Diecisiete| 混乱

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混乱

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混乱

Estaba furioso.

Y no podía entender del todo el motivo detrás de su enojo.

Golpeó la pelota contra la pared de su habitación una y otra vez, liberando su frustración en cada impacto.

La imagen de Aki tomada de la mano con Shinso se repetía una y otra vez en su mente. No podía negar que le había afectado, pero no lograba comprender por qué. Una mezcla de confusión y rabia se apoderaba de él, generando un torbellino de emociones que lo consumían.

Mientras continuaba golpeando la pelota, Bakugo intentaba darle sentido a lo que estaba sintiendo. Recordó la expresión en el rostro de Aki cuando estuvieron juntos aquella vez que la salvó que Beast Jeanist la descubriera, la forma en la que sus dedos rozaron contra su piel al vendar su brazo y sus ojos dorados mirándolo como si fuera un cachorro herido agradecido con su salvador.

La había perdonado por literalmente ayudar a secuestrarlo, se había presentado en el funeral de su amigo aunque no lo hubiera conocido y se encargó de llevar a toda la clase porque sabía que ese funeral merecía más que una persona llorando su pérdida, ¿y se atrevía a remplazarlo así de fácil con un cualquiera de los cursos generales?

"Yo no pedí tu ayuda y no quiero tu amistad" recordó sus propias palabras. Había cavado su propia tumba.

— Idiota— gruñó para si mismo.

Abruptamente, el sonido de un impacto ensordecedor se escuchó. La pelota chocó violentamente contra la pared, creando un agujero en ella. Un grito de sorpresa se presentó desde el dormitorio de al lado.

Inmediatamente, Kirishima se asomó por el agujero que Bakugo había creado en la pared, con una expresión de asombro y preocupación en su rostro.

Sus ojos se abrieron ampliamente al ver el destrozo en la pared.

—¡¿Bakugo?! ¡¿Qué demonios estás haciendo?! —exclamó Kirishima, con preocupación y asombro evidentes en su voz.

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