultana Momo, al parecer son buenas noticias.

Sero y Katsuki se vieron el uno al otro.

—Bueno adelante, léeme esa carta.

Kirishima sacó el pergamino del envase de cobre y leyó.

Querido hermano,

Todo en el palacio es excelente, nos hemos enterado ya de tu victoria y estamos muy felices, esperamos tu regreso con alegría y esperanza.

Hace unos días hubo un pequeño incidente, desconozco los detalles, pero seguro te los contarán cuando regreses, lo importante de todo es que gracias a esto nos enteramos de una maravillosa noticia.

Es de mi entero placer informarte que tu favorito, el señorito Izuku está en cinta, ha entrado en el segundo trimestre del embarazo y la doctora dice que tanto él como el cachorro gozan de buena salud. Todos en el harem estamos pendientes de él, así que no te preocupes. Incluso madre está contenta, ilusionada con la idea de ser abuela.

Esperamos tu regreso pronto.

Tu querida hermana.

Cuando Kirishima levantó el rostro vio al sultán sonreír como nunca lo había visto hacerlo. Se puso de pie de un salto y soltó una carcajada.

—No puedo creerlo. Izuku, está embarazado —dijo, muy alegre —Izuku está esperando a mi cachorro.

Kirishima comenzó a reír con él contagiado de la alegría, Sero se les unió después y felicito a su majestad con un abrazo y una enhorabuena.

—Nada podría hacerme más feliz.

—Pediré que disparen los cañones —informó Sero saliendo de la carpa a toda prisa —El sultanato entero tiene que enterarse que su majestad tendrá un bebé muy pronto.

—Felicidades su majestad, espero que el bebé llegue sano y crezca para ser un increíble príncipe o sultana.

—Oh Kirishima, —el sultán sin previo aviso abrazó a su gran visir quien no mucho después le respondió el gesto.