Capítulo 7: Amigos

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Capítulo 7

Cariño, en la vida vas a enamorarte y quizás el amor que sientas sea tan profundo, que hará a tu corazón parar y volver a la vida cada vez que veas a esa persona, pero no te equivoques, eso no significa que sea la persona correcta y si terminas herido, tranquilo. Probablemente la segunda vez lo hagas mejor. Como yo.
—Rebecca Fiori, madre de Kayred, en una conversación cuando el cumplió los 13 años.

En un principio parpadee sin entender lo que había dicho, luego algo en mi mente pareció activarse y mire a Kayred como si estuviera ofreciéndome ser bailarina en un burdel.
—Olvídalo —dije frunciendo el ceño indignada— nunca visitare un lugar como ese.
—Oh, vamos —me sonrió divertido— acompáñame, no tienes que comer una hamburguesa también venden cosas sanas.
¿Él cree que soy estúpida?
— ¿Cómo podrían vender cosas sanas ahí? —lo mire desconfiada.
—Vamos, panqueque —abrió la puerta del pasajero y estiro su mano hacia mí— no me dejes sólo.
Lo observe por unos minutos y a pesar de que él se veía realmente divertido con la situación, lo ocurrido en el almuerzo con su hermano y el extraño brillo en sus ojos azules, me dijo que esa parte de "no me dejes sólo" no era realmente una artimaña, realmente no quería estar sólo.
Quizás fue eso o tal vez fue el hecho de que en el fondo quería pasar un rato más con él, cualquiera fuera la razón al final decidí subir al coche junto a Kayred.
Su sonrisa era amplia y no dijo nada engreído que pudiera hacerme bajar enojada, solo arranco el auto y comenzó a andar.
El sonido del BMW era realmente como un ronroneo, me sorprendí al encontrarme al interior con un automóvil limpio y bastante elegante, los asientos eran de cuero negro reluciente y todo tenía un olor estupendo, una combinación de Kayred, varonil y sexy, con el olor de renovador de goma.
¿Dijiste sexy?
Me golpee mentalmente por pensar tonterías y envié un mensaje rápido a Marcus, el chofer, para informarle del cambio de planes.
Kayred coloco la radio del auto y una canción extraña comenzó a sonar.
— ¿Qué grupo es? —pregunte con curiosidad.
Kayred me miro como si estuviera proponiéndole ir a la iglesia.
—Tienes que estar bromeando —me dijo incrédulo sin apartar la vista de mí.
— ¡Mira hacia el frente! —Grite asustada y el sonido de una bocina, lo hizo enderezar el automóvil— ¿quieres matarnos?
—Lo siento, lo siento —dijo sin apartar la mirada del frente, la expresión de sorpresa sin borrarse de su rostro— es sólo que no puedo creer que no conozcas AC/DC, escucha.
Subió el volumen de la radio y la canción lleno el lugar.
Hablaba algo sobre "volver a la oscuridad", la letra con sinceridad no tenía mucho sentido para mí, pero la combinación de la guitarra eléctrica y la batería realmente sonaba genial, así que la canción de los susodichos AC/DC gano un punto por eso.
— ¿No es genial? —mire a Kayred, quien sonreía mientras manejaba y golpeaba el volante al ritmo de la música.
—Hum... —murmure sin que él escuchara, parecía que realmente disfrutaba de la canción y me concentre en observarlo.
Su perfil confirmaba lo guapo que era, un pequeño rastro de barba, que no estaba esa mañana, se empezaba a notar en su barbilla y pude ver que justo en su mejilla derecha tenía un pequeño corte casi diminuto sobre su pómulo, además en su cuello hasta la base detrás de su oreja se asomaba un tatuaje de lo que parecía ser un reloj que marcaba cinco minutos para las diez.
— ¿qué significa la hora del reloj? —pregunte curiosa, Kayred me miro unos segundos sin entender y cuando vio mi vista en su cuello, se puso serio.
—Nada importante —dijo hermético, mi instinto me dijo que se relacionaba con Avery.
¿Tendrá tatuado su nombre?
Di una rápida mirada a su cuerpo, ahora llevaba puesta una chaqueta de cuero, que le daba un toque rebelde y elegante, me pregunte que tatuajes se ocultaban bajo esa ropa y también como sería su cuerpo.
Me sonroje y desvié la mirada a la ventana.
No debes pensar esas cosas, Eloise.
—Mira, allí —Kayred ahora parecía alegre, apunto un lugar en frente y pude ver la enorme "M" amarilla de McDonald acercarse. Hice una mueca.
Estaciono y bajamos del BMW, camine con desconfianza hasta la puerta, él la abrió muy contento, dentro del local no habían muchas personas, lo que era normal debido a la hora. Kayred me hizo una seña para que me acercara con el hasta la vendedora.
— ¿Qué quieres comer? —pregunto apuntando al menú, lo observe un momento y pude ver que no me había mentido con relación a las cosas sanas, entre tantas "McCosas" había una ensalada así que la apunte, Kayred rodo sus ojos— Bien, busca un lugar.
Mire alrededor, evaluando nuestras opciones, sentarse cerca de la puerta era conveniente si había un incendio o accidente, pero la entrada de personas distrae demasiado. Cerca de la vendedora, evitaría caminar mucho con la comida, pero las mesas parecían sucias; la ventana se veía como la mejor opción, no distraía demasiado de una conversación, pero si no tenías que decir podías mirar a través de ellas y buscar algo para llenar el vacío.
Me acerque a la mesa más limpia junto a las ventanas, que tenía vista hacia una calle concurrida, saque un pañuelo de mi mochila y limpie la silla, al sentarme repetí el mismo procedimiento con la mesa.
—Creo que tienen gente que trabaja haciendo eso —Kayred llego sonriendo— podrías consultar si tienen una vacante.
—Que gracioso —puse los ojos en blanco.
Kayred rio y se sentó justo frente a mí, puso una bandeja entre los dos y la observe con cuidado, mi ensalada no estaba.
—Antes que digas algo, no les quedaba esa ensalada —dijo sonriendo— pero te he traído una McWrap.
Puso frente a mí una combinación de pollo, lechuga, aguacate y tomate envuelta en una masa delgada, se veía sano.
— ¿Contenta? —pregunto sonriendo.
—Más bien decepcionada —dije frunciendo el ceño, él soltó una risa y me dio un vaso con líquido naranja.
—Jugo de durazno —elevo sus manos de manera defensiva— mátame, pero pensé que el de naranja no sería de tu agrado.
Eleve una ceja.
— ¿por qué?
—No te ves como una chica de naranjas —comento riendo y capte el doble sentido en su oración.
—Idiota —bufe. Observe el resto de la comida que compro, dos hamburguesas, papas fritas, nuggets de pollo, y una gaseosa— ¿comerás todo eso?
—Obviamente —y lo hizo.
Me sorprendí al verlo comer con tanto apetito, en especial cuando ya había comido lo mismo hacia unas horas atrás. Y luego sonreí, era inevitable; algo en Kayred, la forma en la que ignora todo y se concentra en su comida, la forma en que sus ojos brillan cuando se cruzan con los míos, la forma en que sus labios se inclinan hacia arriba cuando está a punto de sonreír, me hace sentir un extraño temblor dentro de mí, me hace feliz y logra hacer que disfrute algo que nunca disfrutaría, como una comida de McDonald.
—Come panqueque —levanto su vista y rio— sé que soy irresistible para ti, pero te traje aquí para que comieras.
No pude evitar avergonzarme, hasta él se daba cuenta que me quedaba como tonta mirándolo. Esforzándome por ignorarle tome mi burrito y corte la cuarta parte de este, sería lo único que comería de ello. Le di un pequeño mordisco y me di cuenta que sabía muy bien, así que sonreí y comencé a comerlo.
Luego de terminar el pequeño trozo, envolví el resto y lo puse de nuevo en la bandeja. Kayred lo miro y luego me miro a mí elevando sus cejas.
— ¿No comerás más? —pregunto como si realmente ya supiera mi respuesta.
—Llevo setecientas calorías consumidas hasta esta hora —le comente haciendo los cálculos en mi mente— tengo un límite de mil calorías los días que no realizo actividad física, me quedan trecientas calorías y debo cenar esta noche, así que sí —mire la bandeja con un poco de pesar— no puedo comer más.
— ¿Por qué eres tan exigente contigo misma? —Kayred ahora me miraba intentando descifrarme— Eres una de las chicas más hermosas que he visto.
Aquello acelero mi corazón.
—...las chicas como tu deberían tener más confianza, pero eres extremadamente insegura. —Kayred comento con aire distraído, y los latidos de mi corazón junto con la emoción por su cumplido murieron— ¿Por qué te exiges tanto?
Lo mire un momento y luego mire mis dedos que jugaban con una pajilla; no podía evitar sentirme ofendida, si yo no tenía una gran autoestima era porque no se puede amar lo que es imperfecto.
Mire mi reflejo en la ventana, a pesar de llevar una dieta extrema, todavía no alcanzaba mi peso ideal; aun cuando realizaba 5 tratamientos a mi cabello no era lo suficientemente suave; aunque antes de ir a dormir me hacia 3 tratamientos de limpieza de piel esta no tenía la suficiente suavidad. Todo eso restaba el poco amor que tenía por mí misma, además y aunque me doliera reconocerlo, nadie nunca me ha amado lo suficiente como para hacerme sentir conforme conmigo misma, las personas que más ame en este mundo siempre tenían algo que decir sobre mi aspecto o mi forma de ser.
Me di cuenta que el silencio se había instalado entre nosotros y cuando volví a mirar a Kayred el parecía aun esperar la respuesta a su pregunta.
Pero no podía responderla de verdad, no podía decirle que mi mayor deseo era ser amada por primera vez, eso haría que se burlara y mi corazón de rompería.
Cuando se dio cuenta que no le respondería, soltó un suspiro.
—¿Porque no jugamos a algo? —dijo sonriendo levemente— veinte preguntas.
— ¿Qué es eso? —Ladee mi cabeza— nunca lo he jugado.
Kayred pareció impresionado, luego se esforzó por borrar su expresión.
—Tú me haces una pregunta —explicó— yo respondo y puedo hacerte una pregunta a ti, hasta llegar a las diez.
— ¿Por qué jugaríamos a eso? —no podía entender la razón de ese juego.
Kayred golpeo con su palma en su frente y luego con un tono que usaría con un niño de cinco años dijo:
—Sí somos amigos, tenemos que conocer al otro.
Su expresión decía que era obvio que supiera su respuesta
¿Amigos?
Pero definitivamente nunca lo hubiera pensado.
— ¿Amigos? —Fruncí el ceño— ¿quieres ser mi amigo?
El me observo, calidez brillaba en sus ojos.
—Ya somos amigos Eloise.
Quizás sonara como una niña de 5 años, pero tener un amigo era algo realmente emocionante para mí y no pude evitar una tonta sonrisa en mi cara.
—Está bien —dije emocionada, Kayred sonrió.
—Puedes comenzar.
¿Qué debería preguntar? ¿Y si hago la pregunta incorrecta? ¿Y si me arrepiento y pienso en una mejor pregunta después?
—Yo...—lo mire temerosa.
—No pienses demasiado, no quiero que tu cabeza explote.
Él se carcajeo y yo me sonroje.
— ¿podrías comenzar tú?
—Claro —dijo amablemente— ¿Cuál es tú color favorito?
Debería de ser algo fácil que contestar y hace algunos días habría dicho blanco, ahora no sabía cuál.
—Quizás el...yo...hum —lo mire avergonzada y Kayred elevo una ceja— hace unos días atrás el blanco, ahora lo tengo que pensar.
—Ya veo —sonrió— te toca.
Lo mire un momento, tengo que pensar en lo que me gustaría saber de él.
— ¿El tuyo?
—Rojo —parpadee, pensé que diría negro— ¿Qué superpoder tendrías?
¿Superpoder? Lo mire incrédula, pero él se veía serio, así que me parecía de mala educación no contestar.
— ¿Controlar el tiempo? —creo que sonó más como una pregunta.
—Ese me gusta —rio luego y me dijo— las preguntas comunes no siempre nos ayudan a conocer a una persona, porque normalmente pensamos en las respuestas que daríamos si nos las preguntaran, así que es mejor preguntar cosas que podrían decirte más del otro. ¿No crees?
Sonreí entendiéndolo, aquello me dio una idea.
— ¿Cómo te describirías con 3 adjetivos? —pregunte sonriendo.
Kayred lo pensó un momento y luego dijo:
—Caliente, dominante y sexy —me guiño un ojo haciendo que me sonrojara, bueno, sí esas cosas le describían bien— ¿si pudieras aprender a hacer algo, que sería?
Lo pensé un momento y luego dije.
—A ser sexy.
Kayred que estaba bebiendo de su bebida escupió un poco de ella y me miro sorprendido.
— ¿qué? —me encogí de hombros un poco sonrojada.
—Si murieras mañana ¿con quién te gustaría pasar tu último día?
Kayred aún me miraba, luego negó con su cabeza despejándose y dijo:
—Con la persona que más amo —dijo y yo no pude evitar pensar que esa persona era Avery— ¿Quién en la persona que te exige que seas perfecta?
—Tía Cordelia —antes de pensar siquiera ya había respondido y me mordí la lengua pensando en mi falta de criterio, intente pasarlo con mi siguiente pregunta— ¿por qué te enamoraste de Avery?
La expresión de Kayred cambio y oculto sus ojos con su cabello, luego de que pensé que no contestaría susurro.
—No lo sé —cuando me miro, algo en sus ojos rompió mi corazón— el amor no se puede explicar, Eloise. ¿Qué paso con tus padres?
Ya estaba triste así que contestar esa pregunta fue fácil.
—Mi padre murió, 5 meses antes de que yo naciera, en un accidente aéreo —dije apretando mis manos— mi madre cuando tenía 5 años.
—Lo siento.
Nunca entendí porque la gente se disculpa, cuando sabe de la muerte de alguien, no tiene sentido.
— ¿Qué paso entre Jay, Avery y tú?
—Un mal tercio —suspiro— ¿Qué le paso a tu mamá?
—Ya lo dije, murió —lo mire fríamente, dejándole claro que eso es lo único que respondería, asintió con la cabeza— ¿Vives con tus padres? —eso era algo que no sabía, así que me daba curiosidad.
—Con mi madre y mi padrastro —dijo— mi padre está en otro estado. ¿Por qué te exige tanto tu tía?
Lo pensé un minuto.
—Ella era la prima de mi madre, la admiraba mucho —suspire— desde pequeña me ha exigido que intente ser más como lo era mi mamá.
—Eso es tonto —dijo Kayred con una expresión de enojo— solo debes ser tu misma.
—Gracias —sonreí levemente y supe que el momento de las preguntas difíciles había pasado— ¿Qué cosas aprecias en una persona?
—La sinceridad, su valentía y fuerza —dijo sin siquiera pensarlo, esas eran realmente buenas características para apreciar en alguien— te copiare tu pregunta.
Lo pensé unos segundos.
—Creo que la inteligencia, el aspecto y la amabilidad —aunque sonara extraño, me encanta la gente inteligente y amable, y el aspecto era algo importante para mí, mire un momento a Kayred el asentía como si estuviera de acuerdo conmigo y entonces mi próxima pregunta vino fácilmente— ¿Por qué estás aquí conmigo?
Kayred me miro un momento, parecía que pensara en algo muy importante para él.
—Porque haces que olvide —dijo sonriendo levemente— estar contigo me distrae. ¿Cuál es tu canción favorita?
—Bueno...supongo que es un poco raro, pero...se llama Planetarium y es de una cantante japonesa llamada Ai Otsuka.
—Japonés —sonríe, toma su celular y escribe algo— te va la onda de la animación japonesa.
—Me gusta, pero tía Cordelia dice que una señorita no debe ver eso.
—Tu tía está loca —rueda los ojos y se pone de pie para sentarse justo a mi lado— quiero escucharla.
Pone su celular frente a nosotros y siento como pega su brazo al mío, en su celular aparece la canción que le nombre con subtítulos. De repente comienza a sonar el piano, mi corazón late con fuerza y trato de convencerme de que es porque deseo que le guste la canción y no por su cercanía.
La canción comienza a sonar, y no puedo evitar las sensaciones que me provoca, tranquilidad, tristeza y algo de esperanza, todo al mismo tiempo; sonrió levemente, por eso me gusta esa canción.
Cuando termina de sonar, me siento nerviosa por lo que dirá Kayred.
—Será afortunado a quien dediques esta canción —lo mire y su rostro estaba muy cerca del mío así que salte alejándome un poco, él se carcajeo— te quedan dos preguntas y a mi una.
—Bueno —dije abochornada— y ¿Cuál es tú canción favorita?
—Es difícil elegir una, pero...—lo medito— si tuviera que escuchar una canción durante toda mi vida sería Walk de Foo Fighter.
Recordar que es el grupo favorito de Avery, de repente hace que me sienta inquieta, sin embargo la canción es genial y no puedo evitar pensar que va perfectamente con Kayred.
—Buena elección —sonrió— te queda tu última pregunta.
—Sí, la última... —da un pequeño trago a su gaseosa y me doy cuenta que ni siquiera me percate cuando termino su comida— ¿te has enamorado alguna vez?
Kayred me miro directo a la cara y entonces lo supe, sí pudiera enamorarme de alguien, seria de él.
—Nunca —sonreí levemente— nunca he conocido lo suficiente a alguien como para enamorarme.
—Cuando te enamores —sonríe cálidamente— seguramente será un tipo genial, panqueque. Porque tu mereces a alguien genial.
Cualquier chica tonta, pensaría que al decir eso, Kayred estaba coqueteando conmigo o enviándome alguna señal; sin embargo, yo sabía que detrás de su pregunta sólo estaba la buena intensión de saber sobre una parte importante de mí y deseándome lo mejor, sólo eso, y eso de alguna manera dolío.
—Tu última pregunta, no la desaproveches.
Espero tranquilamente; yo no quería, tal como él dijo, desaprovecharla, así que me tome más tiempo en pensarla.
—Si pudieras cambiar algo de tu pasado ¿Qué sería? —le mire expectante, realmente me interesaba su respuesta porque esto me diría si el realmente estaba arrepentido de algo, Kayred me miro y como había sucedido antes, sus ojos mostraron una expresión cerrada como cuando le pregunte sobre el tatuaje del reloj.
—A Avery —susurro— pero no quiero.
No pude decir nada más, realmente me sorprendía su elección, pero más aún que dijera que no quería cambiarla, como si no quisiera dejarla. Quizás no era Avery quien no podía soltar a Kayred, sino él quien no podía dejarla ir.
—Es tarde —dije de repente triste— será mejor que vuelva a casa.
Ni yo ni Kayred dijimos algo más, salimos del local y caminamos directo a su BMW, esta vez Kayred abrió la puerta para mí, lo que encontré muy caballeroso, subí en silencio y espere a que él lo hiciera, cuando estuvimos ambos de vuelta en la calle pregunto.
— ¿Dónde queda tu casa?
—En la calle 59, condominio Millenium —dije dando la dirección del más exclusivo barrio en la ciudad; a veces me preocupaba que la gente pensara que era una engreída por el lugar en el que vivía, pero la realidad era que gran parte de mis compañeros vivían cerca de allí. Aun así no sabía cuál era la realidad de Kayred, ya que él, junto a su hermano y Avery, eran parte de los famosos estudiantes becados de High Spring Small.
— ¿Qué sector? —pregunto sin parecer sorprendido.
—cinco —dije y lo mire atentamente, el parecía ahora sumido en sus pensamientos, pero ni siquiera me pregunto si el camino que estaba tomando era el correcto.
Me di cuenta que nos acercábamos cuando las calles comenzaron a estar menos transitadas y el número de lugares con pasto y los árboles sobrepasaba al número de personas. Cuando llegamos las puertas que separaban las mansiones del resto de la ciudad, le hice una seña al guardia de la puerta a través de la ventanilla de Kayred, este asintió a nosotros y abrió las rejas.
El condominio estaba dividido en cinco sectores, el sector uno tenía las casas de menor valor, unos cuantos millones de dólares, y mientras subía el número del sector subía el precio y la extravagancia de las mansiones. Yo vivía en el sector cinco, que sólo tenía un total de cinco mansiones, dos de ellas sin ocupar.
Kayred manejo sin ningún problema hacia el sector donde se ubicaba mi casa y por fin me percate que él debía de conocer muy bien el lugar para saberlo.
— ¿Has venido antes? —le pregunte con curiosidad.
Él me miro y sonrió levemente.
—Cada día —dijo sonriendo— vivo en el sector cuatro en la casa de mi padrastro.
Lo mire con sorpresa, las casas del sector cuatro eran habitadas por grandes empresarios y famosos, el padrastro de Kayred debía ser una persona importante, entonces el guardia de la puerta lo conocía.
—Vaya —sonreí— somos casi vecinos.
—Así parece —un pequeño hoyuelo se marcó en su mejilla— cuál es el número de tu casa.
—Número dos —dije y cuando casi llegábamos la apunte— allí, por ese camino.
La mansión de mi familia, tenía un camino que cruzaba el jardín, unas cuantas hectáreas de árboles, arbustos y flores que formaban un túnel.
—Vaya —Kayred soltó un silbido— no pensé que fueran tan diferentes a las del sector cuatro.
Le mire un momento y luego dije.
—Cada casa fue construida por encargo —apunte hacia el frente— mi tío le encargo el diseño del jardín a un amigo que es francés, mientras que el diseño de la casa fue hecho por el mismo.
— ¿Es arquitecto? —elevo una ceja, mientras yo negaba con mi cabeza.
—Es un hobby —dije con diversión— es profesor de matemáticas, pero heredo una naviera y varias minas de piedras preciosas.
Kayred volvió a soltar un silbido y yo me carcajee. Pude ver la puerta de la mansión, esta tenía treinta habitaciones y veinte baños además de salones, bibliotecas, cocinas y otros lugares, como canchas de tenis, gimnasio y cine propio.
Estaciono el BMW justo en las grandes puertas francesas que acompañaban los ventanales de en frente, mi tío tenía una pasión por la luz por lo que el estilo de la mansión era clásico, con detalles góticos; y a la vez contemporáneo, con grandes ventanales, en mi opinión era hermosa.
Nos quedamos unos minutos en silencio y luego Kayred me dijo.
—Gracias por acompañarme hoy, panqueque —le mire a la cara, sonreía de lado y sus ojos azules volvían a brillar, lo que de verdad volvió loco a mi corazón.
—La pase muy bien —dije sonrojándome— gracias por invitarme.
—Y pensar que no querías acompañarme —me guiño un ojo— al final haz caído bajo mi encanto.
Rodé los ojos.
—No seas idiota —dije y luego no pude evitar reír, porque sabía que lo hacía apropósito— bueno, adiós.
Abrí la puerta del auto y comencé a deslizarme, pero cuando lo iba a hacer una mano cálida sostuvo la mía firmemente, me gire y me encontré con el rostro de Kayred a centímetros del mío, podía sentir su respiración justo sobre mi boca.
—En serio —sus ojos se veían intensos— Gracias, Eloise.
Asentí con mi cabeza casi en un trance, nunca nadie había estado tan cerca de mí; entonces Kayred se alejó y yo murmurando un "adiós" me baje y cerré la puerta. Me quede mirando como el automóvil se alejaba, mi corazón latiendo a mil por hora.
Kayred Harrison, era extraño, pero muy intenso. Algo en él me tenía cautivada como ningún otro chico lo había hecho.
Hoy había logrado conocer parte de él y me sentía extremadamente feliz por eso, tanto así que ni siquiera me di cuenta que corrí directo a mi habitación con una sonrisa pegada a mi rostro; ignorando el llamado de Nana, y encendiendo la laptop para escuchar Walk de Foo Fighter y pensar en Kayred, sus ojos y todo de él, todo.

Perfecto ErrorWhere stories live. Discover now