El mar, el cielo y tú |FreenBecky|

Sería tan fácil besarla ahora mismo

POV FREEN

Decidimos empezar por el que sería mi cuarto. Abrimos el bote grande de pintura, que era la de color blanco. Cojo un palo grande de madera, manchado ya de pintura blanca, y lo meto en el cubo para removerla bien.

Cojo dos bandejas para repartir un poco de pintura en ellas y poder comenzar a pintar cada una, una pared. Becky coge un rodillo y me da a mi otro.

Me pongo con una de las paredes, mientras Becky se pone en la de detrás de mí.

Comenzamos a pintar la habitación y una vez terminada decidimos pasar a la otra para esperar a que se seque, y así poder dar una segunda capa blanca a 3 de las paredes y la capa verde al frontal donde irá el cabecero de mi cama.

Vemos que la habitación de Becky está igual de preparada que la mía. Los plásticos están en el suelo, el techo ya está pintado y en el centro de la habitación hay otros dos botes de pintura. Uno más grande, el blanco, y otro más pequeño, el de color amarillo, que Becky eligió para una de las paredes de su habitación.

Realizo el mismo proceso que antes, con el palo de madera remuevo bien la pintura y la vuelco en las dos bandejas que hemos usado antes y ahora habíamos llevado a esta habitación.

Vamos pintando poco a poco hasta que terminamos también su habitación.

Pasamos a la mía y vemos que la pintura ya se ha secado. Es normal, habíamos abierto las ventanas y hacía calor, así que se secó muy rápido. Damos otra pasada y pintamos de verde mi frontal.

Ahora nos tocaba seguir con la habitación de Becky de nuevo. Ella siguió dando la segunda capa de blanco, mientras yo empecé a pintar de amarillo la pared donde iría su escritorio.

En ese momento, una travesura se me pasa por la cabeza. Cojo una brocha y la mojo un poco en la pintura amarilla. Me acerco a Becky silenciosamente. Está muy concentrada, así que no se da cuenta de que estoy detrás de ella.

Doy un toquecito a su hombro con mi mano llamando su atención, sobresaltándola un poco porque no esperaba que nadie la tocase.

Se da la vuelta para mirarme.

-Sabes Bec -digo con cara traviesa- estás muy guapa hoy con esa ropa, ¿pero sabes como estarías aún más guapa? -susurro acercándome a su boca con mi mano detrás de mi espalda, ocultando la brocha con pintura.

Veo como traga saliva y se moja los labios con la lengua.

-Así... -saco la mano con la brocha y se la paso por la cara haciendo una raya que va de debajo de sus ojos, cruzando la nariz y su boca hasta el cuello.

-¡¡¡FREEN!!! -grita.

Me separo rápidamente riéndome por haber conseguido hacer mi travesura.

-¿Como que Freen? ¿Y el Phi? Vaya, vaya, vaya, en cuanto te hacen una broma pierdes el respeto por tus mayores -niego en forma de desaprobación.

-Sabes qué P'Freen -remarca el Phi esta vez haciéndome reír-. Que la venganza es un plato que se sirve frío -me amenaza.

-Uy, sí, mírame, estoy temblando ahora mismo -repito la frase que me dijo por teléfono hace unos días.

Se muerde el labio conteniéndose a hacer algo y vuelve a pintar la pared.

Yo vuelvo a terminar de pintar la mía.

Cuando he terminado dejo el rodillo en el suelo y veo que a Becky aún le queda un trozo, ya que acaba de mojar el rodillo de nuevo.

Me giro desde mitad de la habitación, viendo como ha quedado, por si hay en algún sitio que la pintura donde no haya llegado bien.

Estoy mirando la pared cuando de repente noto algo frío en mi espalda. Me doy la vuelta y veo a Becky con el rodillo recién mojado en la pintura sonriéndome con una ceja levantada.