19

288 39 3
                                    


—¡Corra más rápido, hyung! —Exclamó con alegría mientras corría por el extenso y silencioso pasillo.

—¡Espérame! —dijo de la misma forma el peli-menta.

Yoongi corría a duras penas unos metros atrás del peli-negro. Sus pulmones estaban a punto de estallar, sentía como si su oxígeno se acabaría en cualquier instante.

Odiaba correr.

—Debería de hacer más ejercicio, hyung —se burló el menor cuando llegó a la puerta del dormitorio de Yoongi mientras éste venía a unos cuantos metros.

—Hago ejercicio todos los días, Jiminnie —mintió, aún recordaba que a Jimin le gustaban los chicos que se mantenían "activos"—. Sólo comí mucha pizza.

Jimin asintió no muy convencido, tenía la sospecha de que su hyung le estaba mintiendo descaradamente.

Sin decir nada, el peli-negro abrió la puerta, adentrándose al dormitorio. Sonrió cuando lo encontró en total oscuridad, ya que eso significaba que Baekhyun no estaba ahí. Seguramente la mayoría de omegas se encontraba ingiriendo su cena.

Encendió la luz y esperó a que Yoongi llegara hasta él.

Su lobo estaba feliz y él también lo estaba. ¿Era una locura o un error el sentir mariposas por alguien a quien no conocía ni desde hace un mes? Porque Jimin sentía como su estómago se revolvía lleno de felicidad cuando Yoongi le hablaba.

—No puedo creer que tengas tantas energi-...

Yoongi no pudo terminar de decir su oración cuando Jimin lo había jalado de su suéter hacia adentro, para luego cerrar la puerta y poner seguro.

—Shh... —sonrió dulcemente.

Sin pedir algún tipo de permiso, Jimin lo abrazo por el cuello y unió sus labios en un toque dulce y delicado al principio, riendo sobre los belfos del mayor al escuchar el jadeo ahogado por la sorpresa.

Yoongi no esperaba esa acción, pero tampoco se quejó en ningún momento, en cambio, posó sus grandes y pálidas manos sobre la cintura del menor, apretándolas y acelerando el ritmo del ósculo.

Los chasquidos y suspiros por parte de ambos comenzaron a hacer eco en la silenciosa habitación, disfrutando y degustando sus labios.

Jimin por primera vez quería darse una pequeña oportunidad. En su vida sólo recordaba haber tenido un amor platónico hacia una persona de la cual no recordaba su nombre, ya que fue antes de que Seulgi se convirtiera en su madrastra y su confianza hacia los alfas desapareciera. Pero con Yoongi era diferente; además de ser un omega, el pálido era atento, gracioso, tierno y confiable.

Necesitaba hablar con él mayor, saber si éste estaba dispuesto comenzar algún tipo de cortejo para así conocerse mejor, puesto que no quería ir demasiado rápido.

¿Cómo puedes pensar eso cuando ya se están comiendo la boca? Dijo su lobo.

Cierto. Jimin rió haciendo que el pálido se separara de sus labios, pero continuando abrazados.

—¿Qué es tan gracioso? —preguntó curioso.

—Nada —rió de nuevo.

Yoongi no dijo nada, sólo se quedó viendo al menor por un par de segundos, analizando y apreciando la belleza con la que el chico contaba.

Se sintió mal, puesto que en su corazón estaba esa pequeña molestia por estar mintiéndole a alguien tan bueno como lo era Park Jimin. Y aún más ahora que tenía la esperanza de poder llegar a tener en un futuro algo con él.

Un Omega De Mentira - Yoonminحيث تعيش القصص. اكتشف الآن