Décimo séptima parte

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Frío, eso sintió su piel que reaccionó a ese pequeño estímulo cuando sintió pequeñas ventiscas que golpeaban su cuerpo, aún con los ojos entrecerrados sin poder distinguir sus alrededores, pudo sentir unas ásperas cadenas  en sus manos, removiendo su cuerpo incómodo al sentir su espalda tensa por estar recostado en el frió metal de la butaca donde había permanecido inconsciente.

Antes de incorporarse en su puesto, escucha voces a lo lejos, un poco distorsionadas, sin saber si era por recién haber despertado o si realmente era porque esas personas estaban demasiado lejos, - Ya está el objetivo en custodia, ¿Qué procede después, oficial a cargo? - se hizo un silencio muy largo antes que la otra persona respondiera.

- Procedan con las respectivas preguntas y háganle saber su condena, - habla al fin, y el peliblanco sintió un escalofrío recorrer su espalda. Él... no quería reconocer ese tono, NO, claro que no quería... - Hecho eso, de inmediato, escoltarán al criminal a la prisión establecida. - pero debía, porque esa voz era la que siempre terminaba en su mente al final del día, sin dejar su cabeza, esa voz suave y fina, era tan jodidamente atrayente para el ojiiverde, esa única voz que le hacía sentir vivo, porque... Era la voz de Samuel.

Ja... Realmente se había ilusionado. El criminal pudo avergonzarse de sí mismo, mientras aparecían fugaces recuerdos de lo infantil que había sido hasta ahora, y las fantasías que su cabeza había creado involuntariamente, esperando a que se hagan reales.

Sin embargo, lo que quebró esas ilusiones en un instante, sintiendo esa amarga sensación de su pecho, fueron las palabras que soltó el ojimorado tan repentinamente como las lagrimas en sus ojos.

"Me arrepiento de haberme hecho cargo de este caso"

...
...
...



Sus ojos se abrieron de golpe al mismo tiempo que trataba de recuperar el aire... ¿Qué cojon...

Miro a su alrededor con desesperación, fijándose en que no había ninguna celda, mucho menos un ambiente descolorido, es más, todo lo contrario, todo a su alrededor tenía un aspecto más... ¿Elegante? No dudaría si le dijeran que es un hotel.

Cuando intenta incorporar su postura, siente ligeramente el rose frío de esposas en su mano... ¿Espera qué?

Por impulso, el rubio empezó a forcejear las cadenas, que estaban colocadas en el soporte de la cama donde descansaba, ¿Qué jodida situación era esta?

- Aunque quieras, no podrás libertate, lo sabes, ¿No? - comenta con obviedad... Samuel, dejando a un lado el periódico que había estado leyendo hasta que el peliblanco despertará, quién seguía forcejeando las delgada pero resistente cadena. - Tontito...

- Suéltame de una jodida vez, De Luque. - exige, aún con esa sensación amarga que ese sueño inevitablemente construyó en el. De alguna manera, le había abierto los ojos de esa actitud vulnerable que siempre exponía delante del oficial.

- Uis... ¿No hay chiste sexual? Alguien se levantó de mal humor, he. - levanta su cuerpo del asiento donde estaba, para sentarse sobre la cama a un lado donde reposaba el rubio. - Pero no lo haré... - toma una pausa en sus palabras para mirar al peliblanco. - Doblas.

... ¿Eh?

- Tu mascara, atrás dice tu nombre y apellido, "Rubén Doblas" - aclara cuando ve la sorpresa en los ojos contrarios, evidenciando sus palabras cuando le extiende la máscara al ojiverde. Ah... De verdad Rubén era un ingenuo. - Pero... es raro, ya te busque en el registro civil con ese nombre y apellido, pero no me aparece nadie registrado, lo que me lleva a que no tienes ninguna documentación de identidad, quitándote los derechos que un ciudadano tendría, porque... no eres uno. - explica, su tono iba disminuyendo mientras hablaba, si de verdad ese era el nombre del contrario, su caso era demasiado raro de encontrar, por el simple hecho de que. - Sin documentación eres práctica y legalmente invisible en esta ciudad, como si no existieras.

Fue justo en ese momento donde Samuel pudo atar cabos desde el principio, el porque de la escasez de datos en los registros criminales, la despreocupación del peliblanco por mostrar su cara, y como la mafia de "La hermandad" lo estaba usando para los trabajos presenciales.

... Joder

- Quieras o no creerme, Samu, ese es mi nombre y quiero creer que Doblas también es mi apellido. - comenta con evidente desinterés en su tono, sus intentos de forcejear las esposas, habían cesado cuando el ojimorado explicaba su miserable condición. - ¿Hay alguna diferencia en que descubra esto, oficial? Después de todo, me tienes perfectamente empaquetado para encerrarme en prisión, ¿No? - agita su única mano esposada, en un intento de ironía para el ojimorado.

Quien no mencionó ninguna palabra ante la provocación contraria, picando más a Rubén.

- Al menos tuve una excelente noche ayer, aunque me hubiera encantado llegar hasta el final... Esos pectorales tuyos no son juego, joder. - incoherencias, sí, eso seguía saliendo de la boca del criminal, sin embargo... Samuel no entendía por qué, el por qué la voz contraria seguía sonando tan forzada, como si en cualquier momento... el peliblanco iba a romper en lagrimas. Y entonces...

- No te voy a entregar.

...

...

Fue de esa sola oración que el ojimorado pudo callar las desenfrenadas palabras del rubio. - Quieras creerme o no. - imita las palabras del criminal con la misma ironía. - Ahora se me hace imposible querer entregarte. No sé por qué, aún no lo comprendo.... Pero quiero mantenerte a mi lado. - confiesa, una confesión que jamás espero hacer, una que toda su vida vio en sus libros, tan dramática y sincera como esos versos que siempre espero decile a su "alma gemela".

Pero le frustraba seguir sin comprender, tal como cuando era un niño, en la parada de bus en busca de respuestas, porque, la verdad, aún seguía siendo alguien lleno de ignorancia, y le frustraba porque no le habría tomado tanto tiempo darse cuenta sus sentimientos sin tan solo lo hubiera entendido antes o tal vez...

No.

Más bien, lo que le frustraba no era sí mismo, sino eso que siempre quiso comprender... El amor.

Porque jamás existió una definición exacta, no hay respuesta para las incoherencias que la palabra lleva consigo, entonces... ¿Por qué era tan tonto de haber buscado una lógica todo este tiempo? Siempre estuvieron frente a el, esos sentimientos incomprensibles, estaban allí, por una persona, hechos para alguien que hacía que comprendiera lo que sentía, sin importar quién era, su género, su apariencia, o si era unilateral...  Porque gracias a esa persona, pudo crear esos sentimientos tan dramáticos, pero increíbles; como el amor en su corazón.

Jaja era tan absurdo, pero era feliz por eso... Y le frustraba comprender que todo siempre fue incomprensible.

Sin embargo, ahora no importaba, porque esa persona, que lo hizo sentir tan confundido, tan perdido, pero tan feliz, emocionado sin ninguna razón; era Rubén, el criminal que tanto quería atrapar, y que no espero... Que el atrapado fuera él.

Ja... ¿Cómo terminó todo así? Eso ya no importaba, porque ahora realmente siente que puede luchar por el peliblanco, quiere protegerlo, cuidarlo y...

No sabe porque, pero... a fliparla.












***

Hey, still alive jsjs antes que nada...

¡Feliz mes del orgullo un poco atrasado a todxs! 🏳️‍🌈✨
Recuerden mis queridos lectores que está bien ser como eres, no dejes que comentarios ajenos te impidan sacar ese auténtico tú ^^

Y... respecto a la historia, he de decir que el capítulo estaba escrito hace varias semanas atrás, pero no estaba seguro de subirlo ya que hay pequeñas partes que aún no me convencen, sin embargo, me sorprende el apoyo que sigue teniendo y simplemente no puedo dejar de actualizar jsjs

Cualquier duda o preguntas acerca de la historia, puedes hacerla en este apartado, yo estaré feliz de responderles ^^✨ sobre todo porque estamos a pocos capitulos de que termine... 👀

Gracias por todo y perdón por tan poco, los quiero muchísimo, tengan un buen día siempre~

Ai ajuns la finalul capitolelor publicate.

⏰ Ultima actualizare: Jul 05, 2023 ⏰

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The criminal - Rubegetta AUUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum