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-Yoongi hyung, suélteme -dijo entre risas el omega de cabello negro.

-Ya te dije que me puedes tutear -gruñó.

Yoongi apretó más el agarre que tenía sobre la cintura del bonito omega, abrazándolo desde atrás mientras entraban a su casa.

Hyungsik le había llamado que no llegaría a dormir ese día, puesto que tenía algunos pendientes que resolver, por lo que Yoongi, al ser el hijo mayor, era el responsable de cuidar a sus hermanos.

-Está bien, pero suéltame, hyung -insistió, sintiéndose demasiado nervioso al sentir el posesivo abrazo del mayor.

Después de comer sus hamburguesas y papas frías, el alfa lo había llevado a pasear mientras le compraba cualquier cosa bonita que veía. Al principio Jimin se había negado, pero el alfa insistía en que sólo quería complacerlo y que no era ningún problema para él el comprarle siete peluches, los cuales aún estaban en la camioneta del padre de éste.

Jimin no recuerda cuándo fue la última vez que sonrió tanto en tan sólo un par de horas, inclusive sus mejillas ahora dolían por la presión que ejercía al sonreír.

-Creo que no hay nadie en casa -murmuró, confundido al no escuchar a ninguno de sus dos hermanos.

-¿Siempre dejan las luces encendidas?

-No...

-Tal vez estén durmiendo.

-Son las ocho de la noche, Jiminnie.

Yoongi se alejó a regañadientes del omega para verificar si sus hermanos estaban en sus habitaciones o sólo fueron tontos y olvidaron apagar las luces.

-Ven conmigo -el alfa tomó la mano del omega y lo dirigió hacia las escaleras, subiéndolas para dirigirse al pasillo en el que estaban las habitaciones.

Jimin miró con ilusión a sus manos juntas, pensando en que realmente deseaba el que todo el proceso de cortejo saliera bien y pudieran conocerse mucho mejor, para al final comenzar con una verdadera relación, en donde ambos fuesen pareja oficialmente.

Yoongi era tan atento, cariñoso y protector, que a veces Jimin dudaba de que todo fuera simplemente un hermoso y cruel sueño.

-Creo que no es... tán...

Las palabras del alfa quedaron en el aire cuando el olor a vainilla y manzanas acompañado del de anís y cacao de su a hermano invadieron sus fosas nasales. El aroma era muy fuerte y escandaloso.

-Mmm... Ho-Hobi~ justo ahí...

Tanto Yoongi como Jimin se quedaron estáticos antes de llegar a la habitación que le pertenecía a Hoseok.

El rechinar de la cama y los jadeos roncos de Taehyung se hicieron más audibles, por lo que Yoongi reaccionó al instante y jaló nuevamente al peli-negro para llevarlo a la habitación de invitados, la cual quedaba en el otro pasillo.

-Vaya, si que son muy rápidos -Jimin suspiró, agradeciendo el que el alfa lo sacara de ahí. No era muy agradable escuchar los gemidos de tu mejor amigo.

-No puedo creer que Hoseok esté haciendo eso aquí -bufó-. Sólo espero que Woozi esté fuera de casa.

-En realidad, los escuché desde que comenzaron, y creo que voy a quedar traumado de por vida.

Yoongi y Jimin miraron asustados al pequeño omega que venía saliendo del último cuarto que había en el pasillo, con una mueca de asco y sus manos en el bolsillo de su gran suéter negro.

Un Omega De Mentira - YoonminWhere stories live. Discover now