T3. Capítulo 3. Uno más ¿uno?

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Nota:
La melancolía postparto y la depresión postparto son temas diferentes, en general la primera puede durar algunos días y sus síntomas son pocos a comparación de la depresión que es más intensa, puede durar meses (creo que hasta años) y necesita la intervención de profesionales, pero ninguna de las dos es motivo de vergüenza y por supuesto no menos importante.

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Las piernas le temblaban y sentía el cuerpo lívido, cuando Kokomi se soltó perdió completamente el equilibrio y no se pudo sostener de nada. El omega rodó escaleras abajo, cayó todo un piso por las escaleras.

Mina, Tokoyami y Momo corrieron hacia él cuando se detuvo al final de los escalones. Momo miró duramente a Kokomi, ella estaba casi tan pálida como Izuku pero del pánico. No fue intencional, aún si no quiso ayudarlo, no quería provocar algo así.

Izuku comenzó a quejarse de un intenso dolor en el vientre mientras sostenía su panza de casi ocho meses con ambas manos, se dobló sobre sí mismo sintiendo una fuerte contracción.

-Está entrando en trabajo de parto -alertó Mina. Tokoyami cargó a Izuku cual princesa y se dispuso a llevarlo a los aposentos.

Momo corrió en dirección contraria, debía dar aviso al sultán.

Katsuki estaba en una asamblea con sus gobernadores, cada seis meses todos se reunían en el palacio de su majestad a ofrecer su reporte de estado, en general les tomaba alrededor de tres días y ese era, para fortuna de Katsuki, el último día, varios gobernadores incluso ya habían partido a sus provincias. El sultán estaba empezando la cena con los últimos que no partieron cuando Momo apareció en la habitación.

-Mi sultán, hermano, Izuku entró en labor.

Todos los hombres se pusieron en pie para felicitar a su majestad por la llegada del nuevo bebé, nadie más que los hermanos estaban conscientes de lo peligroso que sonaba todo.

Katsuki había estado pendiente de la salud del omega, cuando la doctora les dijo que se trataba de un embarazo riesgoso sus preocupaciones se multiplicaron y justo en ese momento solo pudo pensar en qué algo debió haber pasado. Se disculpó rápidamente y salió del salón.

-¿No es muy pronto? Aún no se cumplen los nueve meses.

Momo prácticamente corría detrás de él.

-Se adelantó, definitivamente, la razón no importa, rezo porque el cachorro nazca a salvo.

En sus aposentos Izuku ya estaba siendo atendido por la doctora y varias enfermeras, debido a sus últimos cuatro embarazos ya sabía lo ajetreado que era todo al momento del parto así que pensó que sería sencillo, pero no estaba siendo nada similar.

Había un segundo dolor diferente al de las contracciones, Izuku resistió el dolor tanto como pudo, sosteniendo los soportes de la cama pujó por su bebé. El parto duró varias horas, estaba a punto de desmayarse del cansancio y el dolor pero se obligó a continuar hasta escuchar el llanto de su cachorro.

Desde afuera Katsuki escuchó el grito del recién nacido, entró rápidamente, no toleraba más la espera, necesitaba ver cómo estaba Izuku.

Cuando ingresó las enfermeras ya limpiaban al bebé, sobre la cama el peli verde se estaba quedando dormido mientras Denki le limpiaba el sudor de la frente.

-¿Cómo está?

La doctora volvió a verlo algo asustada, no era propio que el sultán entrara aún.

-Él está bien, el bebé tardó un poco en nacer pero, todo parece estar en orden.

Una enfermera se acercó con el cachorro apenas envuelto en una manta, ante la angustia del papá vieron necesario que sostuviera a su hijo antes que nada.

El Sultán (KatsuDeku)Where stories live. Discover now