Capítulo 12: Miedo

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Capítulo 12

No hay sentimiento más frío que el miedo, ni siquiera el odio te deja tan helado. El miedo cambia todo, te paraliza, te hace vivir al borde del abismo, te vuelve débil.

—Fragmento del diario de la madre de Eloise.

Observe mi celular por quincuagésima vez, releyendo el mensaje que recibí el día anterior por parte de Kayred, aun no respondía, ni siquiera me lo podía creer.

No sabía que decir, solo una cosa daba vuelta en mi cabeza ¿por qué me pidió una cita?

Por otro lado mi corazón no había dejado de latir con fuerza en mi pecho y nada tenía que ver que en ese instante estuviera trotando en la corredora del gimnasio de la casa. No, el latido era producto de Kayred y sólo pensar en su mensaje.

Tengamos una cita.

Volví a leerlo y solté un suspiro anhelante, del cual me arrepentí enseguida.

Lo que me había contado el día anterior, acerca de la historia entre él, Jay y Avery, debería de transformarse en una señal para alejarme. Él había admitido amar a Avery y aunque también me confeso estar cansado de aquello, eso no significaba que sus sentimientos por ella fueran a desaparecer con una cita conmigo.

Pero es sólo una cita Eloise, no te está pidiendo ser su novia.

Otro suspiro, apague la corredora y me detuve un momento a pensar. Había cometido un estúpido error al decirle aquello de que nunca lo remplazaría, pero había salido desde mi corazón, al verlo sufriendo había querido darle algo para que tuviera y no encontré nada mejor que darle un trozo de mis sentimientos por él.

Pero hay algo que no podré cambiar y es que estoy enamorada de Kayred Harrison.

Imprudentemente enamorada.

—Señorita Eloise —me gire a observar a Clara, la sirvienta encargada de la limpieza, esta se inclinó hacia mí y luego dijo— Señorita, tiene visitas en el Hall.

—¿visitas? —fruncí el ceño confundida, era imposible que tuviera visitas porque él único que conocía el lugar donde vivía era Kayred.

—Es un joven, señorita —Clara parpadeo indecisa, como si no supiera que decir— ¿debo decirle que no puede atenderle?

La mire sin poder creerlo, casi no podía escucharla porque mi corazón había decidido viajar hasta mis oídos.

—No es necesario...—baje de la corredora y comencé a caminar rápido hacia el recibidor, ni siquiera me preocupe de mi aspecto o que probablemente apestaba. Tenía que ver a Kayred.

Y allí estaba, ni siquiera me di cuenta de que estaba conteniendo el aliento hasta que lo solté. Aún estaba de espaldas a mí, con una chaqueta de cuero negra, unos jeans azules gastados y unas botas de motociclista, observaba por el gran ventanal con las manos metidas en sus bolsillos, se veía tan casual y a la vez tan guapo.

—¿Señorita? —la voz de Clara me saco de mi estupor, Kayred se giró también cuando la escucho llamarme y fijo su mirada en mí, una sonrisa apareciendo en sus labios— ¿necesita algo más?

Me sonroje un poco, ya que Clara había tenido que volver a captar mi atención, pero la sonrisa de Kayred había dejado mi cerebro en un estado extraño, adormecido.

—No, muchas gracias —Nos miró a ambos indecisa y luego se alejó dándonos a ambos una inclinación de cabeza, entonces el silencio invadió la habitación y realmente era incómodo.

Perfecto ErrorWhere stories live. Discover now