Capítulo I: Desastre

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8 de septiembre, 2003.

Querido Diario:

Hoy tía Cordelia me llevo a mi primera clase oficial de ballet. Mi profesora, la señora Mouthbathen, dijo la frase más real que he oído en toda mi vida "La belleza solo podremos hallarla en lo perfecto".

—Diario de Eloise Rivers a los 5 años, en su primera clase de Ballet, donde fue nombrada la favorita para la temporada por su impresionante belleza al bailar.

En la actualidad...


Espalda recta, pie derecho, pie izquierdo, apoyar la punta y el talón, barbilla elevada, mirada al frente, espalda recta, parpadeo, media sonrisa, todo era perfecto.


1, 2, 3, 4...


Conté mis pasos y entre a mi siguiente clase actuando mi papel al pie de la letra, cada paso que daba en la vida estaba previamente ensayado, nunca podría permitirme un solo error. Aún faltaban quince minutos para iniciar la clase, por lo que pocos alumnos estaban en el salón, nadie se fijó en mi entrada y de cierta manera aquello me decepciono, pero aun así no deje de moverme a la perfección. Me acerque al primer puesto vacío, casi todos lo estaban en realidad, todavía no entendía porque todos los chicos de mi edad temían sentarse en los primeros puestos, los profesores no dejarían de preguntarles durante las clases porque estuvieran unos puestos atrás. Tome asiento y deje mi bolso sobre la mesa sacando de él mi cuaderno y mi lápiz y alineándolos en la mesa. Hoy tocaba clase de economía, era la tercera hora del primer día de clase.

Me senté recta y observe la pizarra, esperando hasta la llegada del profesor.


Y entonces la chica extraña vomito todo sobre la piscina fue asqueroso —Eso no era algo bonito para escuchar, arrugue mi nariz con disgusto, pero no dije nada a la chica que contaba sobre sus aventuras de verano a sus amigas, porque por sus risas parece que a ellos les pareció muy gracioso.


Ver su cabello rubio teñido con puntas azules me provocaba bastante disgusto, todo en ella era lo que yo nunca desearía ser. Avery Smith era ruidosa, extrovertida, desordenada, imprudente, insensible, algo agresiva y muy irresponsable.


Aun así la envidiaba mucho. No, la perfección no siente envidia.

No, yo no la envidiaba. Sólo me molestaba, mucho.


Todo en ella era tan incorrecto y aun así... —Inhale al escuchar otra estruendosa risa y ver a dos chicos más llegar donde Avery— ella era el centro de atención, amada por todos, respetada.


Admirada.


Baje la mirada cuando agitó su horrible cabello y sus amigos volvieron a reír por algo que dijo. Mire mi reloj Tifanny y me di cuenta que sólo quedaban 5 minutos para que comenzara la clase, sentí un gran alivio, volví a checar el reloj para asegurarme y sonreí. Abrí mi cuaderno lentamente y alise la primera página para evitar cualquier arruga en ella, tome mis bolígrafos negro y rojo, y comencé a rodar el primero entre mis dedos como lo hacía siempre que me sentía impaciente.


—Mira ¿esa no es la chica rara? —escuche susurrar a alguien junto al grupo de Avery y parpadee varias veces para contener las lágrimas, seguí girando el bolígrafo con mayor rapidez, de alguna manera sabía que se referían a mí y aquello dolía.

Perfecto ErrorUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum