capitulo 23

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[...]

Las chicas se habían ido, Emily seguía durmiendo, Alison se sentó al lado de la cama y comenzó a acariciar el cabello de la morena.

No sé Emily, no sé cómo alejarme de ti - susurra tumbándose al lado de la morena - Creía que era una locura de mi cabeza, pero todos los momentos que pasé a tu lado y al de Theo provocaron algo tan bueno dentro de mí, era como si ese momento fuera único - Emily abre los ojos lentamente y mira a los ojos azules que tiene delante - Y cuando te miré por primera vez, cuando nuestras miradas se encontraron, tuve la sensación....

La sensación de que ya los conocía - Las dos hablan al unísono y sonríen.

Alison se sonroja y hace mención a levantarse - Te prepararé algo de comer - Habla pero al levantarse la morena la sujeta del brazo impidiendo el acto. ¿Quieres acostarte conmigo? - Pregunta socarronamente.

¿Hay alguna forma de que pueda negarme así a tu petición? - Alison sonríe.

Se tumba a su lado y se queda mirando esos ojos marrones, la forma de su boca, las dos se acercan cada vez más, las respiraciones se entremezclan y rozan sus labios, Alison acerca a la morena y Emily prácticamente se sienta sobre ella, el beso era tranquilo y tenue, Sus lenguas bailaban sincronizadas mientras Alison le acariciaba la espalda y Emily le acariciaba el pelo, se besaban con pasión, y esas conocidas mariposas revoloteaban en sus estómagos, provocando la piel de gallina y una mayor necesidad la una de la otra.

El beso fue interrumpido por la falta de aire y cuando pararon, supieron que no hacía falta decir nada, Emily se acurrucó en su pecho y Alison las cubrió a ambas y se quedó sonriendo mientras acariciaba el pelo de la morena, hasta que ambas se quedaron dormidas.

[...]

Cuando Alison abrió los ojos por la mañana Emily estaba a su lado, agarrada a su cintura y la rubia deseó con todas sus fuerzas poder despertarse así todos los días, ¿de verdad se estaba enamorando de Emily? Ella no era de enamorarse, normalmente solo mantenía el contacto, ambas tenían sexo y luego seguía adelante, con Lauren era diferente porque al mismo tiempo el sexo era bueno, disfrutaba de la compañía y sentía un afecto diferente por ella, con las demás ni siquiera podía sentir eso, pero con Emily era todo tan intenso, incluso sin contacto físico sentía que le pertenecía, sentía que debía protegerla.

Y con cada intercambio de miradas, cada sonrisa y momentos compartidos, Alison estaba segura de que Emily le pertenecía, del mismo modo que ella se entregaba por completo a ella.

Pero eso la asustaba, tenía miedo de hacerse daño, miedo de hacerle daño, desde que había tenido el accidente y se había enterado de que había perdido a su bebé, había sido una persona egoísta y que había lastimado a quienes le habían salvado la vida.
Alison recordaba partes de esa noche, recordaba haber lastimado a alguien, estar muy triste y bebiendo, y esa persona sacándola del auto, diciéndole que la amaba, temía perder a Emily de esa misma manera, todo lo que Alison sentía era un enorme miedo a fallar, a no ser suficiente, tenía demonios, y temía que esos demonios fueran más fuertes que ella.

¿Qué estás mirando ángel? - Emily observó aquel par de ojos azules y sintió mariposas en el estómago, sabía que estaba enamorada de la rubia, sabía que ya la amaba, pero también tenía miedo de ceder, de confiar y terminar herida, no quería perder a su ángel, no quería ceder y terminar con el corazón roto, también pensaba en su hijo, si no funcionaba él saldría lastimado, pero ella la amaba, se había enamorado, pero no podía demostrarlo y se mantenía alejada.

Pero ayer lo deseaba tanto, deseaba tanto ese beso que cedió, había escuchado lo que dijo la rubia y en ese momento, no pensó en nada más que en ellos dos. - ¿En qué piensas? - Las dos se sonrieron, Alison acarició el rostro de la morena y pronto depositó un beso en sus labios, Emily no quiso echarse atrás, no quería seguir luchando, así que correspondió.

Estaba escrito Место, где живут истории. Откройте их для себя