02| Porchay

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ᰔᩚ

El chico un poco hundido en sus mares, decidió darse un respiro de la tan grande vida.

Porchay era un muchacho digno de ser quien era. Aunque él mismo se llego a llamar estúpido por caer en los embustes de su amado, bueno, ya no tan amado porque ahora lo unico que deseaba era no verlo nunca más.

En el fondo, muy en el fondo, él mismo sabía que todo eso que decía él era mentira, que quería verlo porque sentía la misma atracción que antes por Kim, solo por eso mismo se odiaba, por sentir algo que no debía sentir en ese momento, fue tan tremendamente aterrador tener que entenderse a sí mismo, que lo seguía queriendo, fue tan difícil darse cuenta de que él no era masoquista.

Odiaba demasiado a sus sentimientos que solo desgracias le traía a su vida, que deseaba ignorarlo pero imposible… Lamentablemente los amores a su edad no son para toda la vida.

Porchay, hundido en su corazón roto, sentía en el aire la traición tan grande hacia su corazón, sentía como aquel dolor suyo se había convertido en aire y ahora se movía a su alrededor, tan lento que incluso sentía aquellos espacios de entre la ropa y su piel que eran llenados con aire. Aire de una traición.

Así que él, mirando al otro lado del abismo, a lo lejos aquella silueta de un hombre tan parecido a quien anhelaba, sentía como la luna lo miraba susurrándole al oído con tanta delicadeza.

Nunca supo que era lo que realmente la luna le susurró, solo sabía que eran palabras tan pequeñas como grandes, que ni siquiera la luna llegó a entenderlas del todo, o quién sabe. Porchay nunca fue tan consciente de que tal vez la noche miraba los secretos tan profundos de las personas.

Aquella nnoch incluso llegó a pensar que la persona sentada al otro lado era un reflejo de sí mismo, la única diferencia: Porchay un chico que sentía los sentimientos traicionados ante a quien le juró amor y Kim no pudo responder ni con un suspiro; Kim un chico que estaba anhelante del perdón, se sentía tan ingenuo ante los ojos del menor que no supo cómo calmar sus ganas de perdón.

Tan lindo y tan turbio. Date cuenta, tú que estás leyendo esto con un probable nudo en la garganta, que tanto ellos como la vida fueron crueles consigo mismos, ya que ninguno sentía tanto sosiego como para poner en práctica su anhelacion. En un futuro, ellos se preguntan tan cansados como energéticos el por qué se sentían tan miserables consigo mismos. Porchay quería más dentro de sí mismo que sus miedos desaparecieran; Porchay intento con toda su voluntad perdonarlo, pero no pudo, simplemente su lado humano no se permitía.

Cuando escuchas aquella canción por primera vez sintió el mundo derrumbarse dentro de sí mismo. Sintió la vida pasar delante de sus ojos. Lloro y lloro durante horas a su amor paralizado, a su amor platónico que le llegó a hacer caso. Eso ya no tenía sentido, de todas formas ese amor —desde la vista de Porchay— que Kim sentía por él era nada más y nada menos que una traición al corazón.

Entonces, en aquel abismo, uno frente a otro, pensaban que el otro era el reflejo de sí mismos pero con diferente sensación, se tocaron el pecho, mirando los sentimientos que tal vez rotos estaban y en un futuro mutilados se miraban.

Why Don't You Stay? - KimChayWhere stories live. Discover now