Capitulo 15

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España estaba sentado en la parte trasera del coche, miraba por la ventana viendo a las personas caminar tranquilamente, hablando y riendo con paraguas en la mano por la tormenta que se avecinaba.

Su mente era un caos, su corazón latía a mil por hora, sus manos sudaban y sentía que le faltaba el aire. No paraba de repetir en su mente la conversación que había tenido con el estadounidense días atrás, el como confeso que se había enfermado de él y como se lo repitió en el banco del parque, no podía evitar sentir algo de pena hacia él, a sus ojos y el de muchas personas USA era un country increíble, capaz de tener cualquier cosa, animal, persona y country con un chasquear de dedos, era guapo, tanto en su forma country como humano tenía carisma y una sonrisa de pillo muy encantadora y que le hacía aparecer unos hoyuelos adorables, en verdad se sentía un poco mal hasta cierto punto, después de todo si hubiese sido más bueno con él quizás no lo hubiese obligado a llegara tales extremos.

"¿Pero que mierda piensas España? Tú no tienes la culpa, él es un gilipollas bastardo sin remedio".

España encendió el teléfono y busco una foto del alemán, sonrió sin darse cuenta cuando lo vio, su corazón saltaba de felicidad recordando la cita que habían tenido  lo bien que le fue al punto de que ahora el alemán le pedía una. Sin duda España sentía algo profundo por él, sentía que podía confiarle su mundo y secretos, quería sentirse así de nuevo. En el mundo nuevo donde él vivía, donde su pueblo no pasaba la hambruna e inseguridad de hace unos años atrás y donde él ya no era tan relevante en el destino de su gente, sentía que podía parar por un segundo y dedicarle su vida a alguien más, el problema sería los humanos, no estaba muy seguro de que ellos lo apoyaran y ya no tan solo los españoles, también los alemanes, era consciente que para ellos Alemania era su niño bonito, estaban muy contentos y orgulloso de él, lo había sacado de la miseria, le había dado unidad y le hacían volver a sentirse orgullosos de ser alemanes. España sabía que su reputación en Europa más que mejorar había empeorado con el tiempo, en la familia Europea le había tocado ser el tío borracho y chistoso de la familia, estaba seguro que para mucha gente eso sería un horror y eso que no se ha hablado de la homofobia.

España chasqueo la lengua " Maldita sea, España, aún no sois pareja, no sois nada, solo me ha pedido una cita... una cita" España sonrío como un idiota y empezó a pisar el suelo de felicidad como un adolescente no podía evitarlo, le gustaba la sensación siglos enteros diciendo que no quería ni necesitaba pareja para ahora ver que era todo lo contrario.

"A veces esta bien que otra persona te ame... incluso más que ti mismo"

España apagó el teléfono y miro por la ventana del coche, ansioso esperando el momento de enfrentar al estadounidense, no sabía como iba a acabar la cosa, ero haría todo lo que estuviera en sus manos para parar el chantaje, ya buscaría otro método de pago aunque eso significaría doblegar su voluntad en manos del estadounidense.

"Quiero una vida contigo... Ale, este será el primer paso para ello"

El coche siguió su rumbo en la ciudad que nunca duerme, había luces por todos lados, movimiento por todos lados, olores y ruidos nunca antes escuchados y olidos, sin detenerse el coche se deslizaba sobre la carretera buscando su destino. Lo encontró cerca de Time Square, parando en frente de un rascacielos.

El conductor bajo del auto y abrió la puerta del español, este bajo y miro por todos lados buscando al americano.

¿?: If you have the pleasure of following me, sir (Si tiene el placer de seguirme, Señor)- pidió el conductor.

España lo miro, vestido de traje, color negro con una blusa blanca y guantes blancos con una gorra de chofer y de una apariencia casi anciana. España asintió y en silencio siguió al mayor hasta dentro del edificio.

Barras y EstrellasWhere stories live. Discover now