↳ Dσυăȥҽƈι șι ραƚɾυ

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Jeonghan se sintió alarmado, era como una ninja del chisme, nada pasaba por ella

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Jeonghan se sintió alarmado, era como una ninja del chisme, nada pasaba por ella. Tragó saliva e intentó de nuevo ir a la defensiva —: Mira, me gustaría conocer a alguien, pero...

— Entonces, ¿por qué te sonrojaste?

— Yo... Que... Cállate.

— Espera, no es el borrachín de Mingyu otra vez, ¿verdad?

— ¿Qué? Dios, no.

— ¡Ajá! —Aplaudió con entusiasmo —. Pero ¿hay
alguien? ¿Cuál es su nombre?
Dame un nombre, ahora mismo. ¡Nombre! ¡Nombre!
¡Nombre!

¡Oh, Dios mío, psicópata!
¡Ju-JungHyun! Su nombre es
¡JungHyun! —No estaba seguro de dónde le vino "JungHyun", pero no podía decir el nombre de su Joshua. No quería decirlo en voz alta a nadie más.

JungHyun y Jeonghan sentados en un árbol, jodien...

— Así no es cómo sigue la canción.

— Pero así queda mejor. —dijo con entusiasmo, arrastrando los pies más cerca a lo largo del banco —. Detalles, dame más detalles.

Jeonghan tragó, no tenía ni idea de cómo proceder —: ¿Sabes qué? En realidad es un poco complicado por el momento.

La feliz expresión de Miya se redujo —: ¡Oh, no! ¿Está el armario? ¿Casado? ¿Pene pequeño?

Logró una pequeña risa, y negó —: No, bueno... En realidad, tal vez. No sé. No...
No está disponible, y no voy a cruzar ninguna línea, si sabes lo que quiero decir. —No era exactamente una mentira, se dijo. Joshua, en una forma no ortodoxa no estaba disponible.

Le tocó el brazo y le acarició suavemente —: Oh, ya veo.
Bueno, eso es bueno, Jeonghan. —Asintió —. ¿Le estás dando algo como... Espacio para respirar, o algo así, para que se dé cuenta?

Se sentía como una mierda por mentir, pero no había absolutamente ninguna manera de hacer que alguien entendiese la verdad —: Si eso es.

Ella se acercó y suavemente puso un brazo sobre sus hombros y le dio un beso en la mejilla —: Eres un buen tipo.
Y sabes, déjalo que se dé cuenta por sí mismo, todo saldrá bien, y entonces no habrá ninguna duda de tu parte de que hiciste lo correcto. Y estás haciendo lo correcto por el novio de ese tipo, o novia, sea quien sea, al no saltar de cabeza cuando las líneas son todavía muy difusas.

Sí, ese soy yo, el tipo bueno. —eres un imbécil, Jeonghan.

¿Por qué no me hablas de él?

— No estoy del todo seguro de cuáles son mis sentimientos para ser honesto.

No, no de las cosas complicadas. Háblame de las pequeñas cosas, las cosas buenas que te gustan.

Jeonghan la miró. En verdad quería, desesperadamente, hablar de Joshua, aunque no podía decir su nombre en voz alta a nadie y debía hacerlo pasar como algo completamente distinto. Sus sentimientos se lo estaban comiendo, y tenía que hablar de ello.

Es un tipo sensato y tranquilo, puede ser muy divertido, pero también muy tímido. —Se rio de repente —. Es tan amable y dulce... tiene esta cosa de gigante gentil e intelectual, es tan adorable. —Se mordió el labio —. Y es sincero, es como si no tuviese una coraza contra los demás y sólo te da la verdad o cualquier cosa que pidas. Nunca dañaría a una mosca y piensa que soy lo mejor en el mundo.

Wow... —dijo Miya en voz baja, con el ceño fruncido.

¿Qué?

Miya movió ligeramente la cabeza —: Lo siento, es sólo que cada vez que te he preguntado acerca del tipo con que sales, siempre haz contestado, es guapísimo, es impresionante o cosas así.
Nunca te he oído hablar de esa manera.

Jeonghan pensó en ello, y sólo pudo estar de acuerdo en que probablemente era cierto.
En realidad, nunca había mirado más allá del exterior de otros chicos. Pero en esos momentos, los chicos que buscaba por lo general eran para... Bueno ellos no habían sido del tipo con los que podría pasar unos días simplemente hablando y riendo. Nunca fueron del tipo con que pudiera conectar, nunca fueron capaces de hacerlo sentir otra cosa que excitación. Joshua... Por quién se sentía encariñado, como si hubiera una cuerda invisible, atada entre ellos. En realidad, nunca había sentido una vulnerabilidad real en torno a otra persona como lo hacía ahora, y durante la semana pasada había encontrado la capacidad para adorar, necesitar, desear y amar a otra persona con todas sus imperfecciones y su idiosincrasia.

Oh, Dios mío.

¿Han? Jeonghan cariño, ¿estás bien? Lo siento, no tienes que hablar de ello si no quieres.

Lo amo. Oh, Dios mío.

Estoy bien... —mintió, su voz era más fuerte de lo que él se sentía —. Es sólo que... No va a funcionar, Miya. —dijo con absoluta certeza.

No lo sabes... —Comenzó a protestar de inmediato.

No, Miya. Confia en mí, nunca va a funcionar.

Aún sabiendo eso, la pequeña parte de él que creía en finales felices, se resistía, creyendo que de alguna manera, por arte de magia todo iba a funcionar. Pero la realidad se sentía como un ladrillo en su estómago, estaba allí ahora, con los pies en la tierra y completamente consciente de la realidad, de la triste realidad. Sintió a Miya acariciando su brazo de nuevo y se encontró con su mirada de preocupación. De alguna manera se las arregló para mostrar una verdadera, si no insegura, sonrisa.

Estoy bien. — Asintió —. Realmente lo estoy. Es una de las pocas personas que estaría honrado en presentarte. Mientras él esté a salvo y en paz, entonces todo estará bien.

Ella frunció el ceño, evidentemente insegura de a qué se refería, pero sin querer decir algo incorrecto. Asintió y lo abrazó de nuevo. Jeonghan inhaló con fuerza y respiró profundo. Se dio una breve sacudida y miró a Miya.

No más cosas serias. Vamos, ¿qué me he perdido durante mi semana de ausencia?

Miya suspiró y cruzó las piernas —: No mucho, creo.
Los pacientes siguen enfermos, siguen de mal humor. La Sra. Alderman del 3Z se quitó su vía intravenosa de nuevo y tuvo que ser trasladada..

Jeonghan soltó un bufido. La misma vieja, la misma vieja. En cierto modo, le resultó reconfortante estar de vuelta en el trabajo. Este era el día a día, lo normal. Podría dejar su mente en blanco durante un rato mientras se acomodaba de nuevo en una rutina familiar. Ir a casa sería difícil. Sabía qué deseaba poder ir a casa, para poder abrir la puerta y ver a Joshua sentado en el sofá, con el gato en su regazo y pasando los canales de la TV, hasta que lo viera, se levantara y lo abrazara porque estaba en casa. Eso era lo que quería. Ver a Joshua sentado a la mesa de la cocina, con un ordenador portátil abierto mientras trabajaba, una sonrisa como saludo mientras él le decía que se tomara un descanso, ordenarían comida y se acurrucarían en el sofá. Eso era lo que quería. Sabía que necesitaba sacar esos pensamientos de su cabeza, no ayudaba a nadie torturándose con eso, y era el momento en que la burbuja en que había estado viviendo durante la anterior semana,
reventara.

— ...Es alentador, está mostrando fuertes signos de...
¿Jeonghan? Ni siquiera estás escuchando, ¿verdad? —se rio.

¿Hmm? ¡Oh! —Cerró los ojos y sacudió la cabeza brevemente —. Mierda, lo siento, ¿estabas hablando acerca de tus pacientes?

En lugar de enojarse como solía hacer, Miya dio un asentimiento, y puso una sonrisa simpática. Miró su reloj —: Vamos, las personas enfermas esperan. Es hora de volver a la realidad.

— No estoy seguro de estar listo. —dijo con un suspiro.

 Hαყαʅҽƚ ☠️ ᒍIᕼᗩᑎWhere stories live. Discover now