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Yoongi suspiró profundo, dejando que una emocionante risa saliera de su garganta. Miró al chico que se aferraba a él como Koala en árbol, y volvió a reír.

Siempre había deseado estar así: con un omega con la cabeza en su pecho pecho, abrazándolo mientras él le daba mimos y besos.

El día anterior había sido todo un reto para el alfa, Jimin pasó horas intentando entrar a la habitación de su padre para verificar su estado, pero Taehyuna gruñía como perro cuidando su hueso.

La médico tuvo que salir para calmar al omega menor, explicándole pacientemente el que Jungkook estaría en revisión (con ella) durante una semana, para así estar seguros de que estaba fuera de peligro, ya que el omega mayor había dejado de sudar como lo hacía en el principio. Gracias a esa información y a los constantes abrazos y besos de Yoongi, Jimin se había calmado hasta quedar dormido en los brazos del alfa.

—¿De qué se ríe, hyung?

Jimin bufó aún sin abrir los ojos. Las vibraciones en el pecho de Yoongi a causa de su risa, hicieron que despertara de su dulce y confortable sueño.

—Me acordé de un chiste que vi en Internet —inventó, mordiéndose el labio inferior.

Necesitaba besar a Jimin todo lo que pudiera. Y es que desde que el omega aceptó ser cortejado por él, su felicidad en ningún momento se había esfumado, es más, las ganas de abrazarlo y besarle toda la cara se hacía cada vez más fuerte.

—¿Puedo escucharlo? —preguntó, abriendo los ojos y acomodándose para quedar frente a frente con el pálido.

Yoongi rió dulcemente, quedando hipnotizado ante la hermosa imagen que Jimin le regalaba, pues sus ojitos se encontraban hinchado gracias a las horas de sueño, sus labios gruesos formaban un adorable puchero, y como cereza de pastel, sus mejillas rojizas.

—Después habrá tiempo para contártelo. —Aseguró, acercando sus labios a los de Jimin, iniciando un lento y dulce beso.

Las mejillas de Jimin adquirieron un tono de rojo más fuerte, siguiendo con cierta timidez el beso. Todavía se sentía muy extraño el estar en esa situación con un alfa, puesto que jamás lo había experimentado, mas Jimin pensaba que no le sería tan difícil acostumbrarse, sobre todo si se trataba de alguien tan atento como Min.

Yoongi suspiró gustoso sobre los belfos del menor, llevando una de sus manos a la cintura del menor, afianzando el agarre para juntarlo más a su cuerpo.

Lo amaba. Realmente amaba el sonido que creaba la fricción de sus labios siendo acompañado por los suspiros suaves del omega cada vez que le mordía levemente el labio inferior.

«Cachorros»

Se separó lentamente, ignorando a su lobo, el cual se encontraba más emocionado que nunca.

—Eres precioso, Jimin —le confesó, mirándolo a los ojos.

El omega dejó salir una carcajada nerviosa, pegándole ligeramente en el hombro.

—Ya, hyung, ¿por qué es tan empalagoso?

—No soy empalagoso, sólo estoy siendo sincero —rió, mirando el cuello del menor—. Antes me contenía a decírtelo porque no estaba seguro de si podría llegar a llamar tu atención alguna vez, pero ahora que me has permitido cortejarte, no me voy a contener —musitó, dejando un beso en su nariz para luego hundir la suya en el bonito cuello del menor.

—¡Hyung! —Chilló, ladeando su cabeza y soltando melodiosa risas al sentir cosquillas.

—Al parecer eres muy sensible.

Un Omega De Mentira - YoonminNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ