Capitulo 34

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España estaba sentado en una banca, se había pasado toda la noche caminando de un lado para otro en la enorme ciudad de Nueva York, no tenía ni dinero ni móvil tampoco podía volver a su embajada estaba atrapado y no sabía que hacer.

"¿Lo habrá subido? ¿Habrá subido los videos? Ese idiota..."

España se encogió en su asiento sin dejar de pensar si el americano en verdad había subido los videos o no, no sabía como podría salir a la puerta de su casa sin sentir vergüenza o resignación. Quería ir en su búsqueda, buscar a USA y encararlo, pero tenía pánico de que si lo hacía este le mostrase como ya lo había hecho. Todo lo que tuvo que aguantar se hubiese ido al traste. 

España: Dios... ¿Qué hago?- susurro asustado mirando al cielo en búsqueda de consuelo- Si ya antes estaba mal, si ya antes era prácticamente un paria , no me quiero imaginar lo que seré ahora.

España suspiro resignando abrazándose a si mismo. "¿Qué debo hacer? ¿Qué hago?". "Algo..." dijo su consciencia en algún rincón de su mente "Cualquier cosa... pero haz algo... nos ha jodido la vida, nos ha amenazado, nos ha destruido, él quería al poderoso España ¿no? Al España que no lo miraba, ese España que no agachaba la cabeza por nada, aunque no tuviese razón tampoco le pesaba la cabeza para agachar. Ahora no somos ni la sombra de lo que una vez fuimos, no nos respeta porque no hacemos que nos respete. Puede que seamos su juguete y lo seremos si no hacemos nada. Ese imbécil esta obsesionado con nosotros, en vez de llorar y temer deberíamos tortúrale nosotros somos lo que tenemos el poder. El muy imbécil nos lo ha dicho y lo único que hemos hecho ha sido llorar como unos niños. Puede que los videos no lo haya subido aún, conociéndolo lo más probable es que este esperándonos para que regresemos con el rabo entre las piernas para suplicarle perdón. Si vamos ahora mismo, puede que podamos solucionar la situación, después pensaremos en como tortúrale pero primero debemos asegurar que eso videos estén aún en su sitio." España no estaba muy convencido, aunque su interior se lo pedía el no podía hacerlo, recordar sus ojos hacia que su piel se estremeciera, pensar que eso videos estaban en la red le desanimaba y llenaba de impotencia. "Vamos, España peores ojos tenían otros y los miraste sin titubear. Él solo lo tiene tuneado. Además si ya lo ha subido es tan fácil como meterle dos tiros, peor no va acabar tu vida y seguro que a pocos les importa. ¿Quién va a llorar por él a parte de sus hermanos? ¿México? Sabes que esta resentido con él, por el territorio, por haberlo usado y después esconderlo llevándose el mérito, también lo obligó a depender en parte de él. ¿ Sus padres? Lo mantuvieron oculto la mayor parte de su vida, él era el primogénito y era más un rumor en Europa que un príncipe. Nadie llorara por él"

Fue entonces cuando España recordó aquello. Recordó como el nacimiento el americano fue extremadamente silenciado. La feliz pareja que presumía su embarazo por todos lados, incluso frente a él había guardado un repentino silencio después del nacimiento. El rumor del que el bebé nació muerto se extendió como la pólvora y que rancia había quedado infértil después de aquello. España no pudo evitar sentirse bien por la noticia, de cierta manera lo veía como un pago por todas las putadas que le habían hecho los dos, los comentarios despectivo hacia sus hijos. Aún recordaba lo que dijo cuando se entero.

"Es lo normal ¿No? Esos dos tiene  tanto veneno en al sangre que el bebé o nacía muerto o siendo un demonio" dijo con una sonrisa.

España se puso pálido. Al final tuvo razón. El niño es un demonio. Uno que ocultaron lejos de todo el mundo, pues según sus padres no querían que le pasase nada a su primogénito, pero el recuerdo de la espalda de USA decía lo contrarío. 

España abrió los ojos de par en par, su mente estaba formando un puzle, un puzle donde todas las piezas encajaban. Recordaba como el pasado Reino Unido siempre evitaba hablar de USA, hablaba sobre Canadá y le presumía sus primeras palabras y pasos, USA nunca fue nombrado. Francia siempre daba paseos con sus gemelas y compraba tres dulces para sus niños, tres, cuando eran cuatro. Recordó aquella vez que viajo con su rey a Inglaterra, recordó a Francia embarazada de las gemelas, a Canadá corriendo por el patio y... a USA. Pero él no estaba en el patio, estaba lejos de la familia, no estaba con sus madre y hermano, mucho menos con su padre él estaba apartado de todo, era un niño, más joven que su Nueva España, casi igual que su Perú. Pero su cuerpo era más fino, más pequeño y frágil, recordaba esa enorme venda sobre sus ojos y como lo "miraba" desde tan lejos  que el español podía verle. Recordó como una sirvienta lo pillo y le grito en medio del pasillo y como los reyes lo miraron. Su rey y él curiosos y cuando se volteó al ver al inglés para preguntar quien era este estaba rojo de ira mascullando algo. Rápidamente los cortesanos empezaron a distraerlos para no ver más al pequeño. No fue años después cuando fue formalmente presentado a la sociedad, aún pequeño y frágil, completamente tímido pero que no se acercaba a ninguno de sus padres a buscar apoyo como si lo hicieron su hermanos. ÉL parecía completamente asustado,  pero se acercaba con cuidado, temiendo tropezar o decir una mala palabra, tartamudeando y mordiéndose el labio cada vez que lo hacía. El recuerdo de como lucía se espalda le hizo entender el porque de aquello.

Barras y EstrellasWhere stories live. Discover now