Perfecto Error

Epílogo

Epílogo

ELOISE

Abril

Mordí mi pulgar aguantando el dolor, el golpeteo de la aguja contra mi piel realmente punzaba, estaba acostada sobre mi estómago en una posición incómoda y Agatha, una bella morena con más piercing que palabras, estaba haciendo "Arte" —según Kayred— en la parte baja de mi espalda.

—Creo que esto es el mayor error de mi vida —dije y cerré mis ojos al sentir el trabajo de la aguja en mi piel.

—No —la mano de Kayred se deslizo de mi hombro hasta mi mejilla y levanto mi cabeza para que lo mirara— Ese fui yo.

Soltó una risa entretenida mientras sus ojos azules brillaban y yo le mire enojada.

—Entonces es el error más doloroso de mi vida —baje mi cabeza y la oculte entre mis brazos.

—Sólo quince minutos más —murmuró Agatha, concentrada a mi espalda.

—Bebé —Mire a Kayred alzando una ceja con disgusto— Verás cómo después terminas por acostumbrarte

Levanto su pulgar y señalo el nuevo tatuaje en su pecho, las palabras <<Mi dueña es un panqueque y se llama Eloise>> marcaban sus perfectos músculos justo bajo la pequeña cicatriz redonda de su hombro, yo mordí mis labios en apreciación.

—Todavía no sé si sentirme ofendida o alagada —me queje y él puso su mano en su pecho.

—Lo he hecho con todo mi amor —fingió estar herido y yo rodee mis ojos.

—Mentiroso, sólo lo hiciste para que yo le permitiera a Agatha destrozar mi espalda.

—Hey, yo no destrozo nada —Agatha reclamo, pinchando con más fuerza por lo que hice una mueca y me calle.

—Ah, lo había olvidado —bajo su cabeza y me susurro lentamente— Sabia que quedaría bien, pero nunca imagine que mi nombre ahí luciera tan sexy.

Levante mi puño y alcance a golpear su brazo, Kayred no había cambiado en nada su ego, estos últimos años que llevábamos juntos seguía siendo insoportablemente narcisista y lo peor de todo es que la mayor parte del tiempo le daba razones para sentirse así.

—Bien chicos, dejen el coqueteo y permítanme terminar sin vomitar mi desayuno, por favor —Se quejó Agatha, era una chica simpática, morena y alta, ella es quien ha hecho todos y cada uno de los tatuajes de Kayred desde que era más joven, por lo que ella y Kayred tenían una relación casi de hermanos.

Ambos sonreímos a Agatha y decidimos dejarla terminar tranquila.

Hace tres años atrás si me hubieran dicho que iba a estar en un local de tatuajes, permitiendo que marcaran el nombre de mi novio en mi espalda. Le hubiera dicho a esa persona que estaba loca y habría pedido una orden de restricción, en especial al pensar en marcar mi piel y permitirle a alguien utilizar agujas sucias en mí.

Ahora todo en mí era diferente y gran parte de eso se debía a Kayred, incluso estaba a punto de cumplir seis meses desde que deje mi tratamiento psiquiátrico, porque estaba superando mis problemas, obsesiones y tics nerviosos y todo era gracias a él.

Kayred se sentó frente a mí, no llevaba su camisa ya que hacía poco había terminado de ser tatuado, eso me proporcionaba una gran vista. Comenzó a hojear un libro de dibujos y yo aproveche el tiempo de admirarlo, parecía que con él tiempo Kayred había endurecido sus rasgos; se veía más cómo un hombre y aquello hacia mi estómago cosquillear.