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—Cuéntame Jimin —comenzó a decir el omega— ¿Por qué estás aquí?

—Porque amo bailar, y de aquí han salido los mejores bailarines omegas, y mis ejemplos a seguir —sonrió.

—Sé que serás el mejor bailarín de todos los tiempos —aseguró el peli-menta con una gran sonrisa.

—Pero ni siquiera me ha visto bailar, hyung —dijo avergonzado.

Yoongi tragó duro. No iba a decirle al omega lo que su sucia mente se imaginó, puesto que con tan sólo ver ese cuerpo que Jimin tenía, podía deducir que hubo horas de arduo trabajo para poder obtenerlo.

El pálido se dio cuenta que había comenzado a ver al omega de arriba hacia abajo, por lo que avergonzado, apartó la mirada.

—Se ve que eres alguien perseverante —fue lo único que dijo, sin mirar al omega.

Jimin rió bajito. Le daba ternura la timidez que de un momento a otro el omega adquirió.

—Usted es muy tierno, hyung —confesó, sorbiendo un poco de su bebida.

Se encontraban en una de las mesas de la gran cafetería del lugar. No habían comido, solo habían pedido leche de plátano.

—No soy tierno —gruñó.

—Aw, eso solo lo hace más tierno —el omega hizo un pequeño puchero.

Sentía que iba explotar después de ver tan adorable puchero por parte del menor. Yoongi siempre había amado ver pucheros, pero los de Jimin llegaban a otro nivel.

—¿Cómo es tu alfa ideal? —preguntó, intentando cambiar de tema. No quería llegar a sonrojarse.

Jimin hizo una mueca algo incómoda. No le gustaba hablar del tema de los alfas, puesto que a su mente siempre venía su madrastra, pero tampoco quería ser descortés con Yoongi.

—No lo sé, nunca lo he pensado —mintió.

—¿Cómo que no? —Yoongi estaba algo confuso. Según sus fuentes informáticas, los omegas siempre hablaban desde pequeños sobre sus gustos.

—No lo sé... pero, ¿A qué se refería con alfa ideal? —preguntó— ¿Físicamente o en lo sentimental?

—Ambas.

—Lo físico no me importa —fue lo único que dijo, para tomar otro sorbo de su bebida y continuar hablando, pero el peli-menta no se lo permitió.

—¿Y si no tiene dientes igual no te importaría? —preguntó curioso.

—No, hyung —respondió con su ceño fruncido— ¿Por qué un alfa no tendría dientes?

—No lo sé, tal vez los haya perdido en una pelea con otro alfa —alzó sus hombros—. ¿Y en lo sentimental?

El omega se quedó pensando por un momento las palabras que iba a salir de su boca. No es que no haya pensado en eso, pero de igual forma le importaba muy poco.

—Me gustaría alguien que sea tierno conmigo, pero que me cuide y proteja de otros alfas —suspiró, perdiéndose en sus pensamientos—. Me gusta la posesividad y la dominancia, pero no esa que es tóxica, es decir, me gusta que sean posesivos en... usted sabe...

Los colores se les subieron a las mejillas a ambos chicos. Yoongi no pudo contenerse y comenzó a imaginarse cómo sería si Jimin y él...

—Me gustaría que sea aventurero y que no se la pase durmiendo todo el día —susurró audible—. Soy muy activo hyung, no me gusta estar sentado.

En ese instante Yoongi supo que había un gran problema.

El amaba dormir, es decir, en el mundo de los sueños, tu podías vivir cualquier aventura y crear una realidad alterna a tu gusto. No le gustaba salir para nada, el caminar solo hacia que le diera más sueño.

—Creo que solo eso...

—Tienes grandes expectativas —dijo, aun pensando sobre lo de dormir.

—Sí... ¿Y usted hyung? —preguntó, ahora muy curioso— ¿Cuál es su tipo ideal?

—De físico, me gustaría alguien como tú —soltó, sonriéndole al omega.

—¿Qué? —los ojos de Jimin se abrieron completamente— Pero hyung... No soy muy alto. Todos los omegas desean que nuestros alfas sean altos.

El problema número dos llegó a Yoongi.

No era muy alto como la mayoría de los demás alfas, pero de que era cuatro centímetros más alto que Jimin, sí, y eso debía de ser suficiente, ¿no?

—Me gustan los pequeños —dijo, sin saber que excusa poner. No podía gritar a los cuatro vientos que a los alfas les gustaban los pequeños.

Cuando un omega era pequeño y el alfa más grande, entonces era más fácil dar un sentimiento de protección. Además, según algunos omegas, se sentía muy bien ser abrazado por alguien más grande que tú.

—Sus gustos son raros —alzó una ceja.

—Sí, bueno... Me gusta ser diferente.

—¿Y en lo sentimental?

—Me gusta que sean sensibles —respondió como si nada.

Jimin le miró con una ceja alzada. Sí no supiese que el chico era un omega, diría que es completamente un alfa. Solo ellos podían pensar de esa forma.

Por otro lado, Yoongi se estaba mordiendo la lengua para no decir algo que estuviera fuera de lugar como: "Dime cómo eres y te diré como me gustan".

El alfa era alguien muy reservado y jamás decía lo que pensaba, pero con Hoseok había aprendido a "soltar la lengua".

Quería decirle de todo al omega que tenía a la par de él, pero no conocía a Jimin, por lo que no podía decirle nada al omega.

Se estaba frustrando por el hecho de no poder controlar a sus emociones y a su lobo. Apenas había conocido al chico hace unas horas, pero quería hacerle de todo, porque con tan solo ver esa sonrisa hermosa plasmada en el perfecto rostro del omega, hacía que quisiera besarlo.

—Usted es muy raro, Yoongi hyung —Jimin rió entre extrañado y divertido.

—Me lo dicen a menudo —se rascó la cabeza, intentando no quedarse viendo los apetecibles labios del omega.

Simplemente no entendía qué estaba sucediendo con él.

Definitivamente, se estaba volviendo loco. 

Un Omega De Mentira - YoonminWhere stories live. Discover now