El mar, el cielo y tú |FreenBecky|

Ya voy para allí, mi amor

POV BECKY

Le he contado a Richie todo lo que había pasado con Freen estos últimos días.

-Lo siento hermanita, sé que has debido sentirte muy sola -dice el apenado.

-No pasa nada Richie, en el fondo tuve suerte de tener conmigo a P'Heidi -digo intentando que se sienta mejor.

-¿Y ahora qué vas a hacer con Freen? ¿Os vais a dar una oportunidad y hablaréis de todas las cosas que han pasado? -me pregunta intrigado.

-La verdad es que no lo sé, me ha enviado varios mensajes y ni siquiera he querido abrirlos... Debo mantenerme firme y no ceder.

-Puedes leerlos y no contestarlos -sugiere él.

-Bueno, me lo pensaré -concluyo.

Voy a mi habitación y medito lo que Richie me dijo. Doy vueltas en círculos mirando de vez en cuando al móvil, que está encima de la cama. Me acerco a él y voy a cogerlo.

-¡Becky no! No puedes hacerlo.

Sigo de largo y vuelvo a mirarlo.

-Solo mirarlo un poquito.

Me acerco.

-Que no, no, no debo mirarlo. Vine aquí para poner lejanía.

Vuelvo a alejarme.

-Si solo me aseguro de que esté bien......

Me paro indecisa.

-¡No! ¡Quieta!

Se acabó, porque lo mire un momento no me va a pasar nada.

Me acerco y cojo el móvil con cierta ansia desbloqueándolo. Lo primero que aparece en mi pantalla son los mensajes de Freen y alguno de Heidi.

Me meto en la conversación de Freen.

-Se ve que está preocupada.

Veo que hay un audio y le doy a reproducir, la voz de Freen comienza a salir por mi teléfono, se le nota que ha estado llorando y se me encoge el corazón solo de pensarlo. Escucho el audio con atención llevándome el móvil a la oreja.

-Espero que hayas llegado bien a casa. Se ha ido, Nam, se ha ido y ha sido por mi culpa, por ser una estúpida y una cobarde y no ser capaz de decirle que estoy locamente enamorada de ella. Que si peleé con ella era porque tenía celos de Heidi y tenía tanto miedo de que apareciese otra persona en su vida que sí fuera valiente para decirle lo que sentía por ella. No puedo perderla Nam, no puedo, la quiero muchísimo y estoy tan enamorada de ella que incluso me duele. Ya está, ya lo he dicho, estarás contenta, ¿no? Llevas meses intentando que lo diga.

Cuando termina escucho que está llorando y se corta el audio. Me quedo tan en shock por lo que acabo de escuchar, que el teléfono se me resbala de las manos y cae al suelo haciendo ruido.

Richie que está en la habitación de al lado y ambos tenemos la puerta abierta, viene a comprobar que ha sido ese ruido.

-Becky, ¿qué ha pasado? -entra a mi habitación viendo el móvil en el suelo y a mí, blanca, sentada en mi cama catatónica, mirando un punto fijo-. ¿Bec? ¿Bec? ¡Becky! -dice esto último agarrándome de los hombros y zarandeándome, sacándome de mi estado de trance.

-Mi móvil... -digo sin voz.

-¿Qué? -responde Richie, no escuchándome y arrodillándose, quedando a mi altura.

-M.. mi móvil -vuelvo a repetir. No puedo hablar más alto, ya que me noto la garganta superseca y cada palabra que digo es como si una cuchilla me atravesara la garganta.