Capítulo 17: La tormenta..

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Capítulo 17

¿Cómo es posible que la verdad duela más que la mentira? la verdad por muy dura que sea, siempre es mejor que una mentira.

—Diario de Eloise Rivers, a los 12 años.

Subida en el taxi que me llevaría al hospital no pude evitar soltar mis lágrimas en silencio, a pesar de que en algún momento me había prometido no volver a llorar.

Kayred se había ido, aun después de que corrí tras él, resbale bajo la lluvia y caí rompiéndome las rodillas, pero él no se detuvo, solo siguió hasta su automóvil y luego de marcho.

Sin mirar atrás, sin esperarme.

¿Un novio no debería esperar por su novia, para visitar a su amiga hospitalizada?

Kayred no había podido pensar en nada más que en Avery y en que quizás estaba en peligro.

Cuando pensaba en Avery, él no podía pensar en mí.

Era doloroso.

Pero era la verdad.

* * * *

Cuando entre en la sala de urgencias del Hospital Saint Elizabeth, no estaba segura si encontraría allí a Kayred o incluso si ese era el hospital correcto en el que Avery debía estar, pero cuando Kayred partió en su auto condujo hacia el sur, y este era el único hospital con sala de urgencias al sur de la ciudad, por lo que con inseguridad me acerque a la recepcionista y pregunte.

— Disculpe —la mujer levanto su vista y luego sus ojos de abrieron con preocupación, supuse que era por mi aspecto mojado y herido— Estoy buscando a Avery Smith...

— ¿Necesitas atención? —Se puso de pie y con su mano llamo a una enfermera, yo negué con decisión apretando la camisa de Kayred que era lo único que me protegía del frio— Querida, te llevaremos...

—Solo busco a Avery Smith —dije negando con mi cabeza y dando un paso atrás— No necesito ayu...

— ¿Eloise? —me gire al oír una voz sorprendida y entonces vi a James, quien parecía que acabara de salir del ascensor.

—James —corrí hacia él y sorpresivamente, el abrió sus brazos para recibirme, no pude evitarlo y comencé a llorar en su hombro.

—Está bien, yo la tengo —pareció decirle eso a otra, persona y supuse que fue a la enfermera que trataba de ayudarme, James me llevo hasta unos asientos en la sala y me quito la camisa de Kayred, remplazándola por su chaqueta.

Estaba tibia y de alguna manera ese calor me consoló.

Solté un sollozo y James no dijo nada, luego me alzo una toalla, que supuse consiguió gracias a la enfermera, y delicadamente seco un poco mi cabello, no me había dado cuenta que estaba tan empapada, esa era la razón por la que me había costado tomar un taxi y la tarifa había sido el doble.

Luego de unos minutos, Jay hablo.

—Estas desastrosa —dijo con un dejo de risa en su voz, yo le mire y sorbí por mi nariz sin nada de gracia.

—No lo negaré —aun salían medios sollozos de mi pecho, pero para mi propio consuelo y dignidad ya no lloraba como una niña.

Volvimos a quedarnos en silencio y entonces, tragando mi miedo. Pregunte.

— ¿Cómo está? —mi voz salió temerosa, en un suspiro. James me miro un momento, sus ojos brillaron, pero no pude reconocer la emoción.

—Estable —suspiro y agrego— con algunas contusiones, tuvieron que hacerle radiografías y encontraron tres costillas rotas. Tuvo un fuerte golpe en la cabeza que la dejo inconsciente, pero ya paso lo más grave.

Perfecto ErrorWhere stories live. Discover now