Trece | 新たな始まり

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新たな始まり

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新たな始まり



Su cuerpo se levantó bruscamente de la cama mientras su corazón todavía latía desbocado. El sudor empapaba su frente y su respiración agitada, dejando escapar pequeños gemidos de angustia.

Aki miró frenéticamente a su alrededor, tratando de asimilar su entorno, asegurándose de que la pesadilla en verdad hubiera terminado. Sus ojos escudriñaron la oscuridad de la habitación, solo distinguiendo el cuerpo de su compañera de celda del otro lado de la habitación, durmiendo tranquilamente.

Respiró profundamente, tratando de llenar sus pulmones con aire fresco. Poco a poco, Aki logra calmarse.

Llevaba semanas con esa pesadilla. Revivía el momento en el que Kichirou moría en sus brazos.

Se sentó en el borde de la cama, todavía sintiendo como su corazón se calmaba al pasar los minutos, cuando pudo respirar normalmente otra vez miró el reloj. Eran las cinco y media de la mañana, solo faltaba media hora para que comenzaran con su día.

Justamente así sucedió, a las seis en punto de la mañana se escuchó por los altavoces aquella alarma para todas las reclusas del área: era tiempo de levantarse antes de desayunar. Se les otorgaba de 10 a 15 minutos para arreglarse. Aki simplemente se lavó la cara, se peinó el cabello y cepilló los dientes antes de bajar las escaleras y dirigirse al comedor.

Llevaba poco más de un mes en ese lugar, y a pesar de sus intentos de convivir con las otras chicas, ninguna tenía intenciones de entablar amistad con ella. A Aki al principio le pareció que debía de establecer una imagen de confianza con ellas y que con el tiempo la aceptarían, nunca pudo haber estado tan equivocada.

— ¿Puedo sentarme aquí?— llevaba la bandeja con su desayuno cuando hizo esa pregunta en la mesa donde estaba su compañera de celda.

Nadie la miró ni le respondió.

Le llevó un poco de tiempo descubrir porque esto era así, de hecho su compañera de celda fue quien le explicó.

— Estabas en la Liga de los Villanos, la organización de criminales más temida de Japón, ¿qué esperabas? Nadie te quiere aquí.

LADRONA » BNHAWhere stories live. Discover now