T3. Capítulo 12. Es bonito ¿verdad?

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Cuando el día de la fiesta por fin llegó, Izuku estaba más que atareado. Había estado tan ocupado con la fundación y su nuevo complejo que ni siquiera había visto a sus cachorros más que en las cenas.

Esa noche Izuku enviaría a varios lindos omegas a bailar en el salón del nuevo harem y dejaría que Kai eligiera uno de ellos, lastimosamente, su propio favorito no estaría en aquel grupo, Izuku quería reservar a Izumi para que se encontrará con Kai en otro momento.

Después de la fiesta, Kai estaba enterado de que sería enviado a su primera expedición en solitario. Llevaría una armada que había solicitado con anterioridad y sus únicos acompañantes serían su hermano Gogo y su leal amigo Daiki. Está sería la primera prueba a superar para el príncipe, estaba ansioso de mostrarle a su padre y al pueblo que estaba listo.

Cuando la celebración terminó el omega que apareció en sus aposentos era muy lindo. Un chico bajito de cabello rubio y ojitos azules. Parecía tímido cuando se presentó.

—Akemi, es un nombre muy lindo —le dijo, justo antes de besarlo.

Unos días después la señora Nemuri se presentó en el harem

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Unos días después la señora Nemuri se presentó en el harem. Se trataba de una de las nodrizas del sultán Katsuki. Una mujer alta, bien parecida y bastante astuta. Ella había dejado el lado de su majestad cuando él salió de Aki, siendo un sultán, hace más de 20 años.

Cuando llegó al palacio para tomar la dirección del harem privado de su majestad Izuku se sintió inquieto. Sobre todo porque durante casi un año no se había preocupado respecto a las mujeres que visitaban a su majestad. Antes de Nemuri, si la fallecida madre sultana enviaba a alguna concubina esta no tardaba en ser rechazada, pues Katsuki no estaba dispuesto a tocar a otro omega que no fuera su esposo. Así había sido desde que llegó y, no lo malinterpreten, no es que creyera que ahora con Nemuri sería diferente, sino que ya no había tenido que ver a esos omegas preparase o bailar para el sultán cuando él mandaba en su harem. A Izuku le daba cierta tranquilidad que le quitaran una carga de todas maneras. Solo debía confiar en Kacchan.

Sin embargo, mientras él se ocupaba de prepararlo todo para la pronta partida de su hijo, en otra parte del palacio, se planeaba el encuentro de su majestad con un omega diferente.

Fue la tarde de un lunes cuando Katsuki paseaba por uno de los jardines.

—¿Cuál era tu nombre? —le preguntó, genuinamente interesado.

—Izumi, mi señor.

"Es hermoso" pensó. —¿Qué edad tienes?

"Eso no importa" le respondió la voz de su cabeza.

—20 años, mi sultán.

Katsuki sonrió forzado, era demasiado pequeño, "no, no lo es". Él realmente creía que sí lo era. "No lo es, es un omega adulto, basta con mirarlo".

La ropa que traía el omega le quedaba a la perfección, su pecho era firme aunque pequeño, sus caderas no tan anchas pero su cintura, vaya que era delgada.

El Sultán (KatsuDeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora