CAPITULO 11

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Dejé el último recorte sobre la mesa para después apoyar mi espalda sobre el sofá y suspirar.
Había pasado toda la tarde haciendo recortes para los trabajos en kinder, la casa se encontraba silenciosa como la mayoría de las tardes. Ya no había nada por hacer y empezaba aburrirme, podía subir a la habitación y descansar un poco pero este bebé era demasiado activo.

Era extraño, la recomendación del médico, y de Darien eran que debía tomar reposo por miedo a los últimos abortos, y no voy a negar que también en mi surgiría ese miedo pero al parecer este bebé tenía mucho más fuerza y energía.
Me dejaba dormír a las horas correspondidas, rara era la vez que presentaba alguna nausea o mareo, pero pedía mucha comida.
De todos mis embarazos, este era el más tranquilo. Y claro que el más largo, recuerdo que mis anteriores bebés ninguno pasaba del cuarto mes, y ahora ya tenía seis meses de embarazo.

Seis meses que han sido una locura pero una bendición para mi.
Darien se encargaba de cada dia preguntar como estaba, si necesitaba algo, o él mismo hacía las cosas del hogar cuando yo no veía. El hecho de lavar la ropa antes de dormir, o de terminar de preparar la comida que yo iniciaba porque, según él, estar tanto tiempo en pie podría hacerme daño. Al principio me burlaba de él comentando que solo era un poco paranoico y sobreprotector pero dejé de burlarme cuando vi en su rostro la absoluta preocupación.
Sabía que esto para ambos sería emocionante pero también difícil.
El primer trimestre lo tomé con precaucion, hacía lo que el médico recomendaba, tenía precaucion al manejar mis emociones, pero cuando pasó el trimestre y todo indicaba que estaba bien, podía respirar un poco más tranquila así que, cuando pasaron los meses me sentía mucho más emocionante.

Darien y yo habíamos empezado a ver más casas, aún que siendo sincera, me gusta estar aquí. Su casa es extensa, con un jardín grande y en una colonia tranquila pero Darien desea ver más casas grandes, pues en su futuro se quiere visualizar con más de cinco hijos. Lo cual, es una locura.

Me acaricié el bulto visible en mi sudadera el cual se movió de forma inmediata ante mi contacto.

-Estas activo hoy. ¿No piensas dormir?

Su respuesta fue otro leve movimiento.
Sonreí deseando a que la semana que viene sea rápida. Aún no sabíamos el sexo del bebé pues cada vez que hacíamos la cita con el doctor Fareed, en las ecografias el bebé nunca se dejaba ver. Eso despertaba nuestra curiosidad pero también aumentó las apuestas por parte de nuestras familias y amigos.
Amy apostó que sería un niño, y entre ellos de igual manera se unió el doctor Fareed y el padre de Darien. Mientras que el resto de las mujeres se inclinaban más en que sería una niña pero entre Darien y yo nos interesaba más saber que nuestro bebé estuviera sano y salvo, no nos importaba el sexo.

-¿Quieres ir a ver a tu padre? -le pregunté y su respuesta fue inmediata.

A Darien aún le quedaba unas dos horas más en el hospital, así que eso me daba tiempo de caminar un poco y dejar de estar aburrida.
Le envié un mensaje mencionando que nos veríamos en el hospital pero su respuesta fue una llamada.

-No, ni se te ocurra salir. -habló en cuanto Acepté la llamada.

-Voy a salir. Voy a ir a verte -confirmé.

-Amor, necesitas descansar.

-No queremos descansar, estamos aburridos. Iré a verte en cuarenta minutos o depende de cuanto me tarde si veo algo que me gusta o me llama la atención.

Detrás de la línea escuché a Darien suspirar.

-Amor por favor, solo quédate en casa. Estaré ahí en...

-Tu turno no termina dentro de dos horas -le interrumpí-. Te veré en el hospital quieras o no.

Y colgué.
Las hormonas me gritaban y aplaudían ante mí arrebato de poder, pero también empezaron a sentirse mal. Darien solo quería mi seguridad.
Suspiré antes de echarme a llorar, así que le envié un mensaje.

Quédate Conmigo Where stories live. Discover now