CAPITULO 19

491 72 7
                                    

—Oye... Me estás preocupando.

—Estoy... Bien...

—Pues no te ves bien —Amy apoyó su cadera en el marco de la puerta—. Has vomitado unas cinco veces en lo que va de estas dos horas.

—Estoy nerviosa ¿si?

—¿Por qué? Darien no saldrá corriendo ni te dejará plantada. Tranquila.

Eso no ayudaba en nada.
Admito que si estaba nerviosa pero las neuseas volvían cada dos por tres, tal vez era por el cansancio o por haber comido en la madrugada al recargar energía.
Darien y yo habíamos pasado parte de la noche y de la madrugada bastante activos con lo que respecta del sexo. Queríamos festejar nuestra despedida de solteros a nuestra manera. Y lo mejor fue tener sexo hasta agotar.
Pero esta mañana me sentía extremadamente cansada, y en estas últimas dos horas no dejaba de ir al baño a vomitar.

—Ahora tenemos que retocar de nuevo tu maquillaje —Amy suspiró—.
Por dios, me voy a quejar con Darien, debió dejarte descansar algo.

Lavé mi boca de nuevo y dejé a que de nuevo me retocaran el maquillaje.
Por fortuna la próxima media hora no tuve presencia de alguna nausea así que proseguimos con el vestido.
Esto era muy diferente a mi primera boda, la de ahora era algo sencilla sin nada de lujo. Un vestido largo y liso, sin necesidad de algo extravagante, el cabello estaba atado en un moño desordenado con una diadema como decoración, era sencillo y me encantó.
En esta ocasión solo tomé a Amy y a Hotaru como mis damas de honor. Eran las más cercanas a mi.

La ceremonia daría inicio en media hora en la iglesia local.
Todo estaba preparado, el auto esperaba y mis nervios regresaron.
No debía sentirme nerviosa, dudaba mucho a que Darien me dejara pero aún así la presión en mi pecho y estómago se intensificó.

—Oh mierda, mujer. Espero y no estés pensando en vomitar.

Amy, Hotaru y mi madre compartieron miradas.

—Estoy...estoy bien...

—Eso no es normal —Hotaru habló.

—Tu hermano no la dejó dormir en toda la noche.

—Pero eso no es razón para que sienta nauseas cada hora.

Ambas chicas asintieron compartiendo miradas que solo ellas entendían.

—¿Comiste algo que te haya causado malestar?

—Solo fideos en la madrugada, y el desayuno que me preparaste esta mañana —Miré a mi madre—. ¿Crees que eso me haya hecho daño?

—Dime la verdad Serena —Amy se inclinó sin importarle que en el auto íbamos apretadas—. ¿Tú y Darien han tenido Sexo sin protección?

Mis mejillas se sintieron calientes. No necesitaba alguna respuesta, ella ya sabía la verdad ante mi expresión.

—¿Sigues con tu tratamiento de anticonceptivos?

—Bueno, he estado tomando las píldoras...

—¿Con regularidad?

Lo pensé. Cada vez que Darien y yo teníamos sexo, me aseguraba de tomarme la píldora a la mañana o en el momento, pero... Realmente no sabía si lo había estado haciendo siempre.

—Por dios otro bebé —Mamá y Hotaru se tomaron de las manos emocionadas ante la noticia.

—Pero... Yo no...

—¿Que otros síntomas has presentado Serena?

Miré a Amy quién me sonreía confirmando lo que aún no estaba al cien por ciento.
Miré hacia el ramo de flores pensando en todo.
Había presenciado algún desagrado por el pescado, había tenido cambios de humores en varios días pero creí que eso se debía al trabajo y al comportamiento de Darla, me cansaba por el Dia, tenía una debilidad por la fruta y había subido dos kilos de más.
Pensé que eso se debían al estres por la boda. ¿Era por eso o porque estaba embarazada?
Embarazada...
¿Otra ves estaba Embarazada?
¿Lo había logrado de nuevo?
Una emoción vibró dentro de mi, deseando poder confirmarlo de una vez y asegurarme de que algo esté creciendo dentro de mi.

Quédate Conmigo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora