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Jeonghan levantó la mirada con timidez, mientras entraba en su apartamento, viendo a Joshua reaparecer en el mismo lugar en el que había desaparecido en el momento en que él tontamente atravesó la puerta. Se estremeció al notar el asombro de Joshua, que inmediatamente se transformó en una expresión de molestia, y casi se sintió aliviado de que el fantasma se retirase a la habitación cuándo un oficial entró en silencio y cerró la puerta tras él. Todavía no habían probado si alguien más podía ver a Joshua, pero ahora definitivamente no era el momento para averiguarlo.
Era muy consciente del hecho que Joshua podía oír todo lo que decían, y se sintió preocupado cuando el oficial, finalmente se levantó para irse. Mientras se despedía, pensaba qué decirle a Joshua, se sentía como si tuviera que pedirle disculpas, pero no podía precisar por qué. Cuando cerró la puerta, se giró y casi muere del susto al encontrar a Joshua parado a menos de un pie de distancia de él, viéndose claramente ofendido.
— Joshua...
— Podrías haber conseguido que te mataran.
— Estoy bien.
— ¿Estás bien? —Murmuró Joshua y trató de tocar el morado hematoma floreciente en el ojo derecho de Jeonghan, su mano flotó cerca de la sensible piel por un momento, antes de caer de nuevo a su lado. Suspiró —. Eso no se ve bien, Jeonghan.
El rubio suspiró y cruzó sus brazos sobre el pecho, arrastrando los pies, incómodo —: No pretendas que no habrías hecho exactamente lo mismo si hubiera sido posible.
Joshua abrió su boca para discutir, luego suspiró y dejó caer los hombros —: Está bien, tal vez lo habría hecho, pero soy condenadamente más grande que tú, Han, y...
— ¡No me importa si eres grande! Sigo siendo un hombre, y si escucho a un gilipollas dándole una paliza a una mujer, entonces voy a actuar como un macho y darle una paliza de mierda.
Joshua arqueó una ceja y miró a su ojo negro deliberadamente.
— ¡Muy bien, entonces fui y actúe como un macho y recibí un puñetazo en la cara hasta que llegó la policía! —rectificó.
Joshua no pudo evitar la ligera sonrisa afectuosa que lucía su rostro mientras se sentaba en el sofá con un suspiro —. ¿Tienes alguna idea de cuán frustrante es esto? —se quejó.
— ¿Qué? —Jeonghan se sentó a su lado.
Joshua lo miró con tristeza —: No podía detenerte. Sólo podía mirar lo que ibas a hacer, no importaba lo que dijera, pero sólo quería agarrarte. Evitar que te lastimaran.
Jeonghan se encogió de hombros —: Lo siento. Pero, tenía que...
— Hubiera hecho lo mismo. —Asintió Joshua y lo miró —. Pero...Aún...
