El mar, el cielo y tú |FreenBecky|

Tiempo

POV BECKY

No me puedo creer lo que hice, no pensé en nada, mi cuerpo actuó solo cuando Faye intentó que Freen le cogiera la cereza de la boca.

Luego la discusión con Freen.

Mi teléfono empezó a sonar y vi el nombre de Heidi.

-Pequeña, ¿donde estás?

Le digo la ubicación y llega a buscarme en coche en 5 minutos. Sale y me abraza mientras yo me echo a llorar.

-P'Heidi... la he liado, le dije cosas horribles porque estaba muy enfadada. Le he dicho que prefería que no durmiera en casa. Creo que lo que tenía con P'Freen se ha roto del todo -digo entre sollozos mientras ella me abraza.

-Pequeña, no llores, seguro que todo se soluciona, ¿vale? Ahora vamos a entrar al coche, vamos a llevarte a casa, yo me quedaré contigo esta noche y dormiré en el sofá.

Heidi me mete en el coche. Yo todavía estoy en estado de shock, no puedo dejar de llorar solo de pensar que he perdido a Freen.

Cuando llegamos a casa me sube a mi habitación y me ayuda a tumbarme en la cama, quedándose ella sentada en el respaldo y acariciando mi cabeza. Intento relajarme un poco antes de que me dé un taque de ansiedad.

-Se ha ido P'Heidi -digo volviendo a llorar.

-Ey, seguro que volverá y verás como todo se soluciona. Solo tenéis que dejar que pase un poco el tiempo, las dos estáis ahora muy dolidas, sabes.

Sigo llorando hasta quedarme dormida. Me despierto un rato después por una pesadilla.

Me levanto de la cama y voy al cuarto de Freen. Cuando abro la puerta y veo la habitación vacía, se me rompe el corazón al recordar las cosas que le había dicho.

Me tumbo en su cama, cogiendo su almohada y sacando su pijama de debajo de esta. Huele a su perfume, me abrazo a él y me quedo dormida, relajándome con su olor.

A la mañana siguiente me despierta Heidi.

-Becky -me despierta dándome suaves toquecitos en el hombro-. Vamos pequeña, es tarde, tenemos que comer algo.

-No tengo hambre -digo dejando que las lágrimas vuelvan a caer.

-Me diste un buen susto cuando subí a ver cómo estabas y no te encontré en tu cama.

-Tuve una pesadilla y lo único que consigue calmarme es Freen.

-Está bien. Venga, vamos abajo, he preparado el desayuno.

Bajamos y Heidi comienza a contarme cosas.

-Estás muy seria, ¿en qué piensas?

-He decidido que me voy a ir a Londres -digo levantando la vista de la taza.

-¿Cómo? ¿Te vas para siempre? -dice ella algo preocupada.

-No, quizás una semana -digo tranquilizándola-. Mis padres y mi hermano están allí, y ahora mismo necesito alejarme de todo esto. Sé que si me quedo aquí las cosas no cambiarán, ya que P'Freen y yo acabaremos discutiendo de nuevo -digo decidida-. Creo que es mejor poner tierra de por medio y ver qué tal se desarrollan las cosas.

-¿Y cuando te vas? -me pregunta.

-En unas horas -le digo-. Ayer cuando no podía dormir busqué vuelos y vi que había uno para salir hoy mismo. Ahora subiré y prepararé el equipaje, pediré un taxi e iré al aeropuerto.